miércoles, 31 de diciembre de 2008

La noche vieja



¿Qué pasó con aquellos deseos que brotaron en nuestro corazón al terminar de oír las doce campanadas y nos hicieron decir: "¡Ahora sí, este año sí!

Suenan las campanas en el reloj.

Son las 12. Las 12 de la noche.

Parece
que los meses del año que termina, con sus días y sus horas se columpian en cada una de ellas... Doce meses, doce campanadas. El año se va. El año se acaba. Se esfuman los doce meses como en un conjuro de tiempo y eternidad. Los tuvimos en nuestras manos paro ya no volverán.

Fueron instantes nuestros, únicos e irrepetibles, vividos dentro de nuestro libre albedrío, hora tras hora y ahora se van, perdiéndose en la noche última del año. La noche vieja.

El poeta dice:

El indivisible tiempo
lo hemos dividido en años
y así decimos que pasa
cuando nosotros pasamos.


Así es, decimos que el tiempo se va cuando somos nosotros los que nos vamos. Decimos que el tiempo corre, que el tiempo vuela, pero los que corremos, los que volamos sobre el tiempo somos nosotros. El tiempo siempre está, el tiempo ni tiene tiempo, ni es joven ni viejo, nosotros si.

Las 12. Es Noche Vieja. Un año nuevo está por comenzar.

Las 12 horas del 31 de diciembre. ¿Qué hicimos con estos trescientos sesenta y cinco días? ¿Qué dijimos, qué pensamos una noche como esta pero del año pasado? ¡Cuántos planes, cuántas promesas, cuántos propósitos! ¿Somos los mismos de aquella noche de otras muchas noches o sentimos que fuimos limando las aristas de nuestro carácter, rellenando "baches" en los que caíamos una y otra vez, quitando obstáculos, que quizá amábamos pero que nos hacían tropezar en nuestro plan de ser mejores como seres humanos en nuestra plenitud y dignidad? ¿Qué pasó con aquellos deseos vehementes que brotaron en nuestro corazón al terminar de oír las doce campanadas y nos hicieron decir: "¡Ahora sí, este año nuevo sí!

Poco a poco se nos fueron aminorando las fuerzas, el entusiasmo, y llegó esa desgana o indiferencia por las cosas. La bruma de la rutina nos envolvió en sus días grises y nos heló el corazón y el coraje.

O no fue así... y sentimos que sí ha habido un cambio positivo. Que el sol del amor nos arropa y podemos repartir el calor que hay en nuestra alma a los demás. Que estamos en pie de lucha, que las 12 campanadas resuenan en nuestro corazón como el tañer de las campanas de la ermita invitándonos a orar.


Que cada campanada se un:

Perdón y gracias, Dios mío, me estás regalando otro año para crecer en la fe y en el amor a Ti y a los demás. El tiempo pasado está en Tus manos , el que comienza en las mías, pero quiero que Tu me acompañes a vivirlo!.


Y con el año que se va y el nuevo que comienza, en esta Noche Vieja, la más vieja del año, recordamos al poeta que nos dice:

Un año más, no mires con desvelo
la carrera veloz del tiempo alado
que un año más en la virtud pasado
un paso es más que te aproxima al cielo.


Y siguiendo con los versos terminaremos esta pequeña reflexión con uno que una noche como esta me inspiro:

Esta noche es "noche-vieja"
y yo hago un alto en mi camino,
sentada bajo la luna
abro mi alforja y la miro.
¿Qué es lo que tengo en ella?
Oro y plata:-Te lo cambio
por la sonrisa de un niño.

Quiero caminar descalza
por lo prados con rocío
quiero soltar mis amarras
y extender libre mis alas
y sentir mi poderío.

Poderío y libertad
olvidando el claro-oscuro
de ambiciones que esclavizan
tan pesadas como un yugo.

Esta noche es "noche vieja"
tengo el alma transparente,
cuando llegue el año nuevo
que me encuentre en la vereda
como quién vuelve a nacer,
sin sandalias ,sin alforja,
con la piel limpia de luna
las estrellas en mi pelo
y cantando el "aleluya".

