sábado, 31 de octubre de 2009

El impacto de la Mulieris Dignitatem, 20 años después


Un libro recoge el congreso “Mujer y hombre, el humanum en su entereza”


CIUDAD DEL VATICANO, jueves 29 de octubre de 2009 (ZENIT.org)

El Pontificio Consejo para los Laicos ha anunciado la publicación del libro “Mujer y varón, la totalidad del humanum” (Libreria Edictrice Vaticana, 405 páginas). La primera edición fue publicada en italiano y próximamente saldrá la versión en español, inglés y francés.

El libro contiene las ponencias del congreso internacional que reflexionó sobre este tema, que tuvo lugar en Roma del 7 al 9 de febrero de 2008, para conmemorar los 20 años de publicación de la Carta Apostólica Mulieris Dignitatem.

Este volumen busca evidenciar que una auténtica promoción de la mujer, pasa por una comprensión de lo femenino como una característica antropológica y no como una imposición cultural. Busca entender la reciprocidad entre varón y mujer como elemnto indispensable para entender y promover la totalidad del ser humano.

“Mujer y varón, la totalidad del humanum” contiene un discurso del Papa Benedicto XVI durante una audiencia ofrecida a los participantes del congreso que se realizó el día 9 de febrero.

“Se necesita una renovada investigación antropológica que, basándose en la gran tradición cristiana, incorpore los nuevos progresos de la ciencia y el dato de las actuales sensibilidades culturales, contribuyendo de este modo a profundizar no sólo la identidad femenina, sino también la masculina, también ella a menudo objeto de reflexiones parciales e ideológicas”, dijo el Santo Padre en su discurso.

También contiene un prefacio del cardenal Stanislaw Rylko. presidente del Pontificio Consejo para los Laicos.

El libro hace un balance del camino recorrido durante los últimos 20 años en el ámbito de la promoción de la mujer.

Reflexiona también sobre los nuevos paradigmas culturales así como las dificultades que deben enfrentar las mujeres para vivir su identidad y ayudar en reciprocidad fecunda con el hombre en la edificación de la Iglesia y de la sociedad.

Igualmente señala cómo la mujer debe poner sus dones al servicio del apostolado y la familia, así como el mundo del trabajo y la cultura, todas las riquezas del “genio” femenino, iluminado por un camino de santidad.

Otros textos incluidos en este volumen son “Balance de la perspectiva de la reflexión sobre la mujer a veinte años de la Mulieris Dignitatem”, del cardenal Antonio Cañizares Llovera; “Mujer y hombre, creados el uno para la otra”, de Paola Bignardi, “La reducción de la femenidad a objeto de consumo” de Helen Alvaré entre otros.

sábado, 24 de octubre de 2009

EN BUSCA DEL "AMOR"...



Yo no sé que haya nada más grande que dejarse en manos de DIOS; que entregarse a Jesús, para que siga su plan de AMOR: AMOR al Padre y AMOR a los hermanos. Nadie que pruebe lo suave que es su yugo y ligera su carga, puede volver la vista atrás.

Si todos buscamos AMOR y necesitamos dar AMOR, nadie más exigente que Dios, dando y esperando este AMOR. Por eso es suave su yugo: el AMOR lo hace así.

Si amas a alguien, sabrás lo fácil y bonito que resulta todo.
Dice una canción: "Cada día contigo es todo un verso". Las Hermanas Cristina, Isabel y Práxedes, cuando dicen que sí a esta invitación de Dios, no renuncian al amor, eligen el AMOR. Eligen AMAR.

Esto no se suele entender. Con frecuencia se escucha por ahí: ¡Qué lástima, tan jóven, tan bonita, con tantas posibilidades...y se va religiosa¡ nuestras Hermanas también lo escucharon: tantos valores humanos, amistades, atractivo, simpatía, capacidad de amar... y lo dejan todo por un AMOR que no se ve, ni se toca, y por una tarea que no brilla...

Yo digo: ¿Es que Jesús, que hizo las flores y modeló cada corazón, no se merece los ojos más bonitos y los mejores latidos...?

A Jesús se le puede amar con todo el corazón. Quien ama así, como Cristinas, Isabel y Práxedes, no puede dar lástima; porque no renuncian, eligen ; y eligen al AMOR de los amores y... "cada día con Cristo es todo un verso"...


Sor Mª Celina OSC




sábado, 17 de octubre de 2009

El aborto, "desastre ecológico"



Por monseñor Demetrio Fernández, obispo de Tarazona


TARAZONA, sábado, 17 de octubre de 2009 (ZENIT.org).- Publicamos la carta que ha escrito monseñor Demetrio Fernández, obispo de Tarazona, con motivo de la manifestación por la vida que se celebra este sábado en Madrid.



