domingo, 27 de julio de 2014

Desde Málaga, Luis y Miriam, con 5 hijos, se van de misioneros a Irlanda, país en grave crisis de fe

Jesús Catalá, obispo de Málaga, presidió este martes por la tarde el envío misionero de una familia malagueña a Irlanda.

La familia es la de Luis Merino, Miriam Rodríguez y sus cinco hijos, pertenecientes a una de las comunidades neocatecumenales presentes en la parroquia de la Purísima Concepción de María de Málaga.

En próximas semanas estos misioneros partirán hacia la ciudad irlandesa de Dundalk.

La celebración del envío tuvo lugar en el templo parroquial en el contexto de la Eucaristía que concelebraron el párroco de la Purísima, Francisco Molina; el de Ntra. Sra. de Gracia, Aurelio López; y el recién ordenado Francisco J. Martínez.

Don Jesús Catalá aprovechó la figura de santa María Magdalena, cuya conmemoración se celebraba ese día, para insistir en tres pilares fundamentales de la vida cristiana: la fidelidad, ser testigos y el amor que parte hacia los hermanos.

Para el responsable de las comunidades neocatecumenales de la parroquia, Manuel Burgos, «fue una ceremonia muy emotiva en la que participaron numerosos fieles que llenaron el templo. En su homilía,
En ese sentido animó a la familia enviada a imitar la figura de esta santa, primer testigo de la Resurrección del Señor, en esta nueva misión que la Iglesia les ha encomendado».

En el transcurso de la celebración, la comunidad a la que pertenece el matrimonio realizó la proclamación solemne del Credo, la síntesis de la fe de la Iglesia que van a transmitir en su nuevo país de residencia.






Irlanda, en crisis de fe
A pesar de que Irlanda es un país tradicionalmente católico, el proceso de secularización está siendo muy virulento. Parroquias que contaban con una asistencia a la misa dominical de 1.500 personas, se encuentran ahora con menos de una treintena de fieles. Los misioneros malagueños parten, pues, a petición del obispo local que los solicita. Su trabajo consistirá en apoyar la labor de la comunidad parroquial en todo aquello que se les encomiende.













sábado, 19 de julio de 2014

Carolina terminó derecho y entra en las carmelitas con 21 años: un compañero de clase la entrevista

Luisfer Martínez publica en www.respublica.es una entrevista a una compañera de curso, Carolina Martínez; ambos han terminado recientemente la carrera de Derecho, pero ella ya sabe lo que va a hacer: entrar en un convento de carmelitas siguiendo la máxima de Santa Teresa. Esta es una entrevista que sintetiza los interrogantes que despierta hoy una vocación a la clausura entre los adultos jóvenes. Republicamos algunas de las preguntas (la entrevista íntegra está en Respublica.es).

Carolina es navarra, de las que usan el ‘ico’ al final de casi todas las palabras, de las que vibran con lo foral, con cada tramo de la ciudadela y con cada adoquín de la Plaza del Castillo.

Carolina iba a comenzar su tesis doctoral el próximo mes de septiembre, pero le surgió otro evento en agosto. El evento tiene que ver con un monasterio de clausura en el que va a pasar su vida. [...]

- ¿Hay contacto real con Dios?

 
- Sí. Hombre, no le voy a ver, ¿sabes? Pero rezando sí hay contacto real con Dios. Aunque eso no solo en el convento, pienso que todo cristiano tiene que tener ese contacto. Si no, tendría una forma muy… solitaria de rezar.

-¿Qué buscas en el convento? ¿Ser feliz o hacer feliz a alguien?

 
-No entro ahí para buscar mi propia felicidad, eso ya te lo digo, y no creo que nadie lo haga (lo que no quita que tengo la certeza de que voy a ser feliz ahí). Pero tampoco voy para hacer feliz a alguna persona en concreto. A ver, es difícil de explicar, mi entrada y la felicidad de otros no es una relación directa causa-efecto. Yo no busco expresamente que alguien sea feliz; de hecho, probablemente yo nunca vea los “resultados” que busco entrando al convento. Pero sé que desde ahí voy a ayudar a los demás, y eso es lo que quiero.

