sábado, 24 de marzo de 2018

DOMINGO de RAMOS 2018






Día 25 Domingo de Ramos en la Pasión del Señor

Nos ofrece la Iglesia en el Domingo de Ramos, para que los recordemos y meditemos una vez más, los acontecimientos de la vida de Nuestro Señor que culminan su obra redentora en la tierra. Y convendrá que, no sólo hoy, sino también los próximos días de la Semana Santa, meditemos pausadamente en esas escenas de la Pasión que, de un modo tan claro, nos muestran el amor de Dios por el hombre y la maldad del pecado. Pero hoy, siguiendo los pasos a de Jesús y acompañados de los apóstoles y de tantos que le vitorearon aquel día, recordamos contentos la aclamación que recibió Jesús. Nos interesa mucho evocar aquella circunstancia, relativamente frecuente en su vida, aunque no faltaran también a menudo los momentos en que sufrió la incomprensión, la crítica inconsiderada y hasta la violencia de la gente. Las más de las veces, en todo caso, el pueblo sencillo reunido reconoce la bondad de Jesús, se muestran agradecidos y, de un modo natural, expresan sus sentimientos aclamándole. ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!, dice con toda razón la gente. Viene en el nombre de Dios y está ahí. Está por ellos, para ellos, a favor de ellos, como está ahora junto a nosotros aunque no le vean nuestros ojos. Aquellas gentes son para nosotros un permanente ejemplo, un recordatorio de que, teniendo a nuestro Dios tan cerca, es de justicia que nos sintamos felices. La cercanía del Señor reclama de sus hijos que demos testimonio de alegría, de optimismo, de seguridad, de paz. Es necesario que los demás nos noten sin temores a pesar del dolor y las contrariedades, a pesar de las dificultades habituales o incluso extraordinarias de nuestra vida. El estado de ánimo de un cristiano, por ser hijo de Dios, contrastará necesariamente con el de los hombres que no tienen fe o no la practican. Por tanto, si alguna vez nos sentimos tristes, reaccionaremos con prontitud: un pensamiento sobrenatural, y ¡arriba ese corazón! Jamás tenemos derecho a estar tristes. Nunca llevamos razón: por muchos aspectos negativos que nos sintamos forzados a contemplar, por grande que sea el sufrimiento, siempre será más cierto y más objetivo, que Dios nuestro Señor nos contempla con cariño paternal, aunque no sepamos reconocerlo. Tal vez –cuando por alguna circunstancia especial nos pese más la tristeza– sea entonces el momento de reaccionar y, estimulados quizá por ese sinsabor, abriremos los ojos del alma, hasta reconocer que el Señor pasa triunfante ante nosotros y para nosotros como siempre. De continuo es una buena ocasión para la alegría. Aunque en nuestra vida haya penas, no deben ser jamás tan profundas como para introducirnos en una absoluta tristeza. Seríamos injustos por no darle importancia a que Dios está junto a nosotros de continuo: siempre junto a nosotros y a nuestro favor. El Domingo de Ramos, día de alegría también en la liturgia, puede y debe ser, en este sentido, una jornada de siempre, habitual para cada uno: vivir es un permanente Domingo de Ramos. Pero, antes de las alabanzas, nos cuenta San Marcos un suceso muy interesante porque de algún modo hizo posible la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Jesús encomienda a dos de sus discípulos una pequeña tarea. Deben realizar un misterioso encargo, consistente en traerle un borrico joven –en el que nadie había montado todavía– para que, a la usanza de los grandes personajes de Israel, pudiera recibir adecuadamente la aclamación del pueblo.

sábado, 17 de marzo de 2018

Cómo llevar la autoridad y respeto con los hijos.

5 Tips para lograr ejercer una autoridad adecuada con nuestros hijos y lograr así el respeto.

Por: Silvia del Valle | Fuente: www.tipsmama5hijos.com





Este tema es medular para tener una vida familiar estable y feliz.
Es por esto que yo considero un arte el tema de la autoridad y respeto con los hijos por eso hoy te dejo mis 5 Tips para lograr ejercer una autoridad adecuada con nuestros hijos y lograr así el respeto.


PRIMERO. La autoridad viene de Dios.
 

