sábado, 29 de diciembre de 2018

Aborto

Fin del embarazo y muerte de un hijo

Por: P.Fernando Pascual, L.C. | Fuente: Catholic.net




En diversas publicaciones, páginas de internet, debates públicos, el aborto es presentado como el fin del embarazo. Al mismo tiempo, se evita cuidadosamente aludir a aquello que termina tal embarazo: la muerte de un embrión o feto.


El motivo de este fenómeno parece claro. Hablar de aborto en relación con la muerte de un ser humano en su fase inicial puede suscitar reacciones negativas. En el mundo moderno sigue en pie una viva sensibilidad que lleva a oponerse a provocar la muerte de otros, lo cual explica que muchos sean contrarios a la pena de muerte.


Por ello, no pocos defensores del aborto buscan ocultar cualquier alusión a la palabra "muerte" al abordar este tema.  

Esperan, así, evitar oposiciones de personas para quienes provocar la muerte de otros sería algo sumamente negativo e injusto.


Eludir la palabra "muerte" va unido a evitar y esconder cualquier imagen sobre lo que ocurre en el aborto. Por eso, los defensores del aborto procurado no suelen explicar de modo gráfico lo que ocurre en muchos abortos.


 Cualquier imagen que permita ver lo que pasa con el embrión o feto debe quedar ocultada y, si "escapa", debe ser criticada como violencia gratuita contra las mujeres.


La realidad, sin embargo, es muy tozuda. Ocultar la palabra, esconder las imágenes, cambiar el vocabulario (en vez de aborto hablar de interrupción voluntaria del embarazo, o simplemente IVE), pueden esconder los hechos, pero no eliminarlos.


Porque la realidad es que en cada aborto muere un hijo. Y en un aborto provocado se busca intencionalmente, con medios técnicos que podrían tener mejores usos, provocar la muerte de ese hijo y extraerlo, en pedazos o más o menos completo, del seno de su madre.


Un debate sobre el aborto está manipulado y falsificado cuando se busca sepultar la realidad al omitir cualquier uso de palabras descriptivas de los hechos, o al "censurar" imágenes que los describan.


Solo cuando vemos en toda su crudeza lo que ocurre en cada aborto procurado habrá mejores posibilidades para hablar sobre el tema de modo honesto y serio, es decir, con la atención debida a todos los seres humanos implicados.


Al mirar los hechos como son no solo buscaremos ayudar a las mujeres que tienen embarazos en situaciones de dificultad, sino que también prestaremos la debida atención a ese ser humano que se desarrolla dentro de su madre y que podemos llamar con uno de los términos más maravillosos del lenguaje humano: es un hijo.

martes, 25 de diciembre de 2018

NAVIDAD eres tú 2018






¿Qué es la Navidad?

 La Iglesia en su misión de ir por el mundo llevando la Buena Nueva ha querido dedicar un tiempo a profundizar, contemplar y asimilar el Misterio de la Encarnación del Hijo de Dios; a este tiempo lo conocemos como Navidad. Cerca de la antigua fiesta judía de las luces y buscando dar un sentido cristiano a las celebraciones paganas del solsticio de invierno, la Iglesia aprovechó el momento para celebrar la Navidad.

sábado, 22 de diciembre de 2018

Familias conectad@s, familias s e p a r a d a s

Planteémonos si nuestras familias están separadas por la tecnología

Por: Egda Orejuela | Fuente: Revista Vive!




Es fácil notar como los chicos se distancian cada vez más, ellos, a pesar de estar a solo milímetros de nosotros, en realidad están en cualquier otra parte, cambiando constantemente sus destinos con un solo clic.



Volver a lo que nos unía

 

 

Cuestionamos mucho a estas generaciones, pero la verdad es que son el resultado de las familias que hemos formado. 

Familias que parece que solo tienen en común las apps que comparten, en lugar de sus tradiciones familiares. Y es que al hablar de tradición hoy el saldo está en contra, ya que la forma más directa de transmitirlas es desde el encuentro, en el que estamos perdiendo la batalla frente a las pantallas.


Nos enfrentamos a la amenaza de extinguir el encuentro y erradicar el diálogo en las familias, impidiéndonos transmitir nuestros valores, nuestra herencia, ese sello que nos hace únicos, pero a la vez pertenecientes, aquello que nos da una identidad, seguridad y estructura para formar una personalidad sana.


Si perdemos el diálogo, cómo podremos trasmitirles nuestra herencia a los hijos. Y luego, ¿cómo podrán ellos absorber toda esta savia para a su vez expandirla a otras generaciones? Sepamos que, aunque las pantallas estén, no construyen, ni educan 
familias.


No estemos sin estar 

 

 

Cuando priorizamos otras cosas fuera de la familia decimos que este tiempo es reemplazable. “Visitamos” a los abuelos, pero no les prestamos la atención que merecen por estar conectados al celular. Si escogemos atender una llamada en lugar de escucharlos o acompañarlos les decimos que su presencia no cuenta. Este mensaje que transmitimos puede generar sentimientos de inseguridad y abandono, ocasionando una desconexión del primer entorno (familia nuclear), uno de los elementos más importantes en la constitución de una personalidad saludable.