- ¿En qué consiste esa felicidad?

 
- No tanto el hecho de que yo entre ahora en un convento, sino más bien el hecho de que existan personas que deciden dejarlo todo para ayudar a gente que no conocen de nada, da un ejemplo a los demás, y quizá una o dos personas (y con eso es suficiente) se paren a pensar un poco, y conozcan cosas que igual nadie les ha enseñado.

[...]

- ¿Qué vas a hacer cuando te aburras?

 
- Pues ver la tele no, eso seguro –se ríe-. Por lo que me dicen las hermanas carmelitas, no voy a tener tiempo para aburrirme, pero ya te contaré cuando esté allí.

- ¿Cuánto tiempo has pensado hasta tomar una decisión tan importante para tu vida?

 
- Varios meses. Tampoco fue algo que se me ocurriera de golpe eh, fue más progresivo, no sé, poco a poco. Pero así más en serio me lo planteé a principios de este año.

[...]

- ¿Qué dicen tus amigos?

 
- Pues la verdad es que se alegran, así me pierden de vista… –se ríe mientras niega con la cabeza-. Pero sí se alegran, alguna casi llora y todo -y alguno-. Bastantes flipan porque no es lo primero que te esperas de una chica de 21 años, ¿no? Y además tampoco soy la típica chica que está mucho en casa, y la imagen -errónea- que se tiene de las monjas es de mujeres serias y/o aburridas; pero somos normales. Todos tienen también mucha curiosidad, porque es un mundo muy desconocido entre los jóvenes.

- ¿A quién se lo contaste primero y por qué?

 
- Aparte de a un sacerdote y a una amiga, a mi madre. Primero porque es mi madre y quería que lo supiese la primera; segundo porque me iba a ir dos días a visitar un convento (no el de carmelitas) y estaba en plenos exámenes y era muy raro que desapareciese de casa dos días, y tercero porque me da buenos consejos.

- ¿Es para siempre? ¿Y si te equivocas pero es demasiado tarde para rectificar?

 
- Ser monja es para siempre, para siempre. Lo he repetido intencionadamente, para que quede claro. Si te equivocas cuando ya es demasiado tarde para rectificar, como dices, pues ya nada, qué quieres que te diga, como todo en la vida. Pero no se entra a un convento directamente como monja, igual que no te casas con el primero que conoces, ¿no? Yo no voy con la idea de “jo, y a una mala, ¿me puedo ir?”, no tendría sentido entrar así, y si hay alguna chica que esté en mi situación pero con esa idea, puede quedarse en su casa que hará mejor.

»Pero también por algo hay un tiempo de discernimiento, y una debe ser prudente al tomar una decisión así. Darse cuenta de que uno se ha equivocado cuando ya es demasiado tarde no es lo normal, otra cosa es que alguien cambie de opinión, o algo así, porque esto no es entrar al convento y ya está todo hecho, es una respuesta a Dios que tienes que dar cada día, y somos libres, y podemos decir que no cuando ya llevamos varios años dentro. En eso también hay que tener cuidado, la vocación no es algo momentáneo, es para toda la vida, y hay que vivirla día a día.

- ¿Separarte del mundo no es egoísta, como dejar de lado al resto de gente?

 
- No. A mí también se me pasó eso por la cabeza cuando me estaba planteando ser monja, porque todo el mundo tiene sus problemas, y era consciente de que al irme, físicamente, no iba a estar tan pendiente de asuntos que me preocupan. Pero no, no me voy a desentender de la gente, todo lo contrario, quiero muchísimo a mi familia y a mis amigos, y el hecho de que me vaya a otro sitio no implica dejarles de lado. Soy afortunada al poder decir que casi todos saben que voy a estar con ellos más que hasta ahora, aunque sea desde un convento, y creo que también es un punto de unión para ellos, porque al fin y al cabo, es algo que no es lo más normal, tener una amiga o hermana monja.

[...]

