sábado, 25 de octubre de 2014

La vivencia mística de una Habsburgo en Medjugorje: Milona Von Habsburg hoy lucha contra el hambre

Milona Von Habsburg es sobrina del archiduque Otto de Habsburgo, hijo mayor del último emperador Carlos I de Austria y IV de Hungría [que murió en 1922 y fue beatificado en 2004 por Juan Pablo II; ndReL], pero por encima de todo Milona es una devota de la Virgen de Medjugorje (Bosnia-Herzegovina), a la que consagra su vida junto al proyecto Mary’s Meals ("Comidas de María"), un movimiento internacional que alimenta escolares en las comunidades donde la pobreza y el hambre impiden que los niños tengan una educación y que se subsana con 15 euros por niño al año.

Mary’s Meals acaba de inaugurar sede en España (web española: www.marysmeals.es . Con el dinero que se recauda se compra comida local que las madres preparan en cada colegio. “Con hambre un niño no puede desarrollarse en la vida”.

-¿Qué significa ser una Habsburgo?
-Hay gente que sin conocerte te odia: “¿Aristócrata?, dicen. Rica y estúpida”. Otros te admiran. Hay mucho prejuicio. Yo no tengo nada que ver con lo que hicieron o dejaron de hacer mis antepasados, pero los llevo sobre los hombros.

-¿Pesan?
-Antes de mi encuentro con la Virgen de Medjugorje mucho, después nada.

-Cuénteme ese encuentro.
-Medjugorje es un pequeño pueblo situado en Bosnia-Herzegovina, un lugar de peregrinación al que ya han acudido más de 20 millones de personas de todo el mundo. Muchas viven transformaciones y milagros.



-Allí se aparece la Virgen María.
-Sí, desde el 24 de junio de 1981. Yo fui de peregrinaje a los 25 años, en el tercer aniversario. Caminábamos hacia la capilla de la Virgen por un camino de cabras. Me senté a descansar y de repente una presencia viva, buena, clara y sin juicios me rodeó

»Vi el mundo a través de sus ojos y sentí una paz increíble, una plenitud desconocida. Entonces me hizo una pregunta: “¿Cómo puedes decir que eres cristiana?”.

»Y comprendí que yo iba a misa, me confesaba, era mi momento con Dios, pero luego mi vida continuaba, ese encuentro no cambiaba nada.

-Entiendo.
-Supe entonces que ser cristiana era algo que no conocía. Y me hizo otra pregunta: “¿Quién es este Dios en el que dices creer?”. En ese momento sentí como cada átomo de todo lo que me rodeaba estaba lleno de su presencia: las plantas, las piedras… el aire estaba vivo. Es tan difícil de explicar.

-¿Hubo una tercera pregunta?
-Sí: “Este Dios, ¿existe verdaderamente?”. Vi a lo lejos la iglesia sin techo, todo el cielo era dorado, muy hermoso, y penetró por esa gran abertura.

-Impactante.
-Me quedé allí sentada, como una roca, sin palabras. Todo lo que conocía había cambiado, era como si yo fuera una persona nueva. Por fortuna apareció un sacerdote: “Padre, le dije, ¿puede ayudarme a subir la colina?”. “Sígueme”, me respondió. Yo era muy independiente y me sentía orgullosa por ello, pero en aquel momento dependía totalmente de ese desconocido.

-¿Por qué, qué le ocurría…?
-El contacto con el mundo había cambiado y no sabía ni poner un pie detrás de otro. No recuerdo nada, simplemente yo ponía mi pie donde había estado su sandalia negra.

-Llegaron a la cima.
-Sí, y no sabía qué hacer conmigo misma. Le pedí al padre que me confesara, y 25 años de lágrimas surgieron: se me había abierto el corazón. Me sentía como una exiliada que finalmente ha regresado a casa, porque toda la vida había sentido la nostalgia de ser amada, aceptada y sentirme segura.

-Y se quedó a vivir y a ayudar en esa pequeña parroquia.
-Sí, a recibir y guiar a los miles de peregrinos que acuden diariamente, y a traducirles los mensajes que la Virgen María da a los videntes. Ya llevo treinta años.

-Vivió una guerra muy cruel.
-Una vez estaba en la iglesia, oía caer las bombas en Mostar, y vino la Virgen, como cada día durante la guerra, con su luz y su paz. Ella estaba ahí ofreciendo amor, pero los hombres elegían el odio, las ideologías.

-No todos tenemos la fortuna de sentir lo que usted ha sentido.
-En Medjugorje he conocido a muchas personas que han cambiado su vida, pero la caída de un árbol hace mucho más ruido que la selva que crece. Durante la guerra vi personas convertirse en héroes, y otros convertirse en monstruos, es nuestra elección.

