sábado, 30 de julio de 2011

Dan último adiós a madre india de seis sacerdotes y cuatro religiosas


ROMA, 25 Jul. 11 / 08:01 am (ACI)

Elizabeth Anikuzhikattil falleció el 14 de julio pasado en Kerala (India) a los 94 años de edad. Esta piadosa mujer católica dedicó toda su vida a atender a su familia y crió 15 hijos, de los cuales seis varones se hicieron sacerdotes –uno llegó a obispo– y cuatro mujeres abrazaron la vida religiosa.

La vida de Aleykutty, como la llamaban sus amigos, ha despertado el interés de católicos en diversos lugares de India gracias a la Congregación Salesiana que le dedicó emotivos obituarios por ser la madre del sacerdote Joseph Anikuzhikattil, rector de uno de sus colegios en el país asiático.

Otro de los hijos de Aleykutty es Mons. Mathew Anikuzhikattil, Obispo católico siro-malabar de Idukki, una diócesis con 170 sacerdotes, donde 260 000 personas (un tercio de la población) son católicos de rito siro-malabar, según informa ReligiónenLibertad.com.

De sus siete hijas, cuatro son religiosas: dos son hermanas del Sagrado Corazón, una salesiana y otra es franciscana misionera de María.

El más joven de sus hijos sacerdotes murió atropellado por un camión en 1992, cuando volvía en motocicleta de dar catequesis en un pueblo. Era misionero de Santo Tomás Apóstol.

El Padre Joseph, rector de un colegio salesiano y doctorado en misionología por la Gregoriana de Roma, recordó su infancia familiar en la selva.

"Él nació en pleno bosque hace 53 años: sus padres estaban entre los pioneros que colonizaron la densa jungla de Idukki. En aquellos días hacían casas en los árboles para defenderse de las fieras y de los elefantes salvajes. "Mi padre, con otros pioneros, limpió el terreno boscoso y se asentaron en Idukki. Recuerdo crecer en una gran casa-árbol", explicó a DonBoscoIndia.com.

Según informa ReL, la valiente Aleykutty dio a luz a 15 bebés en la selva y los crió "con mucho éxito", según afirma el Padre Joseph.

"La prueba más dura para la familia fue quizá cuando en más joven de los chicos, Savio, fue atacado a los 19 años por el síndrome de Gillen Barry, que causa grave debilidad muscular y ataca al sistema nervioso. ‘Estuvo 15 años postrado, y mi madre le cuidó sin que él nunca tuviese ni una llaga por estar en cama’", recuerda el sacerdote.

El Arzobispo de Shillong, cerca a Udukki, Mons. Dominic Jala, recordó a propósito de la muerte de Aleykutty una promesa de San Juan Bosco, fundador de los salesianos: "Un sacerdote es la mayor bendición para una familia y todos los que ofrecen sus hijos a la Iglesia serán bendecidos por muchas generaciones. Tienen el cielo asegurado".

sábado, 23 de julio de 2011

Brigitte Bardot acusa a Laetitia Casta de ser madre

A las 1:28 PM, por Juanjo Romero
Categorías : Cultura de la Vida

Derrière Les Murs, Leticia CastaSí, sí. Como lo oyen. L. Casta reapareció el 6 de julio en la presentación de su nueva película «Detrás de las paredes» (traducción mía, desconozco el título en España).

Venía de interpretar el personaje de Bardot en la película sobre Gainsbourg. En la entrevista entre las dos actrices sobre el compositor, Bardot le espeta:

«¿Sabes lo que te pasa? ¿Estás llena de niños! No entiendo como has podido hacer eso»

Sin amilanarse, la joven le responde:

«Lo que yo no entiendo es por qué te gustan tanto a ti los perros»

Entre perros y niños, Bardot y Casta han hecho su elección. Leticia es madre de tres, la Bardot de uno, pero, eso sí, llena de perritos.

Lo que en un principio no deja de ser un cruce de puñales florentinos, me ha parecido un diálogo de drama griego, un fiel reflejo de la sociedad actual: el papel de ecologismo, de la progresía, la dislocación de la mujer, en especial cuando renuncia a la maternidad.

E incluyo a la «maternidad espiritual», cuando se le arranca a la mujer su don, o ella lo desprecia, en el mejor de los casos se sustituye por perros.

sábado, 16 de julio de 2011

Formación humana y mujer profesional


¿Qué tan importante deberá ser tu formación humana para que puedas desarrollar y ejecutar con más éxito la tarea de ser una mujer profesional? ¿Cómo te ayudará una sólida formación humana a ser mejor.

