sábado, 12 de julio de 2014

«La medicina de Santa Hildegarda ve al hombre como conjunto físico, socio-emocional y espiritual»

Acaba de publicarse en español un libro que ejerce desde hace años una enorme influencia en Centroeuropa: el Manual de Medicina de Santa Hildegarda (LibrosLibres), de los doctores Wighard Strehlow y Gottfried Hertzka. La clínica alpina que fundó este último tras la Segunda Guerra Mundial, situada junto al Lago Constanza, es un foco de irradiación de la denominada medicina hildegardiana, basada en las obras de la célebre mística medieval.

Juan Antonio Timor ha sido el traductor y editor de la obra y dirige una tienda on line, CasaSantaHildegarda.es, que distribuye productos y remedios difíciles de encontrar en el mercado.

-¿Quién fue Santa Hildegarda de Bingen?
-Esta santa, realmente poco conocida en nuestro país, fue una monja alemana de la orden benedictina que entró a la vida religiosa a la edad de ocho años habiendo tenido ya muchas visiones que, por otra parte, le duraron toda su vida. Nació el año 1098 y falleció el 17 de septiembre del año 1179 a los 81 años con una gran fama de santa, ya en vida.

-¿Cuál era su formación?
-Al entrar al monasterio solo había recibido una instrucción muy rudimentaria y tuvo que aprender latín para poder rezar el Oficio Divino. Así que cuando recibió la orden de la “Luz Viva” y de la “Voz” que escuchaba de escribir lo que veía y oía tuvo que recurrir a un secretario y a una monja de su comunidad que manejaban el latín mucho mejor que ella. Entre los libros que dictó los hay de teología, de ciencias naturales, de música, de medicina …e incluso un obra sobre psicoterapia ¡y estamos hablando de una monja del siglo XII! Por su vida y sus milagros ha sido declarada santa y además por el conjunto de su obra se le ha nombrado Doctora de la Iglesia.


Juan Antonio Timor.

-Entonces ¿no recibió formación sobre medicina o sobre las propiedades curativas de las plantas?

-Ella se define como una pobre religiosa con una formación escasa para la tarea que el Señor le encomendó pero, por otra parte, reconoce que todo su saber le viene de lo alto. Estas son palabras suyas: “Todas las criaturas, los animales, la plantas… esconden secretos misteriosos de Dios que ningún ser humano, ninguna criatura, conoce a no ser que Dios se los revele”.

-¿Qué aportan sus escritos médicos al hombre del siglo XXI?

-Ella nos aporta un punto de vista revolucionario, en el sentido de considerar la salud y la enfermedad de una manera muy actual y novedosa. Quien está enfermo quiere recuperar la salud. Para la santa la curación es del alma, del cuerpo y de la relación con el Creador, que nos mantiene vivos por amor. Es una medicina que ve al hombre en su conjunto. Lo físico, lo socio-emocional y lo espiritual.

-Este saber médico ¿en qué se concreta en la práctica?
-En lo corporal es fundamental una correcta alimentación, y en su caso tomar o aplicar los remedios que ella indica y que le fueron inspirados. A nivel mental-emocional, ella describe la acción de 35 pares de vicios-virtudes generadores de salud o enfermedad y da una serie de consejos para modificar la inclinaciones negativas que nos enferman y cambiarlas por las fuerzas positivas que nos curan. En el plano natural-social hemos de ser conscientes de que formamos parte del universo y nuestro entorno físico y humano serán mas sanos o generarán enfermedad según nuestro comportamiento. En el plano sobrenatural, una relación con el Creador armoniosa es un factor curativo potentísimo e imprescindible.

-¿La curación abarca entonces también todos esos aspectos?
-Después de una enfermedad, la verdadera curación supondrá un estado de salud global superior al momento previo a enfermar. Esto se corresponde con la afirmación de la santa sobre las enfermedades: no son ni castigos ni desgracias, son oportunidades que se nos brindan de orientar nuestra existencia en la dirección correcta.