-¿Cree que tenemos ese poder?
-Hay que decidir hacer algo pequeño pero bueno cada día, eso crea una gran diferencia en el mundo. Yo no lo sabía, lo he descubierto, aprendo cada día.

-¿Cuándo descubrió Mary’s Meals?
-La Virgen de Medjugorje da un mensaje el 25 de cada mes. Aquel 25 de junio de hace diez años dijo que había que llevar paz, amor y comida a los necesitados. Ese día conocí a Magnus MacFarlane-Barrow y su proyecto.



-¿Cómo nació?
-Magnus es un pescador escocés que decidió ayudar en la guerra de Yugoslavia llevando un camión con medicinas y comida. Cuando volvió a casa, la encontró otra vez llena de comida que la gente había donado. Así se pasó la guerra, yendo y viniendo.

-Un intermediario de la bondad ajena.
-Así se define. Terminada la guerra una mujer piloto le pidió que la acompañara a Malaui, quería presentarle a una familia. Le llevó a casa de una mujer que agonizaba rodeada de sus seis hijos. Magnus le preguntó al mayor, de 14 años: “¿Cuál es tu sueño?”.

-¿Y qué le respondió?
-“Comer e ir a la escuela”. El 70% de los alumnos no acudían a causa del hambre. Magnus decidió comprar comida local e invitar a las madres a que la cocinaran en la escuela. Con este sistema tenemos 820.000 niños que comen cada día en 14 países.

[La familia de Magnus McFarlane era católica y experimento un avivamiento de su fe en 1983 al visitar Medjugorje. Convirtieron su hotel rural en Escocia en una Casa de Oración -la Comunidad de Craig Lodge, www.craiglodge.org- que aún hoy es la sede desde donde se trabaja y ora por Mary´s Meals. El inicio de Mary´s Meals en la guerra de los Balcanes sucedió en 1992. NdReL]


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sábado, 13 de septiembre de 2014

Detienen al sospechoso de asesinar a las misioneras italianas: ellas serán enterradas en África

El martes por la tarde el coronel Helmegilde Harimenshi, de la policía local de Kamenge (Burundi), anunció que habían detenido a un sospechoso del asesinato de la tres misioneras javerianas italianas en esa localidad. 

"El sospechoso está en nuestras manos y confiesa sin arrepentirse", afirmó. Se trata de un hombre llamado Christian Butoyi, de 33 años, que actuó solo. Tenía consigo el teléfono móvil de una de las hermanas y las llaves del convento.

La policía insistió en declarar que las ancianas monjas habían sido violadas, cosa que la congregación javeriana negó reiteradamente, como ya hizo en los primeros momentos.

El sospechoso dijo a la Policía que realizó el crimen (horrible en sus detalles de ensañamiento) porque descubrió que la iglesia y convento estaban construidos sobre unos terrenos que, según él, pertenecían a sus padres.

Parece más bien que se trata de un brote de locura y la policía lo someterá a un análisis psiquiátrico. Se ha comprobado que no se robó nada de la casa.

Primero mató a la hermana Olga, de 83 años, y después a la hermana Lucía, de 76, el domingo por la tarde en su casa de Kamenge. La hermana Bernadette, de 79 años, descubrió los cadáveres y avisó a la policía mientras la superior, la hermana Mercedes, avisaba a los misioneros javerianos explicando que el asesino aún estaba allí.

Cuando llegó el padre Mario Chick, el asesino había matado a su tercera víctima, la hermana Bernadette.

“Las tres hermanas asesinadas tenían serios problemas de salud, pero todas había pedido, casi de rodillas, poder regresar a Burundi y dar la vida hasta el final”, dice a la Agencia Fides la hermana Delia Guadagnini , ex Superiora regional de las Misioneras Javerianas en la República Democrática del Congo y Burundi, que conocía muy bien a las tres misioneras javerianas italianas, la hermana Lucía Pulici (75 años), la hermana Olga Raschietti (83 años) y la hermana Bernadetta Boggian (79 años) asesinadas en la misión de Kamenge, un distrito al norte de Bujumbura.

La hermana Delia recuerda: “las tres hermanas habían regreso aceptando realizar sólo pequeños servicios, debido a que sus fuerzas no les permitían realizar tareas más complicadas. Se trataba de cosas sencillas, estar con la gente, visitas a domicilio, ayudar a los pobres. Eran muy queridas por la población”.