La dinámica familiar actual, en su mayoría, carece de conexiones emocionales y no nos damos cuenta que nosotros también estamos atrapados entre pantallas. Nos quitamos el derecho de educar en tiempo real y comenzamos a corregir o incluso a “dar cariño” por medio de un mensaje de texto.



No reemplacemos el amor real 

 

 

Analicemos el tiempo que pasamos en el celular versus el tiempo que le dedicamos a nuestros abuelos o a la familia. Si la respuesta es a favor del celular, hagamos el ejercicio de hablar con nuestros hijos, padres, esposos, con los ojos en ellos, lejos de pantallas.


No se trata de erradicar la tecnología de nuestras vidas, ni de la de ellos, sino de educar con prioridades, normas y horarios.


Es tiempo de retomar la importancia de la familia, de compartir con los abuelos, de aprender de ellos su historia, que también es la nuestra. Seguro está rica en experiencias que ayudará a los más jóvenes a edificarse como personas, con una identidad de familia y confianza en sí mismos.


Reanudemos las familias de antaño, esas donde la sobremesa del domingo lejos de ser solo una extensa conversación de adultos, con “temas aburridos”, se convertía en raíces que poco a poco nos fueron formando en una familia unida, permitiéndonos volar con criterio y certezas.


Egda Orejuela
Psicóloga en Rehabilitación Educativa
Máster en Neuropsicología y Educación



Este artículo y el vídeo fueron publicados originalmente por nuestros aliados y amigos: Revista Vive!

sábado, 15 de diciembre de 2018

9 consejos para lograr una autoridad constructiva en tu familia

Autoridad o autoritarismo?

Por: Maleni Grider | Fuente: www.somosrc.mx




En las familias, a menudo escuchamos que se dice “el respeto se gana”. Y es verdad, porque si nosotros no respetamos a los demás, tampoco recibiremos respeto de ellos. 

De igual modo, la autoridad se gana. Incluso Jesucristo, siendo el Hijo de Dios, ganó su autoridad sobre la tierra, con obediencia y sacrificio.


Como seres imperfectos, quizá debamos hacer un esfuerzo aún mayor para tener autoridad. 

Pero, ¿qué clase de autoridad es esa de la que estamos hablando? 

 Autoridad espiritual. En un hogar, el esposo es la cabeza de la familia, así como Cristo es la cabeza de la iglesia. El esposo o padre es la máxima autoridad en la casa. Pero no es la única autoridad. También la esposa tiene autoridad sobre los hijos, y los hijos desarrollan autoridad espiritual en su propia vida, con el Espíritu de Dios.


Como cristianos, los hijos del Reino tenemos autoridad sobre el mal porque el amor del Padre nos ha sido dado, y su Espíritu vive dentro de nosotros, de modo que ya no vivimos esclavos sirviendo a las tinieblas en pecado, sino que ahora vivimos y servimos al Dios vivo, y a su Hijo Jesucristo, que nos trajo a la luz.


Sin embargo, en el mundo espiritual y el Reino de Dios, toda autoridad tiene un precio. Ahora vamos a mencionar cómo es que los creyentes logramos dicha autoridad.


Con integridad. Nadie puede respetar a una autoridad si ésta predica una cosa y hace otra. Si alguien nos habla de moral, pero es inmoral, no tiene autoridad.

Con humildad. La soberbia es una característica que no agrada a nadie. El verdadero líder no necesita impresionar ni sentirse superior, sólo la sencillez de espíritu transmite confianza a los demás y puede dar ejemplo de grandeza.


Con santidad. Si vivimos en pecado no podemos enseñar ni guiar a nadie. La santidad es el resultado de vivir llenos del Espíritu de Dios, a fin de cumplir nuestro propósito y función en la tierra.


Con obediencia. La rebeldía no es un ejemplo a seguir, pero la obediencia sí lo es. Si alguien pide obediencia a otros, pero no obedece, o si alguien pide sumisión, pero no se somete a ninguna ley, entonces tampoco tiene la autoridad para pedir sumisión.


Con amor. Un excelente liderazgo incluye amor. Sin amor, toda obra magnífica se reduce a nada. El amor es la base de todo servicio.


Con servicio. El líder es el primero que sirve. Incluso en una familia, el padre es quien sirve a sus hijos y a su esposa en un acto de amor, madurez, protección y humildad.


Con el ejemplo. Decir lo que es correcto es moderadamente fácil, pero ser quien pone el ejemplo es más complicado.


Con respeto. Una persona con autoridad genuina es notablemente respetuosa. Quien tiene autoritarismo ofende, es rudo, falta al respeto y abusa a menudo.


Con templanza. La autoridad espiritual no requiere de violencia, sino que se da en completa paz. Aquellos que tienen el respeto de los demás no se alteran, por el contrario, guardan un equilibrio duradero.


Incluso aquellos líderes a los que Dios levanta, y a quienes Dios llama o da autoridad como cabeza de sus hogares, han sido llamados a cumplir con todos estos requisitos bíblicos, para poder cumplir la misión tan grande que Dios les ha encomendado.