-¿Qué entiende Santa Hildegarda por una correcta alimentación?
-Tenemos que hablar de los alimentos que ella llama alimentos-remedio. El que ocupa el primer lugar es la espelta. La espelta o escanda, como se ha conocido en algunas regiones españolas desde tiempo inmemorial, es un cereal muy primitivo del grupo de los llamados trigos vestidos (por tener el grano muy protegido) que no se deja hibridar y se ha conservado en toda su pureza.



-¿Con qué frecuencia debe tomarse?

-Para ella, una correcta alimentación se basa en que la espelta esté presente en las tres comidas diarias, cocinada de diferentes maneras. Solo introduciendo este cambio en nuestra alimentación ya iniciamos un proceso curativo y de regeneración de nuestro sistema digestivo, inmunitario, circulatorio…

-¿Qué otros alimentos recomienda?
-El segundo alimento-medicina es el hinojo. Ambos convienen tanto a los sanos como a los enfermos (cosa que se puede afirmar de muy pocos nutrientes). Se puede consumir como verdura (bulbos), en infusión, en polvo para algunos remedios y a todas horas. Las castañas y los membrillos también estarían en esta categoría de ser, a la vez, alimentos y medicinas para nuestras enfermedades. También son muy importantes muchas frutas y verduras. Aunque no todas ni tomadas de cualquier manera.

-¿No siempre son saludables?
-Pues no siempre. Cada criatura, y las frutas y verduras también lo son, esconde un principio sutil que es lo que determina sus propiedades, buenas o malas, en lo referente a nuestra salud. También hay alimentos que crudos son nocivos y cocinados son saludables. Pero independientemente de la forma de prepararlos, hay alimentos que tenemos que evitar si queremos conservar la salud: son los que ella llama “los cuatro venenos de la cocina”.

-¿Qué es eso de los venenos de la cocina?

-Son las fresas, las ciruelas, los melocotones y los puerros. Cualquier plato o preparación a base de estos ingredientes nos resultará nocivo, pues el principio sutil de cualquier alimento no desaparece ni con la cocción ni con otras formas de preparación culinaria. Una persona sana no enfermará inmediatamente después de consumir cualquiera de estos alimentos, pero estará minando su salud en lugar de fortalecerla. De todas formas ya nadie ignora que en la temporada de las fresas o melocotones los casos de alergias, asma y eczemas se multiplican y a las personas con problemas de piel o de alergias les prohíben estos alimentos. Solo que ella lo escribió hace más de ochocientos años y porque la Voz así se lo dijo.

-Y las verduras, ¿qué pasa con ellas?

-Las verduras, en general, son saludables pero no deben consumirse nunca crudas y unas son mejores que otras para la salud. Ya hemos mencionado las excelencias de los bulbos de hinojo cocinados de múltiples formas. A modo de curiosidad, digamos que las cebollas son muy sanas cocidas, pero no es conveniente tomarlas crudas. En el Manual al que nos referimos aparecen listas detalladas.

-¿Y qué pasa con las ensaladas? ¿No son saludables?
-Santa Hildegarda nos indica la manera de poder comer ensalada no solo sin que nos perjudique sino resultándonos beneficiosa. Las comidas deben comenzar siempre por un plato caliente. Ella compara el estómago con una caldera que necesita alcanzar una temperatura inicial para funcionar adecuadamente. Si comenzamos con alimentos crudos y fríos sometemos a nuestro sistema digestivo a un sobreesfuerzo que a la larga nos enfermará. No debemos empezar nunca una comida con alimentos crudos.

-¿Cómo preparar la ensalada, entonces?

-La ensalada se debe aliñar bien con aceite, vinagre de vino, sal y algo de azúcar, para que ningún sabor predomine sobre los otros, y dejar que sea “predigerida” por el aliño al menos durante 15-20 minutos antes de comerla. Si además le añadimos granos de espelta cocidos ya tenemos no solo un alimento saludable, que favorecerá nuestra digestión, sino que estamos tomando un remedio para nuestro sistema nervioso.