Por esta razón, hace hincapié la religiosa, “en Burundi nunca hemos tenido problemas con nadie. No conseguimos entender quién podría querer hacernos daño de una forma tan salvaje. Es algo trágico y misterioso al mismo tiempo”.

La congregación javeriana trasladará los restos de las hermanas Javerianas al cementerio de Bukavu (RDC), donde el jueves por la mañana habrá una misa en la Catedral. "No habrá repatriación de los restos por voluntad expresada de nuestras hermanas misioneras y por qué las personas, que han amado y servido, quieren que se queden con ellos. Es un signo de amor hasta el extremo”, concluye la religiosa.


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sábado, 6 de septiembre de 2014

¿Los textos más personales de Santa Teresa? Sus cartas: fueron 15.000, nos quedan sólo unas 500

El V Congreso Teresiano Internacional se celebra desde el lunes 1 al domingo 7 de septiembre en Ávila bajo la organización del Centro Internacional de Estudios Místicos (Cites)-Universidad de la Mística, dedicado a las epístolas y escritos breves de Santa Teresa de Jesús, una de las grandes luces de la lengua y literatura españolas, y gran figura de la mística católica.

A los teólogos quizá les atraigan especialmente las grandes obras de Santa Teresa (su “Vida”, “Las Moradas”, “Camino de Perfección”, “Libro de las fundaciones”) pero los expertos reunidos estos días en Ávila, especialmente los biógrafos y los lingüistas, creen que el genio y la personalidad de la santa y escritora se encuentran sobre todo en sus cartas y textos cortos. Recuerdan que escribió en torno a 15.000 cartas, de las que nos quedan apenas 500.

Uno de los “cazadores de cartas de Teresa” es el padre Tomás Álvarez, que lleva años buscando manuscritos en conventos, archivos y museos de España y Latinoamérica. En el congreso presenta su catálogo de cartas, el más completo recopilado hasta la fecha.

El P. Javier Sancho, director de la Universidad de la Mística y vicepresidente de la Fundación V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa (con una completa web en www.stj500.com), explicó en la presentación que “posiblemente los resultados de este congreso sean los que más novedad aporten en el avance de los estudios teresianos, y supongan una gran sorpresa para la gran mayoría”.



El carmelita explicó que “en el congreso se cuenta con especialistas en diversas áreas: historia, literatura, comunicación, arte, psicología, medicina, grafología, teología… sin olvidar la percepción desde la vida cotidiana de sus monjas y frailes”.

Las cartas ayudan a conocer mejor a Teresa en su contexto más inmediato: “es aquí donde encontramos realmente lo que significa la mujer mística, no absorta tras las rejas de su convento, sino caminando por el barro de la historia. Sin duda, este congreso va a hacer emerger aspectos prácticamente desconocidos o ignorados de la mujer que fue Teresa de Jesús”, aseguró Javier Sancho.

Una exposición itinerante
El congreso cuenta con una exposición que va a ser itinerante por España: “Teresa a través de su epistolario”. Su director, el P. Jerzy Nawojowski, presenta a Teresa como “una persona muy preocupada por numerosos problemas de su tiempo y que mantenía correspondencia cruzada con centenares de destinatarios a través de cartas en las que se incluyen numerosas anécdotas”.

Premio sobre Teresa y el diálogo entre religiones
El Congreso, además, será el marco para la convocatoria del 1º Premio Internacional “Teresa de Jesús y el diálogo interreligioso”. El Premio quiere ser una propuesta para favorecer los estudios y ensayos que tengan como tema central la figura y doctrina de Teresa de Jesús y su papel en el diálogo y encuentro con otras religiones. El premio está dotado de 10.000 €. y será entregado en el transcurso del gran congreso teresiano que se celebrará en Ávila del 21 al 27 de septiembre de 2015 con el título: “Teresa de Jesús, Patrimonio de la Humanidad”. El Premio está patrocinado y promovido por la Fundación CITeS y la Universidad de la Mística, con la colaboración de la Fundación V Centenario.

10.000 seguidores a través de la Red
La asistencia presencial ronda las 200 personas procedentes de diversos países del mundo. El congreso contará con traducción simultánea en 4 idiomas: inglés, francés, italiano y español.

Por Internet lo siguen unas 6.000 personas de 40 países de los cinco continentes. El congreso se transmite en directo en los cuatro idiomas. Posiblemente, son más de 10.000 personas las que, por una vía o por otra, en distintas redes de comunicación, seguirán todo el congreso, en directo o después en diferido por otros medios.

Las actas de este congreso junto con los anteriores, dará lugar a la Gran enciclopedia Teresiana del Centenario, como una de las propuestas culturales más importantes.