* * *



La cultura de la muerte sigue avanzando y va consiguiendo algunas conquistas. Recientemente ha sido aprobado por el Gobierno un proyecto de ley, que será aprobado en el Parlamento español con algunos retoques, según el cual el aborto, que hasta ahora era un delito, se convertirá en un derecho. Quedará de esta manera legalizado el pretendido derecho de toda mujer a matar al hijo de sus entrañas, apenas haya sido concebido e incluso hasta los tres meses de gestación. Asistimos de esta manera a un verdadero desastre ecológico.

El argumento que se usa es el de ampliar la libertad de la mujer, dejándola que ella decida si quiere llevar adelante su embarazo o quiere quitarse el problema de encima, una vez que ha concebido una nueva criatura en su vientre. Para ello se pondrán a su alcance todos los medios de la salud pública y las píldoras abortivas del día después gratuitamente. Sin embargo, esta libertad que se pretende otorgar atropella la vida naciente, que es del todo indefensa, e introduce una extorsión en el ser de la madre, haciendo violencia en su propio cuerpo e introduciendo una alteración hormonal, cuyas consecuencias son imprevisibles.

Sicológicamente, cada una de estas madres quedará marcada para toda su vida. Conseguirá quitarse de su vientre "algo" que hoy la estorba, pero no conseguirá quitarse de su mente y de su corazón el delito cometido. Conozco ya a bastantes mujeres que no se perdonan a sí mismas el haber cometido semejante atrocidad en su vida, y a las que hay que consolar con la misericordia de Dios. Una vez más, la mujer pagará los platos rotos de una situación de conflicto, en la que quizá ella sea la menos culpable. Una vez más, el grito feminista de libertad para la dignidad de la mujer, se ve ahogado por unas disposiciones que la convierten en simple objeto de placer pasajero e irresponsable.

Se trata de un verdadero desastre ecológico, que afecta al niño que ha de nacer, a la madre que lo ha concebido, al entorno de las personas que tienen que ver con el asunto (el padre de la criatura, los abuelos, los sanitarios, etc.) y a toda la sociedad que sufrirá el impacto negativo de este desastre ecológico. Por ejemplo, en Europa, desde que se ha legalizado y se ha generalizado la ley del aborto no han visto la luz 50 millones de niños, que hoy serían 50 millones de jóvenes, que tanta falta nos hacen a este continente que envejece prematuramente y se muere de tristeza y de desesperanza. La nueva ley del aborto multiplicará el número de los que no van a nacer en una Europa que necesita rejuvenecerse y necesita esperanza para vivir. Una región, un país, todo un continente que no es capaz de transmitir la vida, que no es capaz de transmitir a la generación siguiente aquella herencia de valores que ha recibido, es una región, un país, un continente enfermo de muerte.

Por eso, diferentes grupos sociales, que son sensibles a este desastre ecológico, han convocado una manifestación a favor de la vida, de la maternidad y de la mujer el 17 de octubre en Madrid. "Los obispos consideramos legítima y conveniente tal convocatoria y la participación en la misma". En muchas ciudades habrá manifestaciones en el mismo sentido. Luchemos por la vida. La vida es el futuro del hombre, nunca lo será la muerte. Apoyemos a las mujeres en dificultad, proporcionándoles los medios para asumir la preciosa tarea de una nueva maternidad. Y oremos todos al Señor para que tenga misericordia de nosotros.

sábado, 10 de octubre de 2009

Benedicto XVI otorga un premio honorífico a la Madre Angélica


Fundadora del canal de televisión católico EWTN


IRONDALE, jueves 8 de octubre de 2009 (ZENIT.org).-

Benedicto XVI ha otorgado el premio Pro Ecclesia et Pontifice a la Madre Angélica, fundadora del canal de televisión católico Eternal World Television Network (EWTN).

El Papa también concedió este premio, el honor más alto que el Santo Padre puede otorgar a laicos y religiosos, al diácono Bill Steltemeier, colaborador de EWTN.

El obispo de Brimingham, Alabama, monseñor Robert Baker, entregó las cruces de honor este domingo en una breve ceremonia tras la bendición dominical del Santuario del Santísimo Sacramento, en la sede del canal de televisión, en la ciudad estadounidense de Hanceville.

Rita Antoinette Francis Rizzo, conocida como Madre Angélica, tiene actualmente 86 años y pertenece a la orden de las Clarisas Pobres de la Adoración Perpetua.

Llegó a Alabama en el año 1961 para fundar el Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles en Irondale.