-¿Cualquier verdura vale?
-Estas propiedades de la lechuga trocadero o romana o los canónigos no las tienen ni la escarola ni las endivias, que ella desaconseja formalmente. En el Manual se detalla toda una lista de alimentos, tanto de origen vegetal como animal, especias y condimentos, con su propiedades sutiles y la forma de prepararlos para que resulten beneficiosos para nuestra salud.

-Hablemos ahora de cosas más concretas. ¿Qué recomienda Santa Hildegarda en caso de catarro?
-Para los catarros y gripes recomienda tomar remedios preventivos: bebida de ajenjo para tomar de mayo a octubre, y el polvo de la raíz de Anacyclus pyrethrum, que fortalece el sistema inmunitario, y remedios concretos para casos agudos. Existe un preparado a base de Geranio en polvo (Pelargonium) que, si se huele varias veces después del primer estornudo y los escalofríos precursores de una gripe o un catarro, es capaz de evitar que pasen adelante.

-¿Y si no ha habido prevención?

-En casos de catarros ya instalados, una cucharadita de un remedio compuesto de 1 parte de hinojo y 3 partes de eneldo molidos, puesta a tostar sobre un tiesto de barro, aspirando el humo mientras se tuesta y comiendo estos polvos tostados sobre un trozo de pan de espelta, resolvieron un catarro acompañado de tos. Tos que a esa persona le duraba varios meses después de cada catarro. Esta tos no se ha vuelto a repetir desde hace ya más de un año a pesar de algún catarro leve.

-Para una persona con problemas circulatorios y de corazón ¿qué recomienda Santa Hildegarda?

-Tiene lo que ella llama “la gran cura del corazón”, que no podemos describir aquí con detalle. Pero le voy a citar dos remedios, uno de los cuales, el polvo de raíz de galanga, nadie nunca antes había citado como remedio capaz de resolver una crisis cardiaca con un resultado fulminante y sin efectos secundarios. Ni en los herbarios medievales, ni en manuscritos del mundo árabe, ni en los latinos, ni en los griegos aparece descrita la galanga con esas propiedades tan maravillosas. El otro remedio es el polvo de Dictamnus albus, que, tomado con regularidad en tres pizcas al día en las comidas, tiene la virtud de hacer desaparecer la placas de grasa en los vasos sanguíneos y mejorar la circulación.

-¿Son eficaces?
-Tomando con regularidad estos dos remedios, la Galanga para casos agudos, y el polvo de Dictamnus albus para una limpieza a medio plazo, además de seguir un régimen de comidas saludable a base de espelta, frutas y verduras y algo de carne y pescado (consultar el Manual citado), la situación mejora de manera sensible. Para las piernas con mala circulación, con flebitis, etc., dormir con las piernas en contacto con una piel de tejón o llevar zapatillas de piel de tejón obra maravillas con un efecto muy rápido.

-A una persona con flatulencias y mal aliento ¿qué le recomienda la santa?
-Para empezar, adoptar el régimen de Santa Hildegarda, pero otra vez nos aparece la galanga: recomienda, en casos de digestiones difíciles o excesos de comida, tomar un par de comprimidos de galanga, que producen un alivio muy rápido. Para el mal aliento aconseja tomar hasta nueve comprimidos de hinojo al día, a la vez que se pueden tomar varios vasos de infusión de hinojo durante la jornada. Ella afirma que, en poco tiempo, el mal aliento e incluso el mal olor corporal desaparecerán.

-¿Qué puede hacer alguien que tenga pesadillas o incluso bruxismo nocturno?
-Para estos casos recomienda dormir con un cojincito de tela de algodón o lino relleno de betónica troceada, una hierba que desprende un aroma sutil y agradable, que aleja las pesadillas y procura un sueño reparador y tranquilo. La acción de la betónica se ve reforzada por una laja de jaspe rojo debajo de la almohada o llevando una pulserita de ese jaspe rojo en la muñeca.

-El alcance de la medicina hildegardiana abarca entonces todos los aspectos de la salud exhaustivamente...
-Son recetas y consejos prácticos de cómo acercarse a esta manera de cuidar nuestra salud tomándonos a las personas en toda nuestra globalidad.


 Enrique Rodríguez / ReL

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