Contar cartas de Teresa
La conferencia “El epistolario de Teresa de Jesús: autógrafos, copias manuscritas y primeros impresos” a cargo de Ana Garriga, marcó algunas cifras sobre el “frenético carte teresiano”.

“Sin tratar de responder aquí con precisión a la tantas veces formulada pregunta de cuántas cartas escribió Santa Teresa, tarea arriesgada e inviable, quedémonos con que entre el tímido 1.200 que apuntaba Vicente La Fuente en su edición de 1861 –”escasamente gozaremos hoy día de la tercera parte de las que escribió y pasan ya de cuatrocientas las que se han logrado reunir en esta edición”–, las “más de cinco mil cartas” de las que hablaba Silverio de Santa Teresa y las cifras más realistas apuntadas tanto por Efrén de la Madre de Dios y Otger Steggink –”14.600 cartas; añadiendo luego la correspondencia anterior a 1562, rebasamos las 15.000″ – como por Teófanes Egido y Luis Rodríguez Martínez –”Santa Teresa pudo escribir lo mismo unas 10.220 cartas que unas 25.550” –, el epistolario de Teresa de Jesús, del que conservamos 486 cartas entre autógrafos, originales y copias certificadas, no es sino una ínfima muestra del frenético carteo teresiano”.



Como eran las cartas en el renacimiento
Sonsoles Sánchez-Reyes puso esta actividad en su contexto al hablar de “El arte epistolar del renacimiento. Singularidad del Epistolario teresiano” donde afirmó que “es frecuente encontrar exégetas que afirman que el lenguaje epistolar de Santa Teresa es el más interesante de todos sus escritos y que Teresa de Jesús se configura literariamente, por encima de todo, como escritora de cartas. Varias de sus obras se conciben como extensas cartas, dirigidas unas veces a sus carmelitas descalzas (Camino de Perfección o Las Moradas), y otras, como el Libro de la Vida, a corresponsales concretos como sus confesores fray Domingo Báñez y fray García de Toledo”.

Esta autora recurre a la escritora feminista y lesbiana Virginia Woolf que defendía que el arte epistolar es “el ensayo bajo un disfraz”, “un arte que una mujer tradicionalmente ha podido practicar sin la sospecha de perder su condición femenina, que podía llevarse a cabo a ratos perdidos entre mil interrupciones y a menudo con la apariencia de estar sirviendo a un propósito útil”. Esto se aplicaría, cree, al epistolario de Santa Teresa que con sus cartas proporcionan un criterio para una tipología de la epistolografía femenina.

El epistolar es el género que mejor permitió a la Santa abulense ser crítica y creativa, gozando de una cierta libertad para ser ella misma, frente a la censura cuya sombra siempre se cernió sobre sus otras obras. Y es precisamente entre las líneas de su correspondencia donde una Teresa de carne y hueso se materializó de una manera tan corpórea, que algunos fragmentos auténticos de sus cartas comparten protagonismo sin desmerecer entre sus objetos más personales, en la sala de reliquias del Convento de la Santa, en Ávila”.

Un grafólogo habla de “psicótica no descompensada”
Juan José Jiménez Praderas, especialista grafólogo, con su “Estudio, revelaciones grafológicas en las cartas” aseguró que Santa Teresa, según se desprende de su tipo de letra, “permanece en una estructura de personalidad “Límite” no descompensada, pero siempre en búsqueda de un equilibrio entre la necesidad que tiene de los demás, y la soledad interior que requiere la vida que ha elegido”.

Para este grafólogo “una estructura psicótica no descompensada es mucho más rica en potencial de creatividad, está más cerca de la realidad que un delicado carácter psicótico, que no tiene una estructura consistente, y la simula mediante realidades subjetivas y elaboradas, y que además es menos original y creativa. Dicha estructura psicótica no descompensada es más evidente en Santa Teresa, que posee un gran campo de creatividad, de impulso vital, y que no está trabada como sucede en el caso de la descompensación, por unos mecanismos de defensa “psicóticos” pobres y rígidos, que no hubieran permitido ni un matiz, ni siquiera en ideas relacionadas con el pensamiento, la expresividad, no habría flexibilidad, y por tanto no se ajustaría el comportamiento y personalidad de Santa Teresa”.

Y añade remitiéndose a Berta Andress y Alberto Angoso en su libro “Grafopsicología de la mística española”: “si Santa Teresa estuviera tan desequilibrada, no habría conseguido los resultados que la hicieron célebre”.