Por mucho que queramos a nuestros hijos, ellos deben comprender que nosotros somos los papás y que tenemos una gracia especial para poder educarlos y que la autoridad que tenemos sobre ellos nos la ha dado Dios por el simple hecho de que somos sus papás.
La autoridad sana es aquella que guía y convence y no vence a costa de lo que sea.

Ejercer la autoridad también conlleva una gran responsabilidad ya que de ella depende la salvación de las almas de los que están bajo su cuidado.



SEGUNDO. Pon límites.
 

Es muy importante aprender a poner límites claros y que los hijos los conozcan bien.
También es necesario aprender a decir “no” sin sentir culpas o remordimientos ya que es necesario ir acotando los pasos de nuestros hijos para que vayan por el camino más seguro para cumplir la meta.
Los límites deben ser claros y deben tener una consecuencia si los pasan. Nuestros hijos los deben conocer y estar conscientes de ellos.
El padre de familia que le permite hacer todo a sus hijos demuestra que no les quiere porque solo busca su bienestar temporal y no busca firmarles y moldearlos ora que sean hombres y mujeres de bien.


TERCERO. No eres “cuate” de tus hijos.
 

Muchas veces tratamos de hacernos amigos de nuestros hijos para que nos tengan confianza y podamos hablar de lo qué hay en su corazón , pero a veces se mal interpreta esto y se pasa el limita de lo sano, volviéndose cuate de lo hijos y brincando el respeto que se debe tener.
Se puede ser amigo de los hijos siempre y cuando el respeto se el común denominador en todo esto.
Es mejor que seamos papás de nuestros hijos que amigos porque nuestra misión es educarlos y formarlos.



CUARTO. Gánate su respeto.
 

Si pensamos que por el simple hecho de que somos los papás ya tenemos garantizado el respeto de nuestros hijos, estamos muy equivocados.
Si hacemos cosas que no debemos hacer. Si no somos coherentes con nuestra vida, el respeto se pierde y es necesario conquistarlo día a día con nuestras actitudes y con nuestra compañía para nuestros hijos.



QUINTO. Educa con el ejemplo.
 

Por último y lo más importante. Se educa en todo momento, nuestros hijos nos observan siempre y nos piden a gritos que les corrijamos y les pongamos límites.
Así que debemos tener una actitud de respeto en todo momento y debemos ejercer nuestra autoridad con Amor y desde el Amor.
No actuemos por descargar nuestras frustraciones y desquitarnos con nuestros hijos.
Recuerda que el Amor debe ser el motor para educar a nuestros hijos. Así todo lo que hagamos buscará su bien y su crecimiento.

domingo, 11 de marzo de 2018

El aborto libre y la vida como bien disponible

Para ingresar a la vida no hay que ser aceptado por una mayoría o reunir ciertas condiciones.

Por: Jorge Nicolás Lafferriere | Fuente: www.centrodebioetica.org




Victoria está feliz con su embarazo. Siempre soñó con ser madre. Pero su novio no quiere tener un hijo. Su familia tampoco la apoya. Con 25 años, no consigue trabajo y todo se le hace cuesta arriba. "¿Por qué no lo pensás mejor? Hasta la semana 14 podés decidir no tenerlo sin problemas".
Silvina quedó embarazada luego de buscar a su primer hijo tras varias dificultades para concebir. En cuanto contó sobre su embarazo en la empresa, que como todos en el país sufren la crisis, su jefe la miró mal y le insinuó que tenía tiempo hasta la semana 14 de su embarazo para tomar una buena decisión.


Carlos y Guadalupe buscaron varios años un hijo hasta que finalmente llegó. Ella ya tiene 40 años y sabe que hay riesgo de malformaciones. El médico le ofrece un estudio genético. Es fácil, no se requiere más que una simple muestra de sangre y podrán conocer el ADN de su bebé. Además, es mejor que lo haga pues la obra social no va a cubrirle las prestaciones por discapacidad aquienes no se realizaron el estudio a tiempo.


Ernesto es médico obstétra. Cuando atendió a Ana no encontró razones para indicarle un estudio prenatal. Pero cuando finalmente nació su bebé con Síndrome de Down ocurrió lo temido: los padres le iniciaron un juicio por mala praxis, porque Ernesto los privó de la opción de abortar a tiempo.


