ROMA, viernes, 14 marzo 2008 (ZENIT.org).- Este vienes ha fallecido en su residencia de Rocca di Papa, cerca de Roma, a los 88 años, Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, cuyo nombre oficial es Obra de María. Es considerada una de las figuras femeninas más importantes del cristianismo en las últimas décadas.
Nacida el 22 de enero de 1920, a inicios de los años cuarenta, el Movimiento surgió cuando era maestra de alumnos de primaria con algo más de veinte años en Trento (Italia). Se había matriculado en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Venecia, pues quería llegar a la verdad más profunda de las cosas y de la vida. Pero había estallado la Segunda Guerra Mundial.
En medio de las bombas, descubrió que el único ideal que no se derrumba es Dios. Fue creciendo en su interior su deseo de ser toda para Dios y el 7 de diciembre de 1943, en soledad y en una capilla de su ciudad, se consagra a El para toda la vida. Esta fecha marca oficialmente el inicio del Movimiento de los Focolares.
Su casa fue destruida el 13 de mayo de 1944, durante uno de los más violentos bombardeos que sufrió Trento. Su familia busca amparo en las montañas cercanas. Chiara decide quedarse en la ciudad.
Abrazando entre los escombros a una madre enloquecida por la muerte de sus cuatro hijos, siente que debe abrazar el dolor de la humanidad, y así, entre los pobres de su ciudad, junto con otras compañeras que la siguen en su decisión, trata de vivir el Evangelio al pie de la letra, como Palabra vivida.
Al hacerlo, experimenta que ha descubierto la más poderosa revolución social, capaz de incendiarlo todo con un solo fuego: el amor.
En el año 1948 Chiara se encuentra en el Parlamento italiano por primera vez con Igino Giordani, un prestigioso político, diputado, escritor, periodista y padre de 4 hijos. Fue él mismo quien ayudó a Chiara a encarnar en la sociedad la espiritualidad de la "unidad", por lo que es considerado coofundador del Movimiento. Pionero del ecumenismo la Iglesia católica ha iniciado recientemente su causa de beatificación.
En el año 1949 se encuentra con Pasquale Foresi, un joven seminarista deseoso de conjugar evangelio y vida en la Iglesia. Ordenado presbítero en 1954, Don Foresi es el primer focolarino sacerdote.
En 1956 hace surgir a los «Voluntarios», nueva rama de su movimiento, constituido por personas adultas comprometidas en los más diversos campos sociales: política, economía, justicia, salud, docencia, arte, industria, etc. Tratan de ser animadores en sus actividades y vivirlas en unión con cada persona desde Dios.
En 1966 propone a los jóvenes la radicalidad del Evangelio y así surge el «Movimiento Gen» (Generación Nueva).
En el 1977 recibe en Londres el premio Templeton por el Progreso de la Religión, con lo que la actividad de Chiara comienza lentamente a cobrar notoriedad pública, pese a la modalidad del movimiento de «amar a fondo y hablar poco» para «ser» más que aparecer. Desde entonces hasta el presente ha estado recibiendo cada vez con más frecuencia diversas distinciones en distintos países de cada continente.
En el 1991 en Brasil, se siente impactada por el contraste social y la miseria de las «favelas», y pone en marcha la Economía de Comunión, entonces un proyecto y hoy una realidad en creciente desarrollo de esta novedosa teoría y praxis económica. Sobre ella se están publicando tésis y trabajos de investigación en las universidades de todo el mundo, y existen centenares de empresas aplicándola en vivo en todas las latitudes.
En el 1996 en París la UNESCO le confiere el Premio por la Educación para la Paz 1996.
Entre 1997 y 1998 abre nuevas perspectivas de diálogo interreligioso: es invitada a hablar de su experiencia interior en Tailandia a 800 monjes y monjas budistas; en Nueva York de EEUU, a 3.000 musulmanes negros en la mezquita de Harlem, y en Argentina a la comunidad hebrea de Buenos Aires. Es así la primera vez en la historia que esto sucede en tales religiones y que lo hace una mujer católica.
En septiembre de 1998 en Estrasburgo recibe del Consejo Europeo el Premio Derechos Humanos 1998.
El Movimiento de los Focolares hoy se encuentra difundido en 182 países, con más de dos millones de adherentes y una irradiación entre varios millones de personas.