Este grafólogo incluso dio una lista de otras personas que (supuestamente) tenían también una personalidad “psicótica no descompensada”: “Se trata de grandes genios como han sido Picasso, Beethoven, Newton, Hemingway, Mozart, Tchaikovsky, Goya, Schumann o Gauguin… Los rasgos de esta escritura ponen de manifiesto que no tiene dificultades en la adaptación al medio, ni presenta una relación distorsionada consigo misma ni con los demás”.

¿Y quién entregaba las cartas de Teresa?
Teófanes Egido, con “El sistema postal de la Madre Teresa”, afirmó que la correspondencia de santa Teresa se vio ayudada y, a la vez, condicionada por el sistema postal de su tiempo. El correo se modernizó notablemente con la creación en la época de Felipe II de la estafeta y con ciertas reformas en la correspondencia con las Indias. La madre Teresa aprovechó generosamente todas las posibilidades de este correo oficial, y se esfuerza por ganarse a los correos mayores de las localidades principales de sus fundaciones.

Ahora bien, en el “sistema” teresiano, los medios más socorridos fueron los otros, los privados, los carreteros, recueros, los mensajeros propios, los amigos e repartidores, que aseguraban la entrega de tantos objetos, no solamente cartas, como circulaban en aquellas formas de comunicación. Puede afirmarse que aquel sistema postal, inseguro y caro, fue, en buena medida, el responsable de tantas tardanzas, de la pérdida de muchas cartas de santa Teresa que no han llegado hasta nosotros pero, también, al que se debe el que se pueda disponer de este tesoro teresiano.

Los descalzos y los calzados
Silvano Giordano con su conferencia “Calzados y Descalzos. Una relación difícil. Cartas al P. Juan Bautista Rubeo y al Rey Felipe II”, afirmó que en los años complejos en que los frailes descalzos fraguaron su identidad en relación con la orden, llenos de contrastes y de malentendidos, Teresa de Jesús declaró sus intenciones y proyectos al rey Felipe II y al general Juan Bautista Rubeo. Comparando las cartas llegadas hasta nosotros, es posible apreciar las estrategias de comunicación empleadas por la fundadora.

Los consejos de Teresa a su priora en Sevilla
María José Pérez González tituló su conferencia: “Yo me espanto de lo que la quiero: Cartas a María de S. José”. Trató de las cartas entre Teresa y María de San José (Salazar), priora del convento de Sevilla: 62 cartas, testimonio de una prolongada relación de amistad entre estas dos mujeres. Las cartas desde su misma materialidad, sirvieron para salvar la distancia física. Teresa hizo realidad la máxima «Procure ser amada para ser obedecida», creando lazos con sus monjas a lo largo de la geografía, para formar una red de monasterios unidos por vínculos de afecto que llevaran adelante su proyecto reformador.




El hermano carnal de la santa, por carta
Esteban Monjas Ayuso habló de la relación especial que mantuvieron Santa Teresa y Lorenzo de Cepeda, su hermano, en su ponencia: “Hermana, amiga y directora espiritual. Cartas a Lorenzo”. Ella aconsejó a su hermano en temas de vida espiritual como la oración o la necesidad de un director espiritual; también le orientó sobre la administración de los bienes con la meta puesta en la máxima: “Lo mejor será dejar todo por el TODO” (que es Dios), así como en la educación de los hijos, en el tema de la salud y el necesario equilibrio entre el cuidado del cuerpo y las penitencias, a las que el hermano se inclinaba. Le dio así un itinerario espiritual que podría ser en muchos casos válido para nuestros días.

Las cartas “cifradas” al padre Gracián: lo más elevado
Alfonso Ruiz Calavia dedicó su conferencia al tema: “Cartas de Santa Teresa a Jerónimo de la Madre de Dios, Gracián”. Las cartas que dirigió a este sacerdote se escribieron como una confidencia íntima y espiritual, “núcleo central y a la vez más alto del epistolario teresiano”, “van a aparecer todos los sentimientos y términos más humanos para expresar una relación afectiva: padre, hijo, amigo, confidente, ser amado, a la vez que se mezclan su condición de súbdita y superiora, discípula y maestra. Una relación copiosa, larga y sentida, disfrutada con ilusión y sin cansancio. Teresa recurrirá a un lenguaje cifrado, donde los otros son ficticios para mejor disimulo. Así, José es el propio Cristo. Angela o Laurencia es ella misma. Gracián es Pablo o Elíseo o Cirilo . El Nuncio es Matusalén, los calzados son los gatos y las descalzas las águilas, cigarras las calzadas; Macario, el P. Antonio, ángeles los inquisidores. Es un lenguaje convenido con Gracian, gracias al cual pueden expresarse con mayor libertad”.