Esta noche es noche vieja,

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Genealogía del Salvador


Fuente: Catholic.net
Autor: P. José Rodrigo Escorza

Mateo 1, 1-17



Libro de la generación de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus hermanos, Judá engrendró, de Tamar, a Fares y a Zara, Fares engendró a Esrom, Esrom engendró a Aram, Aram engendró a Aminadab, Aminadab engrendró a Naassón, Naassón engendró a Salmón, Salmón engendró, de Rajab, a Booz, Booz engendró, de Rut, a Obed, Obed engendró a Jesé, Jesé engendró al rey David. David engendró, de la que fue mujer de Urías, a Salomón, Salomón engendró a Roboam, Roboam engendró a Abiá, Abiá engendró a Asaf, Asaf engendró a Josafat, Josafat engendró a Joram, Joram engendró a Ozías, Ozías engendró a Joatam, Joatam engendró a Acaz, Acaz engendró a Ezequías, Ezequías engendró a Manasés, Manasés engendró a Amón, Amón engendró a Josías, Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando la deportación a Babilonia. Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel engendró a Zorobabel, Zorobabel engendró a Abiud, Abiud engendró a Eliakim, Eliakim engendró a Azor, Azor engendró a Sadoq, Sadoq engendró a Aquim, Aquim engendró a Eliud, Eliud engendró a Eleazar, Eleazar engendró a Mattán, Mattán engendró a Jacob, y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la que nació Jesús, llamado Cristo. Así que el total de las generaciones son: desde Abraham hasta David, catorce generaciones; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce generaciones; desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones.


Reflexión


¿Quién no recuerda el reloj – aquel calendario en lo alto de la Torre Eiffel – anunciando los días y las horas que restaban para el fin de siglo y de milenio? Y cada vez que se lanza un nuevo cohete espacial se produce una “cuenta atrás” que es seguida por cientos de personas que han trabajado durante meses, quizás años en el proyecto.

Son ejemplos que pueden servirnos para hablar de la “cuenta atrás” por excelencia en la historia entre Dios y los hombres. La genealogía de Jesús es un resumen, hora a hora, del tiempo desde la creación, en su ir transcurriendo hasta llegar a “su plenitud”. La hora “cero”, la hora de Jesús el Mesías había llegado y los evangelistas, como buenos reporteros, nos la ilustran.

Hay
que poner los relojes en “hora” para celebrar en su justo momento el final de una cuenta atrás. Pero, ¿a que nos sirve a nosotros que hemos venido después del gran advenimiento de la venida del Señor? No olvidemos que el Señor ha de volver. Tan clara era esta conciencia de la segunda venida de Jesucristo, que muchos de los primeros discípulos creían que era algo inminente. Han pasado más de dos mil años y “esperamos su gloriosa venida” que se producirá al final de los tiempos. Mientras tanto, la vida litúrgica, año a año, nos ofrece la posibilidad de revivir esta “cuenta atrás” en la vivencia de los misterios de la vida de Jesucristo, sobre todo de su nacimiento, pasión y resurrección - ascensión a los cielos. No es un mero recordatorio, como podrían ser la celebración de un cumpleaños o aniversario. Porque la presencia real de Jesucristo entre nosotros nos introduce en el misterio del tiempo y de la eternidad. Y en cada celebración eucarística se tiende un puente estas dos dimensiones.

Dios se hace más presente en mi corazón si lo recibo con mejores disposiciones, si soy más consciente que Él viene esta Navidad, que sufre en su Pasión, y al fin Resucita glorioso. La liturgia es un medio maravilloso para vivir profundamente este misterio por el que cada uno puede renovar con Jesús aquello mismo que sucedió hace dos milenios. No hay tiempo para Dios.

Nuestras “cuenta atrás” para esta Navidad, por ejemplo, serán únicas, no habrá otra igual... porque es por dentro, en el reloj de nuestras almas, donde se marca el pulso de nuestro tic-tac de cara a Dios.

sábado, 20 de diciembre de 2008

El Papa explica el misterio de la Navidad: “el Sentido se ha hecho carne”


La Navidad, “mucho más que el nacimiento de un gran personaje”


CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 17 de diciembre de 2008 (ZENIT.org).-

Benedicto XVI ha aclarado que para los cristianos la Navidad es mucho más que el recuerdo del "nacimiento de un gran personaje".

El Papa aprovechó que en este miércoles comenzaba la Novena de Navidad para dedicar la catequesis de la audiencia general, concedida en el Aula Pablo VI, a explicar el sentido de esta fiesta, en la que "incluso los no creyentes perciben como algo extraordinario y trascendente, algo íntimo que habla al corazón".