En 1981, montó la red de televisión en el garaje de su monasterio. En 1999, trasladó el Monasterio a un terreno en Hanceville, Alabama, donde construyó el Santuario del Santísimo Sacramento, en el que continúa viviendo con su comunidad de religiosas.

John C. Elson, director de coproducciones y adquisición de programas de EWTN, explica a ZENIT que la Madre Angélica "siempre nos ha dicho que nosotros como Iglesia y como empleados del canal 'tenemos que hacer el ridículo para que Dios pueda hacer lo milagroso'"

"Tenemos que lanzarnos. A veces, cuando uno tiene mucho temor a comenzar un programa, hay que dar nuestro 'sí' para que Dios pueda complementar nuestro 'sí' con nuestra fuerza y su Gracia".

El diácono Steltemeier, de 80 años, dejó su trabajo de abogado para ayudar a la Madre Angélica cuando EWTN estaba empezando. Trabajó como presidente de la red y actualmente preside el consejo directivo.

En su homilía, el obispo Baker afirmó que la medalla es “un reconocimiento significativo, por parte del Santo Padre, a las labores de amor de la Madre en apoyo de nuestra Iglesia”.

Por su parte, el presidente de EWTN, Michael P. Warsaw afirmó que la distinción “reconoce la enorme fe, el trabajo incansable y los indecibles sacrificios que ambos han hecho a lo largo de los años para fundar y consolidar la cadena”.

“Es además un gran honor para EWTN y constituye un claro signo de la importancia que reviste la misión del Canal para la Iglesia y para el Papa -añadió-. Estamos muy agradecidos a Su Santidad el Papa Benedicto XVI y al Obispo Baker por este honor”.

EWTN (en español, Red de Televisión de la Palabra Eterna) llega a millones de hogares de más de 140 países y territorios. Tiene servicios de televisión y radio por satélite, cadenas de radio AM y FM y editorial.

domingo, 4 de octubre de 2009

Detrás de cada sacerdote en pie hay una religiosa de rodillas



Un amor a Jesucristo ofrecido por todo el mundo

Las religiosas contemplativas son las esposas de Jesús. Su vida: amar a Cristo Eucaristía por todos los que no le aman; su misión: agradar a Dios con su gigantesca generosidad e interceder por sus hermanos los hombres. Desde sus claustros ellas son salvadoras de almas y alegres testigos de la existencia de Dios.

El pueblo de Israel salió a combatir contra Amalec mientras que Moisés subió a la cima del monte. “Y sucedió que, mientras Moisés tenía alzadas las manos (en oración), vencía Israel; pero cuando las bajaba, vencía Amalec” (Cf. Ex 17, 10-11). Mientras las religiosas continúen cumpliendo su misión de orar por la Iglesia, la Iglesia seguirá en pie; avanzando contra corriente. Ellas son la fuerza y el orgullo de la Iglesia.

Su tarea es rezar por los demás. Nadie escapa de sus oraciones, no por el tiempo que dedican, sino por lo amplio de su corazón. San Agustín dijo: “El tamaño de tu corazón es del tamaño de tus preocupaciones”. Su preocupación es la salvación eterna de todas las almas.

Juan Pablo II dijo: “En este Cuerpo místico que es la Iglesia, vosotras habéis elegido ser el corazón”. Si las almas de vida contemplativa son la fuerza y el corazón de la Iglesia, de su fidelidad depende que cuando vuelva el Hijo del hombre encuentre fe sobre la tierra (Lc 18, 8). “Si son lo que tienen que ser, encenderán fuego al mundo entero”.

Las religiosas de vida contemplativa son para mí el más ilustre testimonio de amor a Jesucristo; ellas le han dado a Dios su tiempo, su carne, su vida. ¡Ellas no se conforman con menos! Sólo la experiencia del amor ha sido el único motor capaz de impulsarlas hasta el grado de entrega que exige su vocación de esposas de Cristo y salvadoras de almas a través de la oración. El ideal que Cristo les propone es muy alto y digno de admiración. Entregan su vida para que nosotros tengamos vida.

Las madres contemplativas, con su inmortal oración, infunden un soplo de esperanza en la vida de la Iglesia y al hombre actual. Sus plegarias dan Vida a nuestras vidas. Nosotros, a ejemplo de ellas, debemos prepararnos para la contemplación eterna de Dios; he aquí la meta última para todos.

He conocido a varias de ellas y puedo decir que la felicidad que reflejan sus rostros son un dulce amanecer. Ellas reconocen con alegría que Cristo, su esposo, es el creador de la felicidad. La Iglesia confía y espera tanto de su amor a Cristo y a los hombres.