Cartas de Teresa a los laicos: más difíciles de conservar
Myrna Torbay Khoury habló acerca de “La relación epistolar con los laicos” y su objetivo fue proponer una espiritualidad laical teresiana desde el epistolario de la Santa, 468 cartas que se conservan, 135 están destinadas a 42 laicos (nobles, mercaderes, colaboradores (as), amigos (as) y familiares), es decir un 29% de las cartas; y “aunque a simple vista no parece una cifra significativa, no nos permite deducir que su relación con los laicos haya sido poca, si consideramos el hecho de que difícilmente los familiares de los laicos conservarían esas cartas a lo largo de los años y de generación en generación, como lo hicieren los conventos, diócesis, o sus propios familiares”. Teresa se relaciona a través de sus cartas con laicos de diversas realidades sociales, y casi toda gente con cierto nivel cultural y poder adquisitivo (exceptuando sus familiares).

Tanto la nobleza como los mercaderes, ocupan un lugar importante en su epistolario, además de su familia, por quien vela sin tregua. Ante todo, prácticamente desde la primera hasta la última carta que escribe a los laicos, Teresa pide algo, pide ayuda y colaboración de todo tipo, no solo material sino también moral y espiritual; mediación en las licencias para fundar sus conventos, patronatos para sus nuevas fundaciones, además de casas y terrenos; pide que intercedan para la fundación de la nueva provincia, y por las injusticias que se cometen con sus frailes; pide alimentos, limosna, información, pide intermediación para que lleguen sus cartas, trabajo y ayuda para sus familiares, pide a los padres que dejen a sus hijas entrar en sus conventos y que le escriban, pide consuelo, ver a los que quiere, y también que no la olviden, pide atención para sus monjas y frailes, y que les den consejos y les acompañen, que se confiesen y pide mucho a Dios por cada uno de ellos (as), su santo amor y temor, luz y entendimiento, salud y gracia, sosiego para servirle mejor, pide a Dios que les pague las mercedes que le hacen, y que les haga muy santos… y curiosamente a todos sus laicos pide oraciones para ella y sus monjas

Otro elemento común en todas sus cartas es que se ofrece como sierva de todos. Teresa cree y confía en los laicos, sin reparar en que sean cristianos viejos o conversos.

Poemas de hoy que hablan con Teresa
Asunción Valgañón habló “De mujer a mujer” de su diálogo profundo con Teresa de Jesús.
Como hablándole a ella, confesó: “Me encanta hablar contigo, sé que me escuchas; parece que estamos las dos tomando un café. Te cuento estas cosas pues te sigo y emulo dentro de un montón de diferencias ¡Claro! (aunque te confieso de mujer a mujer que me gustaría enamorarme de Dios...) por eso escribo y voy a las prisiones y estoy recorriendo España como tú...con mi maleta a cuestas; dando recitales a mujeres maltratadas, prostituidas y presas y sin saber cómo y por qué recito algunos poemas muy profundos de espiritualidad suma, y se vuelven locos de alegría. Dos horas de libertad”.

Y a modo de poema pidiendo su intercesión:

“¿Vas a permitir Teresa
en tu quinto centenario
que España sea un calvario
y de los corruptos presa?
Acude al Omnipotente,
pide pan para la gente
que se apiade del herido
de los que sufren el paro
del corazón más perdido
del que gime, del que llora
de quien ya no ve la aurora
porque en la noche se esconde.
¡Por qué roba el hombre al hombre?
¿Por qué esta lucha no cesa?”

El catálogo más completo
Rafael Pascual presentó el completo catálogo de obras teresianas que ha realizado con Tomás Álvarez. Incluye obras mayores, epistolario, y escritos menores de todo género. Se incluyen en tres cuadros la actual difusión de los autógrafos teresianos por Europa y América. No desecharon páginas o cartas dictadas por ella, materialmente escritas por la secretaria de ocasión, en la mayoría de las ocasiones su querida Ana de San Bartolomé, pero completadas y firmadas por Santa Teresa. También fueron incluidos los autógrafos que en estos momentos están extraviados, pero de los cuales se posee fotografía, en espera de su posible recuperación. Se excluyen de la serie los documentos oficiales, extendidos generalmente por mano de escribano y únicamente firmados por ella.