Los valores de la sencillez, de la amistad y de la solidaridad, que tanto se exaltan en estas fiestas, afirmó el Papa, "no bastan para asimilar plenamente el valor de la Navidad".

"En Navidad, por tanto, no nos limitamos a conmemorar el nacimiento de un gran personaje; no celebramos simplemente y en abstracto el misterio del nacimiento del hombre o en general el nacimiento de la vida; tampoco celebramos sólo el principio de una nueva estación".

"Nosotros sabemos que ésta celebra el acontecimiento central de la historia: la Encarnación del Verbo divino para la redención de la humanidad", añadió.

Explicando el significado que en griego tiene la palabra Logos, que es la que san Juan utiliza en el prólogo de su Evangelio para referirse a Cristo, el Papa hizo notar que además de traducirse como "el Verbo", que es la transposición corriente, Logos significa también "el Sentido".

Por tanto, explicó el Papa, el "Sentido eterno" del mundo "se ha hecho tangible a nuestros sentidos y a nuestra inteligencia: ahora podemos tocarlo y contemplarlo", y ese "sentido" "no es simplemente una idea general inscrita en el mundo", sino que es "una Persona que se interesa por cada uno de nosotros".

"Sí, existe un sentido, el sentido no es una protesta impotente contra el absurdo. El Sentido es poderoso: es Dios. Un Dios bueno, que no se confunde con cualquier poder excelso y lejano, al que nunca se podría llegar, sino un Dios que se ha hecho cercano a nosotros".

Pero ¿por qué Dios se ha hecho un niño indefenso?, se pregunta el Papa.

"En la gruta de Belén, Dios se muestra a nosotros humilde 'infante' para vencer nuestra soberbia", responde.

"Quizás nos habríamos rendido más fácilmente frente al poder, frente a la sabiduría; pero Él no quiere nuestra rendición; apela más bien a nuestro corazón y a nuestra decisión libre de aceptar su amor".

"Se ha hecho pequeño para liberarnos de esa pretensión humana de grandeza que surge de la soberbia; se ha encarnado libremente para hacernos a nosotros verdaderamente libres, libres de amarlo", añadió.

En la Navidad confluyen por tanto dos caminos, sobre los que el Papa invita a la reflexión en estas fiestas: "por una parte, el dramatismo de la historia en la que los hombres, heridos por el pecado, están permanentemente buscando la felicidad y un sentido satisfactorio de la vida y la muerte".

"Por otra, la bondad misericordiosa de Dios, que ha salido al encuentro del hombre para comunicarle directamente la Verdad que salva, y hacerle partícipe de su amistad y de su vida", concluyó.

Por Inma Álvarez

sábado, 13 de diciembre de 2008

El pincel celestial de Natalia Tsarkova



Entrevista con la artista rusa, pintora oficial del Papa

ROMA, domingo, 7 diciembre 2008 (ZENIT.org).- Rusa de nacimiento lleva casi una vida en Roma. Con tan sólo 5 años comenzó a pintar y a sus 41 años es una de las pintoras más importantes del mundo y no porque posea una barita mágica, todo lo contrario, la mayoría del día sus dedos sostienen un pincel que muchos considerarían de celestial por haberla ayudado a retratar a varios Papas, cardenales, obispos, familias reales, aristocráticos y personajes de la cultura y del espectáculo.

Y es que Natalia Tsarkova, mujer y ortodoxa, ya es conocida por todos como la retratista oficial de los Papas. Algún medio de comunicación ya la ha denominado como la Miguel Angel de siglo XXI. Natalia ha abierto las puertas de su casa en Roma a ZENIT. Un apartamento con vistas al Vaticano y lleno de cuadros que no permiten averiguar el color de las paredes. Ahí, entre lienzo y lienzo, hablando un italiano malo pero muy divertido, nos confiesa con humildad que el futuro no la preocupa y que tiene muy claro el mensaje que quiere que aporten sus cuadros.

--¿Qué siente al ser la única pintora que retrata a su santidad el Papa?

--Natalia Tsarkova: Es un gran honor y sobre todo una gran responsabilidad y una gran alegría. Ser apreciada por los Papas para retratarlos, como le pasó a Rafael, a Velázquez a Pedro de Cortona. Para mí ha sido algo muy importante y además que ha cambiado mi vida. Me siento muy feliz, muy contenta y aún más al ser parte de la historia.

--¿Por qué ha decidido retratar Papas y centrarse en el ambiente de Iglesia católica?