- ¿Entre el Cielo y la tierra con qué te quedas?

 
– Se ríe antes de contestar la pregunta- Con el Cielo, sin pensarlo. Un poeta, Alphonse de Lamartine, dijo: “el tiempo es tu navío, no tu morada“, y leyendo “Historia de un alma“, Santa Teresita recordaba la cita un poco distinta, y decía “la vida es tu navío, no tu morada“, que a mí me gusta más; vamos, que aquí estamos de paso.

- ¿Es tan grande Dios como para entregar una vida entera?

 
- Mira, si cada persona que existe en el mundo le entregase su vida entera, aún me parecería poco. Lo mínimo que yo puedo hacer, lo mínimo, ¿eh?, es entregarle mi vida entera. Pero esto lo digo para todos, la única forma de darle tu vida no es entrando en un convento o haciéndote cura, puedes casarte o vivir con 20 gatos y entregarle tu vida a Dios.

- Qué es lo que más te preocupa ahora mismo, por lo que más vas a rezar.

 
- Por las conversiones, para que todo el mundo conozca a Dios.

- ¿Qué es lo que más te atrae de la orden?

 
- Qué difícil… Creo que la entrega que supone, el olvidarse de todo menos de Dios: “Solo Dios basta…” Conlleva una fortaleza que me llamó mucho la atención a la hora de decidirme no por ser monja en general, sino carmelita descalza.

[...]

- ¿Qué estás haciendo durante los días inmediatamente anteriores a la entrada?

 
- Rezar, sacar tiempo para estar con mis amigas y con mi familia, y hacer limpieza de cosas de mi cuarto, nada del otro mundo, no voy a hacer puenting ni cosas por el estilo.

[...]

- Cuando le conté tu historia a una amiga me contestó asustada con la pregunta ‘¿y no puede ni pintarse las uñas?’ Seguro que hasta una monja tiene algo de presumida, ¿no?

 
- Lo de las uñas ni me había parado a pensarlo en concreto -se ríe-. Sí que hay cosas que me he preguntado en ese aspecto, pero mira, es tan secundario comparado con el cambio de vida que supone entrar en un convento de clausura que me preocupa bastante poco. No, para mí no es importante en absoluto dejar de pintarme las uñas, maquillarme, ir de tiendas o salir de fiesta.

sábado, 12 de julio de 2014

«La medicina de Santa Hildegarda ve al hombre como conjunto físico, socio-emocional y espiritual»

Acaba de publicarse en español un libro que ejerce desde hace años una enorme influencia en Centroeuropa: el Manual de Medicina de Santa Hildegarda (LibrosLibres), de los doctores Wighard Strehlow y Gottfried Hertzka. La clínica alpina que fundó este último tras la Segunda Guerra Mundial, situada junto al Lago Constanza, es un foco de irradiación de la denominada medicina hildegardiana, basada en las obras de la célebre mística medieval.

Juan Antonio Timor ha sido el traductor y editor de la obra y dirige una tienda on line, CasaSantaHildegarda.es, que distribuye productos y remedios difíciles de encontrar en el mercado.

-¿Quién fue Santa Hildegarda de Bingen?
-Esta santa, realmente poco conocida en nuestro país, fue una monja alemana de la orden benedictina que entró a la vida religiosa a la edad de ocho años habiendo tenido ya muchas visiones que, por otra parte, le duraron toda su vida. Nació el año 1098 y falleció el 17 de septiembre del año 1179 a los 81 años con una gran fama de santa, ya en vida.

-¿Cuál era su formación?
-Al entrar al monasterio solo había recibido una instrucción muy rudimentaria y tuvo que aprender latín para poder rezar el Oficio Divino. Así que cuando recibió la orden de la “Luz Viva” y de la “Voz” que escuchaba de escribir lo que veía y oía tuvo que recurrir a un secretario y a una monja de su comunidad que manejaban el latín mucho mejor que ella. Entre los libros que dictó los hay de teología, de ciencias naturales, de música, de medicina …e incluso un obra sobre psicoterapia ¡y estamos hablando de una monja del siglo XII! Por su vida y sus milagros ha sido declarada santa y además por el conjunto de su obra se le ha nombrado Doctora de la Iglesia.