Una cosa es la experiencia, otra comunicarla… pero las cartas ayudan
Lola Poveda presentó el tema “El epistolario de Teresa de Jesús: de la experiencia a la expresión orante”. Según ella, el hecho de que escribiera tantas cartas demuestra que la experiencia de Teresa es, en el mismo reconocimiento de la experiencia, expresión. Y nada mejor que un epistolario donde la propia expresión se mueve por el impulso de comunicar y comunicarse, libre de los compromisos a los que la elaboración de un libro obliga. La expresión de Teresa es expresión orante. De su diálogo “con El que sabe que le ama” emana su diálogo con el entorno y el mundo que le rodea. Implícita o explícitamente la oración, como confrontación y diálogo humano divino, aparece en sus cartas como argumento. Orar es vivir y vivir, para Teresa, es un constante expresarse en Dios y desde Dios para mejor servir.

Cuando Santa Teresa escribe de dinero y facturas
Victoriano Martín presentó la “Gestión, dinero y finanzas en las Cartas de Santa Teresa”. Habló acerca de las habilidades de Santa Teresa en el ámbito de la gestión y las finanzas en el mundo de los negocios. Las cuestiones económicas tienen un enorme peso cuantitativo en los escritos de Teresa de Ávila, que muestra un gran interés y preocupación por los problemas económicos y financieros, no sólo de los conventos, sino también de su familia.

Por lo que se refiere a los conventos, varias veces tuvo que recurrir al crédito para saldar su economía deficitaria y para hacer frente a los gastos de edificación y puesta en funcionamiento. Pero no faltaron ocasiones en que tuvo que colocar en inversiones rentables los superávits de aquellos conventos de economía más boyante, lo que la obligaría a estar al corriente del funcionamiento de los mercados financieros de la época, cuyos activos más representativos eran juros y censos, siempre en segundo plano de los activos reales como la tierra, según asesoraba a su hermano Lorenzo. Teresa se vio envuelta con mucha frecuencia en operaciones financieras más o menos complicadas, así como en contratos que tenía que leer y estudiar muy detenidamente para asegurar la buena salud financiera de sus conventos.

Sin embargo, no parecía interesarle el debate teológico teórico sobre asuntos financieros tan intenso en las universidades de Salamanca, Alcalá, Coimbra y toda Europa, aunque por razones prácticas sí acudía a asesores académicos, mercaderes y expertos en general en su toma de decisiones económicas. Con esos consejeros, y su propia “sabiduría especial”, se movió “como pez en el agua en el mundo de los negocios y el dinero”.

La enseñanza espiritual: no asirnos a nada
Francisco Javier Sancho Fermín, hablando de la “Autobiografía espiritual de Teresa en sus cartas”, explicó que “la grandeza de la mística teresiana se radica en la simbiosis perfecta entre lo humano y lo divino, entre la vivencia espiritual y la realidad concreta. Ambas realidades se iluminan y se ayudan a un mismo fin: crecer en el amor. Y es la vida con sus retos y dificultades lo que da autenticidad a la mística. Pero también es la experiencia de Dios la que ayuda a asumir la vida en una dinámica capaz de seguir enriqueciendo a la persona. El camino se complementa. Nada se puede dar por concluido ni por terminado. Teresa nos enseña a no asirnos a nada, a dejar que el Espíritu –en la vida y a través de la vida- siga enriqueciendo e iluminando nuestro modo y manera de “servir al Señor”.



Teresa y sus “Exclamaciones” (que también son meditaciones)
José Vicente Rodríguez habló de un librito poco conocido de Santa Teresa: sus “Exclamaciones”. “Sabemos poco más de lo que Fray Luis de León puso en su primera edición de las Obras de la Madre Teresa de Jesús en 1588, al titularlo: “Exclamaciones o meditaciones del alma a su Dios, escritas por la Madre Teresa de Jesús, en diferentes días, conforme al espíritu que le comunicaba nuestro Señor después de haber comulgado, año de mil y quinientos y sesenta y nueve”. Hoy se le suele llamar, simplemente “Exclamaciones”, pero como detallaba Fray Luis, eran también meditaciones. “Hay que considerarlas como la autobiografía oracional y apostólica de la Madre Teresa y no hay mejor camino para conocer su personalidad que estudiarla, escucharla y hasta espiarla cuando ora (como hace en Las Exclamaciones) durante el tiempo que emplea en sus diálogos suaves, o tormentosos, pero siempre sinceros y audaces con Dios”.