Si un hombre confunde autoridad con autoritarismo, pronto se dará cuenta de que su liderazgo fracasará. Nadie puede seguir a una persona que no tiene buen testimonio en su propia vida, ni integridad en su persona. Las multitudes seguían a Jesús porque veían sus obras, detectaban su compasión, escuchaban su mensaje de amor y percibían su actitud pacífica, su carácter de líder, su llenura del Espíritu Santo.



La autoridad espiritual es un don para el servicio de otros, no un privilegio de uso personal.

sábado, 8 de diciembre de 2018

INMACULADA CONCEPCIÓN 2018




Inmaculada Concepción "
Declaramos, pronunciamos y definimos que la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María, en el primer instante de su concepción, fue por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente en previsión de los méritos de Cristo Jesús, Salvador del género humano, preservada inmune de toda mancha de culpa original, ha sido revelada por Dios, por tanto, debe ser firme y constantemente creída por todos los fieles.

sábado, 1 de diciembre de 2018

¿Cómo renovar tu relación de pareja en 7 sencillos pasos?




 Nos dimos la libertad de interpretándolos a nuestro estilo para hacerlos más aplicables a la vida diaria

Por: La Mamá Oca | Fuente: Catholic-link.com





En este video publicado en 2015 con motivo del Día de San Valentín, la tienda francesa de artículos de hogar Leroy Merlin y su agencia BETC decidieron ayudar a las parejas a renovar su relación en siete simples pasos.  Y en este post nos damos la libertad de meter nuestros propios brochazos a estos consejos, interpretándolos a nuestro estilo para hacerlos más aplicables a la vida diaria.



ropa1. Usa ropa que te proteja. ¿De qué se deben proteger las parejas? De las influencias negativas que vienen de fuera, que nos invitan a no ser fieles de mente y cuerpo, que nos venden la idea de que tener una relación generosa y sin egoísmos es cortar la libertad, entendida ésta como “no poder hacer lo que te da la gana”. Las parejas que de verdad se aman deben procurar estar lejos de esos “amigos” que buscan justificar sus errores jalando a los demás para no sentirse tan solos en su vida sin sentido. También deben de alejarse de situaciones peligrosas. Todos somos frágiles. Y mejor ser conscientes de ello.



pared2. Limpiar las paredes. Limpiemos nuestro corazón de malos sentimientos, del temor a amar. No hay que tener miedo de dar al otro un amor puro y verdadero que busca no satisfacer nuestros deseos y necesidades, sino el bien de nuestra pareja. Una pareja limpia es la que busca, por sobre todas las cosas, la felicidad del otro.




suavizar3. Suavizar cualquier imperfección. Ser perfectos es el deseo que tiene todo ser humano pero que tan solo con la lucha y el trabajo diario puede ir lográndose. Y la pareja debe ser el gran soporte en nuestra vida para llegar a esa perfección. Ser mejor por el otro y ayudar a nuestra pareja a mejorar siempre con cariño es una de las tareas espirituales que debemos tener al estar juntos. O crecemos en el amor o mejor no perdamos el tiempo.



piso4. Protejan el piso. Completando el primer punto, debemos protegernos el uno al otro como las águilas protegen sus nidos. Los ponen en lo más alto de la montaña y, si bien para ellas también es un gran trabajo llegar hasta ahí se aseguran de que ningún predador lo alcance. Pongamos nuestro amor en un lugar donde nadie lo pueda destruir.



mezclar 
5. Mezclen la pintura. Comunicación, conversación, conocimiento e interés por el otro. Adiós a los chats cuando estamos juntos. Apaguemos la televisión. Mezclemos nuestros pensamientos, anhelos y sueños. Como bien dijo el Papa Francisco a las familias: “No dejemos de soñar”. Y mejor hacerlo juntos. Convirtamos el “yo” y el “tú” en un “nosotros”


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rodillos6. Use rodillos para las superficies más grandes. En la vida en pareja nunca faltan problemas y desencuentros. Pero debemos ser capaces de contar con las herramientas necesarias para volver al punto inicial de nuestro amor cuando nos perdemos en el camino. Un amigo católico, un sacerdote, un terapista. Lo que sea. Alguien que nos ayude a reencontrarnos. Y por supuesto, qué mejor que Jesús como la mejor herramienta para cubrir la superficie más importante: nuestro espíritu.



brocha pequena7. Use una brocha pequeña para los detalles. Este consejo lo da hasta el pasquín romántico más barato del mundo. Detalles, detalles, detalles. No olvidar el gracias, el por favor, un piropo, una caricia, un perdóname y un te perdono. Si llenamos la vida de pareja de detalles todo será más fácil. Y, por supuesto, un chocolatito nunca está de más para nadie.


«El matrimonio es un trabajo de todos los días, se puede decir que artesanal, un trabajo de orfebrería porque el marido tiene la tarea de hacer más mujer a la mujer y la mujer tiene la tarea de hacer más hombre al marido. Crecer también en humanidad, como hombre y mujer». (Papa Francisco a los novios).


Este artículo fue publicado originalmente por nuestros aliados y amigos: Ir al artículo en Catholic-link.com