Juan Antonio Timor.

-Entonces ¿no recibió formación sobre medicina o sobre las propiedades curativas de las plantas?

-Ella se define como una pobre religiosa con una formación escasa para la tarea que el Señor le encomendó pero, por otra parte, reconoce que todo su saber le viene de lo alto. Estas son palabras suyas: “Todas las criaturas, los animales, la plantas… esconden secretos misteriosos de Dios que ningún ser humano, ninguna criatura, conoce a no ser que Dios se los revele”.

-¿Qué aportan sus escritos médicos al hombre del siglo XXI?

-Ella nos aporta un punto de vista revolucionario, en el sentido de considerar la salud y la enfermedad de una manera muy actual y novedosa. Quien está enfermo quiere recuperar la salud. Para la santa la curación es del alma, del cuerpo y de la relación con el Creador, que nos mantiene vivos por amor. Es una medicina que ve al hombre en su conjunto. Lo físico, lo socio-emocional y lo espiritual.

-Este saber médico ¿en qué se concreta en la práctica?
-En lo corporal es fundamental una correcta alimentación, y en su caso tomar o aplicar los remedios que ella indica y que le fueron inspirados. A nivel mental-emocional, ella describe la acción de 35 pares de vicios-virtudes generadores de salud o enfermedad y da una serie de consejos para modificar la inclinaciones negativas que nos enferman y cambiarlas por las fuerzas positivas que nos curan. En el plano natural-social hemos de ser conscientes de que formamos parte del universo y nuestro entorno físico y humano serán mas sanos o generarán enfermedad según nuestro comportamiento. En el plano sobrenatural, una relación con el Creador armoniosa es un factor curativo potentísimo e imprescindible.

-¿La curación abarca entonces también todos esos aspectos?
-Después de una enfermedad, la verdadera curación supondrá un estado de salud global superior al momento previo a enfermar. Esto se corresponde con la afirmación de la santa sobre las enfermedades: no son ni castigos ni desgracias, son oportunidades que se nos brindan de orientar nuestra existencia en la dirección correcta.

-¿Qué entiende Santa Hildegarda por una correcta alimentación?
-Tenemos que hablar de los alimentos que ella llama alimentos-remedio. El que ocupa el primer lugar es la espelta. La espelta o escanda, como se ha conocido en algunas regiones españolas desde tiempo inmemorial, es un cereal muy primitivo del grupo de los llamados trigos vestidos (por tener el grano muy protegido) que no se deja hibridar y se ha conservado en toda su pureza.



-¿Con qué frecuencia debe tomarse?

-Para ella, una correcta alimentación se basa en que la espelta esté presente en las tres comidas diarias, cocinada de diferentes maneras. Solo introduciendo este cambio en nuestra alimentación ya iniciamos un proceso curativo y de regeneración de nuestro sistema digestivo, inmunitario, circulatorio…

-¿Qué otros alimentos recomienda?
-El segundo alimento-medicina es el hinojo. Ambos convienen tanto a los sanos como a los enfermos (cosa que se puede afirmar de muy pocos nutrientes). Se puede consumir como verdura (bulbos), en infusión, en polvo para algunos remedios y a todas horas. Las castañas y los membrillos también estarían en esta categoría de ser, a la vez, alimentos y medicinas para nuestras enfermedades. También son muy importantes muchas frutas y verduras. Aunque no todas ni tomadas de cualquier manera.

-¿No siempre son saludables?
-Pues no siempre. Cada criatura, y las frutas y verduras también lo son, esconde un principio sutil que es lo que determina sus propiedades, buenas o malas, en lo referente a nuestra salud. También hay alimentos que crudos son nocivos y cocinados son saludables. Pero independientemente de la forma de prepararlos, hay alimentos que tenemos que evitar si queremos conservar la salud: son los que ella llama “los cuatro venenos de la cocina”.

-¿Qué es eso de los venenos de la cocina?