Anahí no consigue trabajo. Con la asignación universal llega a cubrir lo justo para sus dos hijos. Ella ama la vida y sus hijos son su gran alegría. Ahora que está embarazada de nuevo, su preocupación crece porque el Ministerio de Acción Social está revisando los planes sociales. Escuchó decir que ahora que está disponible el aborto libre, van a incentivar una planificación familiar racional y sustentable, y a partir del segundo hijo, no habrá más asignación universal.


El quiebre de las bases de la convivencia


En estas relaciones humanas, que hemos recreado imaginando un escenario de aborto libre, encontramos muchas formas de vulnerabilidad. Estas relaciones pueden ser conflictivas en varios sentidos, pero hay algunos límites fundamentales sobre los que se asienta la convivencia. El primero y más básico es el del respeto a la vida y el no matar. Ahora bien, cuando una sociedad legaliza el aborto libre hasta la semana 14 introduce un profundo cambio en las bases de la convivencia. Se quiebra un límite: la vida pierde su valor absoluto. Y cuando la vida se convierte en algo disponible, que se puede quitar en ciertas etapas o por ciertas causales, se generan las condiciones jurídicas que colocan a los vulnerables a merced de la decisión de los más poderosos.


Cuando el descarte de vidas se convierte en un derecho, en una posibilidad más dentro del menú de actitudes hacia los demás, las presiones se incrementan sobre personas que reposaban sobre el presupuesto de esa inviolabilidad. Aumentan las presiones sobre la madre embarazada vulnerable en su trabajo o en su familia, pues el infranqueable límite de la inviolabilidad de la vida ya no existe. Así, quienes encontraban en la protección de la vida un límite para no verse forzados a hacer cosas que no querían, ya no cuentan más con esa barrera y deben tener mayor valentía para afrontar las consecuencias de seguir adelante con un embarazo que socialmente (o laboralmente) es desalentado.


El profesor Richard Stith graficaba esta situación así: “Tu opción, tu problema”. El aborto libre amplía el menú de opciones y oportunidades para evitar que una vida no deseada venga al mundo. Y esa ponderación de lo “no deseado” no sólo lo hará la madre. 

Todos ahora incorporan esa opción de “abortar a tiempo” como una salida posible a situaciones en que la vida no es bienvenida. Y si ello ocurre antes de nacer, ¿por qué no va a ocurrir luego del nacimiento, o en la vejez, o en las enfermedades muy costosas, o en las depresiones profundas, o en la discapacidad?


Por otra parte, en el caso de las personas con discapacidad, su eliminación “a tiempo” se vuelve progresivamente una obligación jurídica. Ello no ocurre porque se dicten leyes que así lo dispongan, sino porque se comienza a considerar un “daño” nacer con una malformación si los padres tuvieron tiempo hasta la semana 14 (o incluso más allá) para detectar cualquier discapacidad y descartar al concebido. También el médico se ve presionado por el eventual miedo a un juicio de mala praxis porque los padres le demandarán que les ofrezcan “en tiempo” los estudios prenatales que permitan hacer esos controles de calidad. Y también elseguro de salud estará interesado en detectar “a tiempo” a los que presentan discapacidades, pues será mucho más barato eliminarlo prenatalmente, que asumir los costos de su atención de por vida.


Así, el aborto libre termina siendo funcional a una concepción de tecnocrática de la sociedad, pues configura las condiciones jurídicas que relativizan el valor de la vida y la colocan como un bien disponible, que puede ser sometido a controles de calidad, y que puede y debe ser descartado si no reúne los estándares “normales” de utilidad. Esta mentalidad, que busca la optimización funcional de todas las relaciones para que sean maximizadoras de consumo y circulación de bienes, también pretende que la persona humana se vuelva parte de esa racionalidad tecnocrática, valorando a la persona por su utilidad.

La concepción de una nueva vida humana es un acontecimiento que revoluciona a la sociedad. 

Para ingresar a la vida no hay que ser aceptado por una mayoría o reunir ciertas condiciones. El otro es alguien que me interpela y me llama a reconocerle todos sus derechos y su dignidad. Pero si durante un tiempo hay posibilidad de descartar al que está por nacer entonces un dramático mecanismo de exclusión y selección se pone en camino. Habrá vidas dignas de ser vividas y otras que no.
Podemos hacer las cosas distintas. Podemos pensar en salvar las dos vidas. Podemos pensar en incluir a las personas con discapacidad. Podemos pensar en apoyar a la mujer en conflicto con su embarazo. Podemos prevenir nuevas formas de presión y violencia contra la mujer. Optemos por la vida.

sábado, 3 de marzo de 2018

Divorcio e Hijos

7 preguntas y respuestas sobre el divorcio y los hijos.