Formarse a sí misma es forjar el propio temple moral, es encontrar aquellos valores con los que te identificarás y por lo tanto apoyarán en todo lo que hagas. Es muy importante que como mujer recuerdes que al trabajar para una organización trabajas para servir a la sociedad y para servirla mejor, deberemos de exigirnos a nosotras mismas lograr ser mujeres profundamente humanas. Los valores te dignifican y te humanizan, hacen de tí una mujer de carácter ya que te identificas con algo. Esto es importante por que a la hora de ser ética, entablar relaciones humanas y tomar decisiones indudablemente ellos serán los parámetros que expresarán tu conducta.
Se hace urgente que la cultura de valores se manifieste dentro de las empresas. Ante una clara caída de los mismos, hoy más que nunca se necesitan mujeres valientes, comprometidas, que quieran hacer una diferencia y realicen su trabajo de forma creativa. Como mujer decidida a hacerlo estarás más consciente de tus deberes, lucharás por ser en todo momento honesta, competente y estarás imbuida de un profundo sentido social que te hará más capaz de rechazar la inclinación hacia el egoísmo, para preferir más la riqueza del amor que el amor a la riqueza.(1)


Dentro de esa formación humana, ¿cuáles son los valores que inspiran a los demás en la empresa?
- tu generosa dedicación y empeño: siempre atenta a las exigencias de la justicia, la misericordia y la solidaridad.

- la fuerza de tu amor: como cristiana conseguirás importantes objetivos. Entre ellos iluminar con tu fuerza interior el mundo de tus colegas de una forma nueva para ellos.

- tu creatividad humana: aporta ideas dinámicas, ten iniciativas geniales y ofrece sacrificios generosos pues ellos harán que en tu departamento se respire un “aire” diferente.

- tu sensibilidad femenina: que crea un clima de paz, comprensión y fraternidad.

-tu capacidad para ser amiga: en un mundo en donde lamentablemente se nos utiliza para lograr los propios objetivos, un valor que dará trascendencia a tu trabajo es convertirte en verdadera amiga de tus compañeras. ¿Siendo confidente? No. Acogiendo a cada una tal y como es, sin juzgar y sin esperar las mismas atenciones. Hay muchas mujeres que están sedientas por saber lo que es el verdadero cariño, cuando este viene de otra mujer y realmente nos motiva a mejorar, evolucionas como mujer. En tus manos está el aportar ese valor de la amistad a aquellas que no lo tienen o nunca lo han conocido.


¿Cómo hacer de estos valores parte de mi naturaleza?
Cuando hay una serie de motivos los suficientemente buenos como para movernos a cambiar de dirección o a ejecutar actividades que serán para nuestro bien, generalmente ponemos todo nuestro empeño hasta lograrlo. ¿Qué contribuye a esto? La perseverancia que no se cansa, la disciplina que repite y repite. Perseverancia, disciplina y compromiso nos ayudan a formar hábitos. Por ejemplo, si he descubierto que soy poco generosa a la hora de hacer mi trabajo y quiero hacer de este valor parte de mi vida, empezaré a enfocarme en el desarrollo de ese valor.

Puedo decidirme a hacerlo durante un período de cuatro semanas y al descubrir que se hace parte de mi naturaleza proseguir al siguiente valor. ¿Cuál será el que escojas? No lo sé, pero te aseguro que hará una gran diferencia en tu vida, sobre todo los valores que vayas practicando y desarrollando ayudaran a enriquecer tu personalidad de mujer y de mujer profesional. En el aspecto profesional, estos valores, que tu misma te decidas a perseguir te harán distinguirte entre aquellas profesionales que talvez no los tengan. La formación humana completa como te das cuenta, implica una profundización seria y comprometida del ejercicio de los valores.
Querida amiga que trabaja, gracias por asistir, ayudar, facilitar, apoyar, organizar, redactar y dignificar a la mujer en el trabajo con tu generosa entrega. Gracias por estar abierta a la posibilidad de seguirte formando humanamente para poder ser transmisora ideal de los valores humanos y espirituales que tanto necesitan nuestras empresas. Todo lo que haces es importante y sin ti los hombres dentro de las empresas se volverían literalmente “locos”.
¡Que maravilloso complemento eres! Te animo a que aparte de seguir creciendo en destrezas técnicas, aproveches cada oportunidad que se te presenta para asistir a cuantos seminarios de perfeccionamiento humano puedas y animes a su vez a tus compañeras. Tu, si puedes hacer la diferencia.

