sábado, 9 de agosto de 2014

Fallece por ébola en Monrovia la misionera Chantal Pascaline, que el equipo español no rescató

La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios ha confirmado el fallecimiento esta madrugada de sábado de la hermana Chantal Pascaline Mutwamene, misionera de la Inmaculada Concepción, natural del Congo, de 47 años, como consecuencia del virus del ébola en el Hospital San José de Monrovia, en Liberia.

Según ha indicado la Orden en un comunicado, el fallecimiento se ha producido "a pesar de los cuidados que estaba recibiendo por parte de un enfermero voluntario, que es la persona que está atendiendo también al hermano Georges Combey, que también se encuentra en un estado muy preocupante de salud".

El hospital ha sido aislado por las autoridades liberianas: allí solo están los enfermos y este enfermero voluntario.

La nota de la Orden de San Juan de Dios recuerda que esta orden y su ONG Juan Ciudad intentan enviar "un equipo de profesionales sanitarios lo antes posible".

Tienen en marcha la campaña ´Paremos el Ebola en África del Oeste´ en la página web www.juanciudad.org, que recoge fondos para ayudar a sus dos hospitales en la zona: el de Monrovia (ahora colapsado bajo el ébola) y el de Sierra Leona.

Los religiosos con Ébola que se quedaron en Liberia tras la salida en la madrugada del jueves del sacerdote español y de la hermana con pasaporte español Juliana Bonoha aseguraron haber perdido la esperanza tras varios días pidiendo que también se les sacara del país a ellos y dijeron estar "esperando la muerte".

"Estamos esperando la muerte", aseguró a Europa Press la hermana Catherine, una de las religiosas que, junto a las Misioneras de la Inmaculada Concepción Chantal y Paciencia, permanecían aisladas.

Los religiosos reclamaron ser trasladados a España al igual que sus hermanos: "Llevamos cuatro o cinco días pidiendo y pidiendo y pidiendo pero no habido forma", remarcó.

Según explicó la religiosa, los que aún permanecían asilados en el convento contiguo al hospital, ella, las hermanas Chantal y Paciencia y un hermano de San Juan de Dios, se encontraban "mal". "Si no hay medicamento para esto --señalaba Catherine--, ¿recuperarnos? Estamos esperando la muerte. Los síntomas debilitan mucho".

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