Por: Redacción | Fuente: accionfamilia.org




El fracaso del matrimonio no resulta sólo del divorcio en acto, sino de su simple posibilidad


1.- ¿Por qué el divorcio atenta contra el derecho de los hijos?

Los hijos son la primera víctima del divorcio, la más digna de lástima porque es  la más inocente. Entre el hijo y el divorcio hay un antagonismo íntimo. Y nada demuestra tan evidentemente el carácter antinatural del divorcio  cuanto esta incompatibilidad absoluta con la razón de ser primordial de la familia.

El primer efecto del divorcio es la tendencia a eliminar la prole. La prole que en el orden natural es el fin del matrimonio, en el régimen divorcista es siempre un riesgo, mañana tal vez un obstáculo, más tarde un remordimiento.


2.- ¿Este atentado contra los hijos se da únicamente en las familias que se 
 divorcian?
 
Este efecto desastroso el divorcio afecta a todas las familia, desarticulándolas; se extiende a toda la institución, que hiere de muerte, haciéndola incapaz de cumplir su suprema razón de ser. La esterilidad no resulta sólo del divorcio en acto, sino de su simple posibilidad.  

Cuanto más fácil se hace el divorcio, tanto mayor se hace la esterilidad del matrimonio.

El hijo va comprendiendo que él no bastó al corazón de sus padres


3.- ¿Cuáles son las consecuencias del divorcio para los hijos?
 
El divorcio por su propia naturaleza tiende a multiplicar los hogares sin hijos. Hogares sin hijos tienden más fácilmente al divorcio. Los hijos generados, son las víctimas dolorosas del divorcio. Para ellos,  es la ruptura irreparable del propio hogar. Las piedras fundamentales del edificio que era su casa, son dislocadas por el divorcio para entrar en la construcción de nuevas casas donde ellos serán extraños.


4.- ¿Por qué el divorcio impide la formación educativa de los hijos?
 
Los dos polos en torno de los cuales gira toda la obra educativa en la familia, son la autoridad paterna y la piedad filial, sentimientos naturales y correlativos, convergentes para la unidad del mismo resultado.


5.-¿Qué hace el divorcio de la autoridad paterna?

Para afirmar la propia estima en el alma del hijo cada uno de los que otrora se amaron y hoy se odian, se esforzará por convencerlos de la propia inocencia, o sea, de la culpabilidad del otro. El padre disminuirá insensiblemente en el corazón del pequeño la veneración a su madre; ésta irá demoliendo progresivamente el respeto al padre.
 he aquí arruinada la insustituible acción formadora de la autoridad paterna.


6.- ¿Cómo el divorcio acaba con la piedad filial?
 
A estas decadencias graduales de la autoridad doméstica corresponde en el alma del niño la atrofia progresiva del sentimiento más poderoso en la obra educadora: la piedad filial. 

El hijo va comprendiendo  que él no bastó al corazón de sus padres. Después de haber fracasado en una primera tentativa de felicidad conyugal, ellos quisieron recomenzar sus ensayos amorosos. 

 A esta reconstrucción se oponían los derechos de la nueva existencia por ellos creada: el padre y la madre, egoístas, pasaron por encima de estos derechos, que inmolaron sin piedad a su individualismo.
Individuos criados en un ambiente de odios y egoísmos, serán mañana inadaptados para la construcción de nuevos hogares

El divorcio produce en el niño un daño  psicológico y moral gravísimo. En los niños que son el  futuro de un pueblo.

Por cualquier aspecto que se encare la cuestión, físico, económico, moral,  el hijo será siempre  una víctima del egoísmo de sus padres.


7.- ¿Cuáles son las consecuencias sociales que produce la pérdida de la piedad filial?

Privando a los hijos del tesoro de los afectos domésticos, indispensables a su formación, el divorcio no prepara a los hombres a la vida de familia. A su vez, individuos criados  en un ambiente de odios y egoísmos, serán mañana inadaptados para la construcción de nuevos hogares. De este modo, de generación en generación, la familia va perdiendo su estabilidad, su grandeza, el valor insustituible de su eficacia moral y educativa.

Después de los hijos son los propios cónyuges las víctimas del divorcio.