-Son las fresas, las ciruelas, los melocotones y los puerros. Cualquier plato o preparación a base de estos ingredientes nos resultará nocivo, pues el principio sutil de cualquier alimento no desaparece ni con la cocción ni con otras formas de preparación culinaria. Una persona sana no enfermará inmediatamente después de consumir cualquiera de estos alimentos, pero estará minando su salud en lugar de fortalecerla. De todas formas ya nadie ignora que en la temporada de las fresas o melocotones los casos de alergias, asma y eczemas se multiplican y a las personas con problemas de piel o de alergias les prohíben estos alimentos. Solo que ella lo escribió hace más de ochocientos años y porque la Voz así se lo dijo.

-Y las verduras, ¿qué pasa con ellas?

-Las verduras, en general, son saludables pero no deben consumirse nunca crudas y unas son mejores que otras para la salud. Ya hemos mencionado las excelencias de los bulbos de hinojo cocinados de múltiples formas. A modo de curiosidad, digamos que las cebollas son muy sanas cocidas, pero no es conveniente tomarlas crudas. En el Manual al que nos referimos aparecen listas detalladas.

-¿Y qué pasa con las ensaladas? ¿No son saludables?
-Santa Hildegarda nos indica la manera de poder comer ensalada no solo sin que nos perjudique sino resultándonos beneficiosa. Las comidas deben comenzar siempre por un plato caliente. Ella compara el estómago con una caldera que necesita alcanzar una temperatura inicial para funcionar adecuadamente. Si comenzamos con alimentos crudos y fríos sometemos a nuestro sistema digestivo a un sobreesfuerzo que a la larga nos enfermará. No debemos empezar nunca una comida con alimentos crudos.

-¿Cómo preparar la ensalada, entonces?

-La ensalada se debe aliñar bien con aceite, vinagre de vino, sal y algo de azúcar, para que ningún sabor predomine sobre los otros, y dejar que sea “predigerida” por el aliño al menos durante 15-20 minutos antes de comerla. Si además le añadimos granos de espelta cocidos ya tenemos no solo un alimento saludable, que favorecerá nuestra digestión, sino que estamos tomando un remedio para nuestro sistema nervioso.

-¿Cualquier verdura vale?
-Estas propiedades de la lechuga trocadero o romana o los canónigos no las tienen ni la escarola ni las endivias, que ella desaconseja formalmente. En el Manual se detalla toda una lista de alimentos, tanto de origen vegetal como animal, especias y condimentos, con su propiedades sutiles y la forma de prepararlos para que resulten beneficiosos para nuestra salud.

-Hablemos ahora de cosas más concretas. ¿Qué recomienda Santa Hildegarda en caso de catarro?
-Para los catarros y gripes recomienda tomar remedios preventivos: bebida de ajenjo para tomar de mayo a octubre, y el polvo de la raíz de Anacyclus pyrethrum, que fortalece el sistema inmunitario, y remedios concretos para casos agudos. Existe un preparado a base de Geranio en polvo (Pelargonium) que, si se huele varias veces después del primer estornudo y los escalofríos precursores de una gripe o un catarro, es capaz de evitar que pasen adelante.

-¿Y si no ha habido prevención?

-En casos de catarros ya instalados, una cucharadita de un remedio compuesto de 1 parte de hinojo y 3 partes de eneldo molidos, puesta a tostar sobre un tiesto de barro, aspirando el humo mientras se tuesta y comiendo estos polvos tostados sobre un trozo de pan de espelta, resolvieron un catarro acompañado de tos. Tos que a esa persona le duraba varios meses después de cada catarro. Esta tos no se ha vuelto a repetir desde hace ya más de un año a pesar de algún catarro leve.

-Para una persona con problemas circulatorios y de corazón ¿qué recomienda Santa Hildegarda?

