¿Qué tan importante deberá ser tu formación humana para que puedas desarrollar y ejecutar con más éxito la tarea de ser una mujer profesional? ¿Cómo te ayudará una sólida formación humana a ser mejor.
Formarse a sí misma es forjar el propio temple moral, es encontrar aquellos valores con los que te identificarás y por lo tanto apoyarán en todo lo que hagas. Es muy importante que como mujer recuerdes que al trabajar para una organización trabajas para servir a la sociedad y para servirla mejor, deberemos de exigirnos a nosotras mismas lograr ser mujeres profundamente humanas. Los valores te dignifican y te humanizan, hacen de tí una mujer de carácter ya que te identificas con algo. Esto es importante por que a la hora de ser ética, entablar relaciones humanas y tomar decisiones indudablemente ellos serán los parámetros que expresarán tu conducta.
Se hace urgente que la cultura de valores se manifieste dentro de las empresas. Ante una clara caída de los mismos, hoy más que nunca se necesitan mujeres valientes, comprometidas, que quieran hacer una diferencia y realicen su trabajo de forma creativa. Como mujer decidida a hacerlo estarás más consciente de tus deberes, lucharás por ser en todo momento honesta, competente y estarás imbuida de un profundo sentido social que te hará más capaz de rechazar la inclinación hacia el egoísmo, para preferir más la riqueza del amor que el amor a la riqueza.(1)
Dentro de esa formación humana, ¿cuáles son los valores que inspiran a los demás en la empresa?
- tu generosa dedicación y empeño: siempre atenta a las exigencias de la justicia, la misericordia y la solidaridad.
- la fuerza de tu amor: como cristiana conseguirás importantes objetivos. Entre ellos iluminar con tu fuerza interior el mundo de tus colegas de una forma nueva para ellos.
- tu creatividad humana: aporta ideas dinámicas, ten iniciativas geniales y ofrece sacrificios generosos pues ellos harán que en tu departamento se respire un “aire” diferente.
- tu sensibilidad femenina: que crea un clima de paz, comprensión y fraternidad.
-tu capacidad para ser amiga: en un mundo en donde lamentablemente se nos utiliza para lograr los propios objetivos, un valor que dará trascendencia a tu trabajo es convertirte en verdadera amiga de tus compañeras. ¿Siendo confidente? No. Acogiendo a cada una tal y como es, sin juzgar y sin esperar las mismas atenciones. Hay muchas mujeres que están sedientas por saber lo que es el verdadero cariño, cuando este viene de otra mujer y realmente nos motiva a mejorar, evolucionas como mujer. En tus manos está el aportar ese valor de la amistad a aquellas que no lo tienen o nunca lo han conocido.
¿Cómo hacer de estos valores parte de mi naturaleza?
Cuando hay una serie de motivos los suficientemente buenos como para movernos a cambiar de dirección o a ejecutar actividades que serán para nuestro bien, generalmente ponemos todo nuestro empeño hasta lograrlo. ¿Qué contribuye a esto? La perseverancia que no se cansa, la disciplina que repite y repite. Perseverancia, disciplina y compromiso nos ayudan a formar hábitos. Por ejemplo, si he descubierto que soy poco generosa a la hora de hacer mi trabajo y quiero hacer de este valor parte de mi vida, empezaré a enfocarme en el desarrollo de ese valor.
Puedo decidirme a hacerlo durante un período de cuatro semanas y al descubrir que se hace parte de mi naturaleza proseguir al siguiente valor. ¿Cuál será el que escojas? No lo sé, pero te aseguro que hará una gran diferencia en tu vida, sobre todo los valores que vayas practicando y desarrollando ayudaran a enriquecer tu personalidad de mujer y de mujer profesional. En el aspecto profesional, estos valores, que tu misma te decidas a perseguir te harán distinguirte entre aquellas profesionales que talvez no los tengan. La formación humana completa como te das cuenta, implica una profundización seria y comprometida del ejercicio de los valores.
Querida amiga que trabaja, gracias por asistir, ayudar, facilitar, apoyar, organizar, redactar y dignificar a la mujer en el trabajo con tu generosa entrega. Gracias por estar abierta a la posibilidad de seguirte formando humanamente para poder ser transmisora ideal de los valores humanos y espirituales que tanto necesitan nuestras empresas. Todo lo que haces es importante y sin ti los hombres dentro de las empresas se volverían literalmente “locos”.
Sheila Morataya-Fleishman
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