Politkóvskaya nació en Nueva York en 1958, en donde sus padres de origen soviético ucraniano trabajaban como diplomáticos en las Naciones Unidas. Estudió periodismo en la Universidad Estatal de Moscú, graduándose en 1980; su primer trabajo como profesional fue en el periódico Izvestia. Desde junio de 1999 escribió en las columnas de la versión digital del diario Novaya Gazeta. Recibió números premios por sus libros que trataban el conflicto checheno y el régimen de Putin, su obra más reciente fue La Rusia de Putin. Recibió varias amenazas de muerte por su trabajo.
En varias ocasiones participó en negociaciones para liberar a rehenes de secuestro, incluyendo la crisis de octubre de 2002 de Osetia del Norte, en la que chechenos secuestraron a los asistentes a un teatro de Moscú. Durante la Masacre de la escuela de Beslán en 2004, fue atendida por un misterioso caso de intoxicación, después de que tomara un té en el vuelo que la llevaría a Beslán para ayudar en las negociaciones con los terroristas chechenos. Enfermó gravemente, perdió el conocimiento y no pudo intervenir en el conflicto. La causa de su enfermedad no pudo ser determinada según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ).
En varias ocasiones participó en negociaciones para liberar a rehenes de secuestro, incluyendo la crisis de octubre de 2002 de Osetia del Norte, en la que chechenos secuestraron a los asistentes a un teatro de Moscú. Durante la Masacre de la escuela de Beslán en 2004, fue atendida por un misterioso caso de intoxicación, después de que tomara un té en el vuelo que la llevaría a Beslán para ayudar en las negociaciones con los terroristas chechenos. Enfermó gravemente, perdió el conocimiento y no pudo intervenir en el conflicto. La causa de su enfermedad no pudo ser determinada según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ).
En una conferencia por la libertad de prensa organizada por Reporteros Sin Fronteras en Viena, en diciembre de 2005, Politkovskaya dijo: "La gente a veces paga con su vida por decir bien claramente lo que piensa. De hecho, una persona puede incluso ser asesinada por proporcionarme información. No soy la única que está en peligro. Hay ejemplos que prueban lo que digo".
Politkovskaya recibió una aprobación general por su trabajo en Chechenia, donde frecuentemente visitó hospitales y campos de refugiados para hacer sus entrevistas y escribir sus reportajes. Escribió numerosos artículos críticos con la guerra de Chechenia, incluyendo algunos especialmente dedicados a exponer los abusos bajo el mandato de Ramzan Kadyrov, primer ministro checheno apoyado por Rusia.
También escribió un libro crítico con la presidencia de Putin, sobre todo contra su política durante la Segunda Guerra Chechena. Dio testimonio incansablemente de violaciones de los derechos humanos y abusos policiales en Chechenia y otras regiones del Cáucaso norte. En 2003 publicó un libro llamado 'Un pequeño rincón del infierno: crónicas desde Chechenia', que pintaba el cuadro de una guerra brutal en la que miles de ciudadanos inocentes eran torturados, hechos desaparecer o asesinados a manos de las autoridades federales chechenas.
Los críticos de los artículos de Politkovskaya la han acusado de tomar partido al centrar sus informaciones en las fuerzas federales rusas, pero lo cierto es que también criticó las tácticas brutales de los rebeldes.
Politkóvskaya fue encontrada muerta por una vecina con varios balazos en su cuerpo el sábado 7 de octubre de 2006 en el ascensor del edificio donde vivía en el centro de Moscú.Fuentes policiales informaron que junto al cuerpo se encontraron cuatro balas y una pistola.
Las primeras informaciones apuntan a que se trató de un asesinato por encargo, ya que recibió dos disparos, uno de ellos en la cabeza, pero no está claro quién encargó el asesinato. El hecho de que el crimen ocurriera el día del cumpleaños del presidente ruso Vladimir Putin es, en opinión de algunos, significativo.
Su asesinato fue investigado por Alexander Litvinenko, ex-espía ruso que vivía en Londres con su familia, que al poco tiempo murió por envenenamiento.
Actualmente se la ha otorgado, de manera póstuma, en la ciudad de Medellín, Colombia, el premio de la UNESCO "Guillermo Cano" en el marco del Seminario de la Libertad de Prensa por su trabajo en la guerra separatista de Chechenia.
Gentileza, Omar Romano
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