Por: Redacción | Fuente: Red Familia
Todos los que hemos tenido un adolescente en casa sabemos de sus cambios de ánimo, mal humor o rebeldía.
Para los que no han tenido la fortuna de tener un hijo adolescente, hoy
tendrán la oportunidad de conocer un poquito de esta maravillosa etapa.
Según
la Organización Mundial de la Salud (OMS) la adolescencia abarca de los
10 a los 19 años. Es una etapa muy complicada tanto para el adolescente
como para sus padres, ya que, contrario a lo que podríamos pensar, es
necesario estar más al pendiente de los jóvenes.
Es
fundamental estar bien enterados sobre los cambios físicos que están
atravesando y de las nuevas relaciones sociales que están apareciendo en
su vida, ya que es justo en estas nuevas interacciones sociales,
distintas a su familia, en donde empiezan a conocer otras
formas de relación, de expresarse y de comportarse que podrían marcarlos
de manera definitiva.
Por
ello, es necesario que los padres estén presentes para supervisar y
orientar en caso de que el joven se ponga en una situación de riesgo que
pueda salirse de control.
Una de las actitudes que vemos con mayor frecuencia en esta etapa es la de ir en contra de toda normatividad.
Los padres generalmente mencionan que su hijos se han vuelto rebeldes,
ya que se enfrentan en discusiones con ellos por detalles tan simples
como solicitar un permiso o por la manifestación del deseo de no asistir
a la escuela.
Cambian
su manera de vestir, de peinarse y hasta de expresarse. Se olvidan de
los buenos modales que les enseñaron sus padres y expresan su desacuerdo
con las normas sociales y todo aquello que represente una autoridad.
Sin embargo, no
es que la adolescencia esté caracterizada por actitudes negativas,
simplemente los niños que anteriormente obedecían y cuestionaban muy
poco las indicaciones que se les daban, ahora han crecido y están
empezando a tomar sus propias decisiones y a cuestionar las reglas bajo las cuales crecieron. Será necesario cambiar la forma de relacionarnos y dirigirnos a ellos.
En Red Familia queremos darte algunos tips que te ayudarán a sobrellevar esta importante etapa en la vida de la familia y a mejorar la relación con tu hijo adolescente.
1.-
Deja pasar los enfrentamientos por temas que no tienen importancia
como: modas, forma de peinar, cambios en su habitación, entre otros, que
solo desgastarán la relación familiar…
2.- Elige tus batallas.
3.-No
tengas miedo a la culpabilidad. Si se toma una decisión en pareja como
padres, sosténganla mientras esta no ponga en riesgo la integridad de su
hijo.
4.-Sé firme, la disciplina es fundamental para su desarrollo. Ellos necesitan límites.
5.-Genera una comunicación efectiva, trata de poner en la mesa temas que le agraden: se sentirá identificado.
6.-Evita
hablar de castigos, más bien procura que asuma las consecuencias de
haberse saltado una regla o de haber realizado un acto inadecuado.
7.-Asegúrate de que se cumplan las sanciones resultantes de sus actos.
No olvide que la vida familiar es muy importante para el adolescente, en ella puede encontrar el apoyo y el amor necesarios para construirse un mejor futuro. Y recuerda, ¡en la familia está la solución!