-Tiene lo que ella llama “la gran cura del corazón”, que no podemos describir aquí con detalle. Pero le voy a citar dos remedios, uno de los cuales, el polvo de raíz de galanga, nadie nunca antes había citado como remedio capaz de resolver una crisis cardiaca con un resultado fulminante y sin efectos secundarios. Ni en los herbarios medievales, ni en manuscritos del mundo árabe, ni en los latinos, ni en los griegos aparece descrita la galanga con esas propiedades tan maravillosas. El otro remedio es el polvo de Dictamnus albus, que, tomado con regularidad en tres pizcas al día en las comidas, tiene la virtud de hacer desaparecer la placas de grasa en los vasos sanguíneos y mejorar la circulación.

-¿Son eficaces?
-Tomando con regularidad estos dos remedios, la Galanga para casos agudos, y el polvo de Dictamnus albus para una limpieza a medio plazo, además de seguir un régimen de comidas saludable a base de espelta, frutas y verduras y algo de carne y pescado (consultar el Manual citado), la situación mejora de manera sensible. Para las piernas con mala circulación, con flebitis, etc., dormir con las piernas en contacto con una piel de tejón o llevar zapatillas de piel de tejón obra maravillas con un efecto muy rápido.

-A una persona con flatulencias y mal aliento ¿qué le recomienda la santa?
-Para empezar, adoptar el régimen de Santa Hildegarda, pero otra vez nos aparece la galanga: recomienda, en casos de digestiones difíciles o excesos de comida, tomar un par de comprimidos de galanga, que producen un alivio muy rápido. Para el mal aliento aconseja tomar hasta nueve comprimidos de hinojo al día, a la vez que se pueden tomar varios vasos de infusión de hinojo durante la jornada. Ella afirma que, en poco tiempo, el mal aliento e incluso el mal olor corporal desaparecerán.

-¿Qué puede hacer alguien que tenga pesadillas o incluso bruxismo nocturno?
-Para estos casos recomienda dormir con un cojincito de tela de algodón o lino relleno de betónica troceada, una hierba que desprende un aroma sutil y agradable, que aleja las pesadillas y procura un sueño reparador y tranquilo. La acción de la betónica se ve reforzada por una laja de jaspe rojo debajo de la almohada o llevando una pulserita de ese jaspe rojo en la muñeca.

-El alcance de la medicina hildegardiana abarca entonces todos los aspectos de la salud exhaustivamente...
-Son recetas y consejos prácticos de cómo acercarse a esta manera de cuidar nuestra salud tomándonos a las personas en toda nuestra globalidad.


 Enrique Rodríguez / ReL

sábado, 5 de julio de 2014

Coreanas esclavizadas sexualmente por el Japón Imperial estarán en la misa papal y quizá les reciba

Un grupo de mujeres surcoreanas que fueron usadas como esclavas sexuales por el ejército japonés durante la Segunda Guerra Mundial, participarán en la Misa que el Papa Francisco celebrará el 18 de agosto en la Catedral de Myeongdong, en Seúl, con ocasión de su visita a Corea del Sur.

Según la prensa local, la Arquidiócesis de Seúl informó este lunes que se ha invitado a estas mujeres, llamadas en los años de la guerra “mujeres de confort”, a participar de la ceremonia con Francisco.

Sin embargo, aún no se sabe si el Pontífice podrá reunirse personalmente con las ex esclavas sexuales supervivientes, muchas de ellas católicas.

El Papa visitará Corea del Sur del 14 al 18 de agosto para participar en la VI Jornada de la Juventud asiática, en una visita histórica al ser la tercera de un pontífice al país asiático y la primera en 25 años desde que San Juan Pablo II viajó a la península en 1989.

Este trágico episodio afectó a unas 200.000 niñas y adolescentes –más de la mitad coreanas-, que fueron reclutadas forzosamente por el imperio japonés, el cual dominó a Corea desde 1910 a 1945.

Durante años las autoridades japonesas negaron estos abusos, hasta que debido a las pruebas claras tuvo que reconocerlo y excusarse en 1993. Sin embargo, para Seúl estas disculpas no fueron sinceras y reclama indemnizaciones para las víctimas.

Actualmente hay unas 54 mujeres sobrevivientes mayores de 80 años.


 Aciprensa