Por: Redacción | Fuente: accionfamilia.org
El fracaso del matrimonio no resulta sólo del divorcio en acto, sino de su simple posibilidad
1.- ¿Por qué el divorcio atenta contra el derecho de los hijos?
Los hijos son la primera víctima del divorcio, la más digna de lástima porque es la más inocente. Entre el hijo y el divorcio hay un antagonismo íntimo.
Y nada demuestra tan evidentemente el carácter antinatural del
divorcio cuanto esta incompatibilidad absoluta con la razón de ser
primordial de la familia.
El primer efecto del divorcio es la tendencia a eliminar la prole. La
prole que en el orden natural es el fin del matrimonio, en el régimen
divorcista es siempre un riesgo, mañana tal vez un obstáculo, más tarde
un remordimiento.
2.- ¿Este atentado contra los hijos se da únicamente en las familias que se
divorcian?
Este efecto desastroso el divorcio afecta a todas las familia,
desarticulándolas; se extiende a toda la institución, que hiere de
muerte, haciéndola incapaz de cumplir su suprema razón de ser. La
esterilidad no resulta sólo del divorcio en acto, sino de su simple
posibilidad.
Cuanto más fácil se hace el divorcio, tanto mayor se hace la esterilidad del matrimonio.
El hijo va comprendiendo que él no bastó al corazón de sus padres
3.- ¿Cuáles son las consecuencias del divorcio para los hijos?
El divorcio por su propia naturaleza tiende a multiplicar los hogares
sin hijos. Hogares sin hijos tienden más fácilmente al divorcio. Los hijos generados, son las víctimas dolorosas del divorcio. Para ellos, es la ruptura irreparable del propio hogar. Las
piedras fundamentales del edificio que era su casa, son dislocadas por
el divorcio para entrar en la construcción de nuevas casas donde ellos
serán extraños.
4.- ¿Por qué el divorcio impide la formación educativa de los hijos?
Los dos polos en torno de los cuales gira toda la obra educativa en la
familia, son la autoridad paterna y la piedad filial, sentimientos
naturales y correlativos, convergentes para la unidad del mismo
resultado.
5.-¿Qué hace el divorcio de la autoridad paterna?
Para
afirmar la propia estima en el alma del hijo cada uno de los que otrora
se amaron y hoy se odian, se esforzará por convencerlos de la propia
inocencia, o sea, de la culpabilidad del otro. El padre
disminuirá insensiblemente en el corazón del pequeño la veneración a su
madre; ésta irá demoliendo progresivamente el respeto al padre. Y
he aquí arruinada la insustituible acción formadora de la autoridad paterna.
6.- ¿Cómo el divorcio acaba con la piedad filial?
A estas decadencias graduales de la autoridad doméstica corresponde en
el alma del niño la atrofia progresiva del sentimiento más poderoso en
la obra educadora: la piedad filial.
El hijo va comprendiendo
que él no bastó al corazón de sus padres. Después de haber fracasado en
una primera tentativa de felicidad conyugal, ellos quisieron recomenzar
sus ensayos amorosos.
A esta reconstrucción se oponían los
derechos de la nueva existencia por ellos creada: el padre y la madre,
egoístas, pasaron por encima de estos derechos, que inmolaron sin piedad
a su individualismo.
Individuos criados en un ambiente de odios y egoísmos, serán mañana inadaptados para la construcción de nuevos hogares
El divorcio produce en el niño un daño psicológico y moral gravísimo. En los niños que son el futuro de un pueblo.
Por
cualquier aspecto que se encare la cuestión, físico, económico, moral,
el hijo será siempre una víctima del egoísmo de sus padres.
7.- ¿Cuáles son las consecuencias sociales que produce la pérdida de la piedad filial?
Privando
a los hijos del tesoro de los afectos domésticos, indispensables a su
formación, el divorcio no prepara a los hombres a la vida de familia.
A su vez, individuos criados en un ambiente de odios y egoísmos, serán
mañana inadaptados para la construcción de nuevos hogares. De este
modo, de generación en generación, la familia va perdiendo su
estabilidad, su grandeza, el valor insustituible de su eficacia moral y
educativa.
Después de los hijos son los propios cónyuges las víctimas del divorcio.
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