Sheila Morataya-Fleishman

sábado, 9 de julio de 2011

Sor Teresita bate el récord: 84 años de clausura


Ingresó en el convento el mismo día que nació Benedicto XVI


BUENAFUENTE DE SISTAL, miércoles, 29 de junio de 2011 (ZENIT.org).– Sor Teresita es la monja de clausura que más tiempo lleva en un monasterio: 84 años. Un verdadero récord Guinness. En la actualidad tiene 103 años y sigue viviendo en su convento de toda la vida: Buenafuente del Sistal (Guadalajara).

Pertenece a la orden del Císter y ha sido durante más de 20 años superiora de su comunidad religiosa. Española nacida en Foronda (Álava), ha participado con otros nueve monjas de clausura en un libro titulado “¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?” (LibrosLibres),para explicar la riqueza interior y la felicidad que supone la vida contemplativa.

“No sabía nada de monjas”

El día quenació Benedicto XVI, sor Teresita ingresaba en el Convento Cisterciense de Buenafuente. “Me dio miedo entrar. Pero el Señor me ayudó. Yo venía 'zote', no sabía nada de monjas, pero Él y santa Teresita me ayudaron y entre ellos se las arreglaron para que no me acobardara”.

Dedica su vida a la oración por los demás y al trabajo en el Convento. Según sus propias palabras, “aunque rezo mucho, tengo mis fugas… Tengo una imaginación muy loca. En cuanto me descuido, ya estoy distraída. Entonces vuelvo a rezar a la Virgen María y ella me trae a la oración o a mi trabajo.

“Siempre he sido un poco 'trasto' y lo seguiré siendo. Por eso le digo a la Virgen tantas veces: Quiero mirar en tus ojos, hablar con tu boca, oír con tus oídos y amar con tu corazón”. Vivo en su corazón, porque sé cómo soy yo...”.

“No puedo vivir aburrida en el Convento”

Sor Teresita es la imagen de lafelicidad: “No se puede vivir aburrida en el Convento. Terminas mal. O eres feliz o nada”.


¿Su secreto para la felicidad?: “Cada uno es feliz en su profesión. La felicidad se siente siguiendo cada uno su vocación. Eso sólo lo sabe quién lo vive”.


Sor Teresita (Valeria de nombre de civil), sin embargo tuvo una vocación tardía: “No me gustaban las monjas, ¡con lo bien que se estaba en casa! Éramos labradores. Estábamos en el campo de la mañana a la noche, trabajando, pero lo pasábamos bien. Yo era la mayor de 7 hermanos y con mi hermana me pasaba el día haciendo bromas, éramos felices”.

“Pero mi padre, viendo la vida que llevábamos en el campo, ¡y pensando que las monjas no trabajaban!, nos decía a mi hermana y a mí: ¿y no querríais ser monjas…? Y yo, por contentar a mi padre, le recé a la patrona de Vitoria y le pedí que me diese vocación… ¡Y vaya si me la dio!”.

“Una vez tuve la tentación de imaginar cómo hubiera sido mi vida fuera, porque me pareció que aquí no hacía nada. Es una crisis que pasamos muchas, pensar que aquí no hacemos nada. Pero lo hablé con un sacerdote y me dijo que tenía una vocación muy hermosa. Merece la pena, no tiene ni punto de comparación darle tu vida a Dios con nada más. Yo soy muy feliz y no envidio nada de fuera. Es una gracia de Dios. La vocación y la perseverancia. Son dos gracias que me ha dado Dios”.

Esta experta en tortilla de patatas (las mejores según el resto de las hermanas del Convento), todos los días recibe y lee la prensa y cree que todavía le quedan cosas por hacer: “Si Dios me sigue teniendo aquí, por algo será”. “Sé que muchos no entenderán mi manera de vivir, pero yo no entiendo otra”.

¿El resumen de su vida?: “El don más grande que he recibido en estos más de 100 años ha sido la oración. Sin ella no se puede sostener uno. Cada día es una opción de oración. Yo no dejo de repetir: “Gracias, perdón, Gracias, perdón”.

Un periodista traspasa los muros del convento

Por primera vez en España, un periodista ha traspasado los muros de varios monasterios de clausura para entrevistar a diez religiosas.Es algo único que no se había dado anteriormente. Pertenecen a distintas congregaciones y carismas. Hay testimonios de religiosas Agustinas, Clarisas, Carmelitas Descalzas, de la Inmaculada Concepción, Hijas de María Nuestra Señora, Reparadoras de la Virgen de los Dolores...