--Natalia Tsarkova: Creo que trabajar en la Iglesia, en este mundo espiritual viene de una serie de coincidencias que han sucedido en mi vida y creo que no suceden por que sí, diría que ha sido la divina Providencia. He entendido que este es mi lugar y tengo que continuar este camino. Me siento preparada para ello y lo siento en el corazón, porque trabajar haciendo santos por ejemplo, trabajar de esta forma espiritual, me ha dado entender cómo es mi persona, mi espíritu, y entender mi fe, profundizando en ella. He podido aprender muchas cosas de mí misma.

--¿Qué quiere conseguir con sus cuadros?

--Natalia Tsarkova: Quiero que un retrato aporte un mensaje de paz y de amor. Así que tiene que ser más que un retrato, una composición que ofrezca un mensaje e intento construir ese mensaje a partir de símbolos, colores o una posición. Como en el retrato del Papa Benedicto XVI, la capa roja como símbolo de la fe y el amor, el Espíritu Santo que ilumina el mundo, hay ángeles que toman vida y está el símbolo del diálogo con este mundo a través del libro, el discurso. Toda esta simbología crea el mensaje. Y yo quiero contribuir con mi pincel, aunque sea de forma pequeña, para conseguir la paz.

--En uno de sus últimos cuadros, el retrato del padre Giaccomo, aparece un niño con síndrome de Down. ¿Cómo se inspira para retratar estos personajes?

--Natalia Tsarkova: Para mí es muy importante entender los personajes. Por esto me fui a atender a enfermos, a ayudar a Lourdes y a Loreto para entenderlos mejor. Siempre intento meterme dentro de la atmósfera. Cuando he tenido que representar la virtud de la caridad he ido a Tierra Santa para sentirlo ahí.

--Hoy estudiamos a Miguel Ángel, Da Vinci y posiblemente las generaciones futuras estudien a Natalia Tsarkova. ¿Qué le pasa por la mente al pensar en esto?

--Natalia Tsarkova: Pintar estos cuadros es una gran satisfacción y una gran alegría. Pero me siento muy responsable al hacerlo. No pienso en esto, cuando hago un cuadro. Quiero que sea bello y el futuro ya se verá. No pienso que soy grande, sólo que tengo que crear un mensaje con cada cuadro. Quiero ayudar con mis cuadros a conseguir la paz y es un honor que me reciba el Santo Padre, por ejemplo cuando hice su retrato. Es siempre una emoción y una satisfacción.

Por María de la Torre

De monjita en monjita 6


(Ya empezaba a acostumbrarme...)

Todo comenzó habiendo recibido permiso para entrevistar brevemente a Teresa de Calcuta.

Arturo Guerra

El Cura de Ars y la Confesión

…De Francia pasé a Italia, a Turín, 1883. Llegué, después de mucho preguntar, a una de las escuelas de Bosco. Toqué la puerta. Me abrió un niño como de doce años a quien anuncié:

– Soy un periodista interesado en hablar con Bosco.

– ¡Ah!… Don Bosco. Un momento, voy a avisarle.

Al cabo de cinco minutos llegó a la puerta un sacerdote de sotana negra y me saludó amablemente. Me invitó a pasar. Entonces yo le dije:

– Señor Bosco, soy un periodista que está realizando una investigación religiosa y quisiera hacerle alguna pregunta.

– Adelante, el que no pregunta se come sus propias dudas.

– Disculpe, eso que ustedes llaman confesión, donde uno va a un sacerdote para contarle lo malo que uno ha hecho en la vida, ¿no sirve simplemente para dar razones piadosas que tranquilicen al penitente? ¿No provoca que no se busquen otras salidas más racionales a los problemas reales? ¿No es una especie de estrategia para lograr que todos sigan dentro del sistema?

Sonrió y me respondió:

– Mira, amigo, para responderte esta duda yo te invitaría a que conocieras la vida del Cura de Ars.

– ¿Dónde está Ars?

– En Francia. Lo que pasa es que este sacerdote murió ya hace varios años, cuando yo tenía 44.

– Muchas gracias, señor Bosco. Hasta la vista.

Y no parecía idóneo

Ya empezaba a acostumbrarme.