A través de las páginas del libro “¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?” (LibrosLibres), el lector se convierte en el visitante de un Monasterio de Papel, cuyas celdas están habitadas por diez mujeres auténticas de nuestro mundo y nuestro tiempo, que responden abiertamente a éstas y más preguntas sobre la vocación, explicando cómo es la vida en una clausura, qué valor tiene la pobreza, qué las hace tomar semejante decisión, o si ya cumplidos los cien años ha merecido la pena vivir casi un siglo dedicada nada menos, y nada más, que a Dios.

“¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?” es la pregunta que el propio autor se ha realizado varias veces en sus visitas a monasterios de clausura, conventos y misiones por medio mundo. Ahora, ofrece una respuesta cercana de boca de sus propias protagonistas.

sábado, 2 de julio de 2011

El Corazón generoso y tierno de María




¿Podemos, acaso, tu y yo amar y entregarnos de igual manera? El corazón humano de María pudo hacerlo.
Santa María no tuvo más corazón ni más vida que la de Jesús. Una vida y un corazón humanos pero de Jesús. ¿Podemos, acaso, tu y yo amar y entregarnos de igual manera? El corazón humano de María pudo hacerlo. Tú y yo tenemos su propio corazón como un escalón a la Puerta Santa que es Jesús. Con el ejemplo de la Santa Madre de Dios, no solo sabemos que podemos amar a Cristo, debemos amarle así porque la tenemos a Ella misma como intercesora.

Corazón generoso y tierno corazón como por naturaleza es el de toda mujer que es madre, el de María nos inspira profundamente. Y podríamos admirar a la Virgen por amar al Niño Dios, de igual manera que admiramos a cualquier madre que sostiene a su pequeño en los brazos. Pero el corazón de María ya era de Dios aún antes de la Anunciación. Había decidido reservar su corazón a Dios sin necesitar algún prodigio. En la Anunciación se consuma la previa entrega que ya se había realizado. ¿Cómo nos extraña entonces que haya podido pronunciar esas palabras que la han subido a la cúspide de la Fe "Hágase en mí según tu palabra"? Pensándolo con mayor hondura el corazón de María, sí es corazón humano, no solo era capaz de eso, sino de mucho más.

El corazón amoroso y entregado es, en su generosidad, un corazón fiel: Un corazón humano al pie de la cruz. Si con facilidad podíamos imaginar la ternura de la escena en el pesebre, con gran dificultad podemos apenas hacer un esbozo en la imaginación de la Santísima Virgen recibiendo de José de Arimatea el cuerpo ensangrentado de su hijo. ¿Cómo imaginar el dolor de una Madre que limpia, con mano trémula, la sangre de su hijo? Remueve en lo más profundo aún a nuestro propio y durísimo corazón el pensar en la mirada de María ante el rostro desfigurado y atrozmente golpeado de Jesucristo. Y su corazón dolido estaba ahí, fiel, al pie de la cruz. ¿Dónde está nuestra corazón? ¿Al pie de la cruz como el de la Santísima Virgen o escondido y alejado como el de los discípulos que abandonaron al Señor?

El corazón de María nos muestra todas las encontradas emociones que un corazón es capaz de sentir. Es el corazón de la Virgen uno tan grande y tan generoso, que es además nuestro propio refugio. Su corazón es, además de ejemplo y con dignidad sobresaliente para ser admirado, el consuelo para la aflicción. ¿Cuánto no comprenderás nuestros humanos dolores ella que enfrentó el dolor más profundo que se pueda experimentar?

Pero el corazón humano de nuestra Madre en Cristo no solo es un ejemplo de ternura amorosa o de abyecto dolor. María en su corazón es la Madre del buen consejo, y quien mejor nos puede enseñar a vivir el amor al prójimo. Poderoso corazón el de María, que puede convertir nuestro egoísmo y amor propio en caridad y amor a Dios. El corazón entregado de María debería enseñarlos a pedirle confiados a Dios: "Padre, mi corazón puede poco ¡Haz que te ame mas!".


Es a la Madre de Dios a quien hemos de acudir para pedirle que nos enseñe a amar más, a entregar más, a ser más justos, a rogarle que con su corazón dulcísimo nos proteja, nos enseñe, nos guíe.

El corazón humano de María. Humano. Como el tuyo y como el mío.