Abrí el santoral: Ars, Cura de. Se llamaba Juan María Vianney. Un cura que por poco no es cura debido a lo mal que llevaba los estudios. Sus superiores no querían ordenarle. Sólo por la insistencia de uno de ellos que sostenía que, a pesar de sus pocas cualidades, era un seminarista de buen corazón, al fin recibió el sacramento del sacerdocio. En un inicio no le concedieron la licencia para confesar pues no le consideraban apto. Su obispo lo asignó a una remota parroquia rural: Ars. Una vez que contó con el permiso, llegó a dedicar más de 15 horas diarias a escuchar penitentes. ¡Vaya manera de desperdiciar el tiempo! Al cabo de unos años, venían gentes de los alrededores y de más lejos a pedirle confesión: campesinos, princesas, niños, cardenales, monjas, frailes... En el libro se menciona que lo único que poseía era su sotana y que era capaz de regalar sus zapatos y medias si por la calle veía a algún necesitado. Y si comprobaba que los pantalones del pordiosero eran peores que los suyos, se los cambiaba… (Continuará).

domingo, 7 de diciembre de 2008

Muere Olga Bejano, la pentapléjica más longeva del mundo



Olga Bejano, pentapléjica durante más de 20 años, ha fallecido la pasada madrugada a las 5.30 debido a una parada cardiorrespiratoria.

Entrevista con Olga en 2007

libroslibres.com

Logroño, 5 de diciembre de 2008.

La famosa riojana Olga Bejano sufría una fuerte neumonía desde hacía varios días, complicada con una fiebre muy alta, lo cual precipitó de forma irreversible la parada cardiorrespiratoria que acabó con su vida, según ha explicado a LibrosLibres la enfermera que la atendió hasta el último día.

Olga Bejano contrajo en 1987 una enfermedad neuromuscular que terminó paralizando la práctica totalidad de su cuerpo: durante más de 20 años no pudo hablar, ni ver, respiraba artificialmente y se alimentaba a través de una sonda.

Sin embargo, encontró un método para comunicarse con el mundo: haciendo unos garabatos aparentemente incomprensibles con los impulsos de su rodilla, que sus distintas enfermeras aprendieron a traducir lentamente al abecedario. Gracias a este original sistema, Olga había publicado con gran éxito tres libros: "Voz de Papel", "Alma de color salmón" y "Los Garabatos de Dios", todos ellos editados por LibrosLibres. Su último libro, precisamente, era una lúcida reflexión sobre la grandeza y los límites del ser humano y, especialmente, sobre la capacidad de superación de las personas. Actualmente se encontraba escribiendo su cuarto libro, titulado "Alas Rotas".

Vivir al límite

"Todos sabemos que lo peor de una enfermedad incurable es el principio y el final. Mi sprint final, por mucho motivos, me está resultando muy difícil, por eso pido oraciones en abundancia. Siempre os estaré agradecida porque habéis sido un estímulo para seguir viviendo al límite de lo imposible." explicaba Olga Bejano en la última entrevista que concedió.

En los últimos tiempos, Olga había protestado públicamente por una disputa político-administrativa en el Gobierno de la Rioja que le impedía contar con una enfermera todos los días y le obligaba a estar en cama la mayor parte del tiempo. Por ese motivo, la autora había decidido devolver la Medalla de Oro de La Rioja, que le había sido concedida hacía diez años.

Olga y Ramón Sampedro

Olga Bejano comenzó a ser más conocida cuando, hace cuatro años, la película Mar Adentro, protagonizada por Javier Bardem en el papel del tetrapléjico Ramón Sampedro, consagró la eutanasia como forma de acabar con el sufrimiento y lo quiso elevar a la categoría de "derecho humano". Gracias a la película se supo que Olga y Ramón habían mantenido breve correspondencia, hecho que también había contado Olga en su segundo libro, "Alma de color salmón". En él, la autora relataba: "Ramón me dijo que no podía entender cómo en esas condiciones yo quería seguir viviendo; le respondí que tenía tantas ganas o más que él de irme. Al contrario que él, yo sí era creyente y quería que Dios decidiera cuál era mi día y mi hora, mientras tanto lucharía por conseguir la asistencia que necesito. […] Le propuse, ¿por qué en vez de luchar para morir no luchas para vivir? ¿Por qué no luchas por conseguir una vida independiente, personal que te cuide, una silla eléctrica que te lleve de paseo, un ordenador que puedas usar con la voz? Yo nunca diré sí o no a la eutanasia, daré testimonio con mi vida, los hechos son lo único que cuenta".

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