Teresa: un pie en la mística, otra en el realismo
Julio Almansa Calero habló de “Mística y realismo en el epistolario teresiano”, dos factores que se conjugan en sus cartas, mostrando una santa, con «pies y cabeza», que acoge los dones de Dios sin perder de vista las comunidades y las personas que Dios le ha confiado. “Las Cartas teresianas no sólo son una ventana a la historia y usanzas del siglo XVI, también nos permiten rastrear los dinamismos de Dios y el mejor modo de responder a su llamada”. Ella se muestra en las cartas como “una mujer que habla y ríe, que bulle vigorosa y optimista resolviendo tantos problemas” como le vinieron encima sobre todo en los últimos diez años: deudas, enfermedades, cuestiones de herencias, malentendidos, traiciones, calumnias, falsedades, compromisos. Su alma se deja tocar como si tuviese cuerpo”.

Y así, hasta el domingo, Ávila se empapará de análisis y pasión por Teresa de Jesús, una pasión contagiada de la que ella empapó en sus innumerables cartas.


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sábado, 30 de agosto de 2014

Es un reto ser monja de clausura joven hoy en Uruguay, el país menos católico de Hispanoamérica


María de Jesús llegó de México a Montevideo con una maleta pequeña en la que había guardado un pijama y dos mudas de ropa. Tenía 16 años, un permiso de menor firmado -a disgusto- por sus padres, el pasaje abierto por tres meses y una vocación bien definida: quería ser monja de clausura.

De Uruguay sabía poco y nada, salvo que aquí hacían falta nuevas vocaciones y que algunas hermanas mexicanas ya estaban instaladas en un pequeño monasterio de un lugar llamado Canelones.

"Era una completa desconocida que venía de otro país a tocar la puerta diciendo `quiero ser monja`", recuerda hoy, nueve años después y totalmente adaptada a la vida contemplativa que lleva en la congregación de hermanas clarisas capuchinas, donde la principal actividad es la oración.

Vida de clausura en Uruguay
En Uruguay no hay muchos conventos de clausura y tampoco son muchos los religiosos que los integran. El de las clarisas capuchinas, ubicado en una zona rural sobre la ruta 64, es uno de los cuatro monasterios del departamento de Canelones; también están las clarisas franciscanas en San José de Carrasco, las salesas en Progreso y las benedictinas en El Pinar.

El monasterio es sólido pero austero. Allí viven once hermanas de entre 25 y 100 años y una aspirante. No pueden salir a la calle ni interactuar demasiado, entre ellas ni con el resto de las personas.

Su día está marcado por una actividad principal que se repite de la mañana a la noche: rezar.

"La vida contemplativa es a veces muy difícil de comprender, es una entrega silenciosa que el mundo no ve. A veces la gente te dice `qué están haciendo ahí encerradas habiendo tantas obras sociales, tantos pobres, tantas necesidades donde hacen falta manos... pero en realidad nuestra vida es una constante plegaria", explica María de Jesús (25). "Y no se pide para nosotras mismas, se pide para los demás".

"Nada nos es indiferente"
Desde un pequeño oratorio, donde cada una tiene un lugar asignado y su material de lectura, las hermanas mantienen su conversación con Dios y aspiran a través de esas plegarias a llegar a toda la humanidad. "Nada nos es ajeno, nada nos es indiferente", resume la hermana Celina (68), una de las pocas uruguayas, actual madre superiora del monasterio Santa María de los Ángeles.

Piden por los enfermos, desempleados, presos, los que se sienten solos, los que sufren por las guerras o por la muerte de un ser querido.

Además, aunque no es su principal cometido, reciben peticiones por teléfono o en persona. "No es nuestra misión, pero si la gente viene o llama siempre se la recibe".

Una clausura pero ya sin rejas
Es que la de las clarisas es una clausura bastante laxa, producto de los tiempos que corren y de la propia ubicación del monasterio. La congregación tuvo su origen en los años `30 en Nuevo París, pero la instalación de varias curtiembres en la zona, con su consiguiente ruido y cenizas, impulsó -sobre todo por razones de salud- la mudanza, que se concretó en 1979. Con el dinero de la venta del viejo convento se construyó uno nuevo, ya sin grandes muros ni rejas. "Tenemos lo elemental, hoy más que nada por seguridad", aclara la madre superiora.

Y aunque solo salen de allí por "causas justas" y "dignas de aprobación", el hecho de que a uno de los lados del edificio haya una pequeña gruta de piedra dedicada a la virgen de Lourdes hace que el contacto con los fieles sea, casi, cotidiano.

El día empieza a las 6 AM
El día comienza temprano, cuando a las seis de la mañana la madre Celina hace sonar una campana a lo largo del pasillo que une las "celdas", como las hermanas llaman a sus habitaciones. Media hora dedicada al "aseo personal" y la cita es en el oratorio, el lugar "más íntimo" de la comunidad. Los rezos empiezan con el Angelus y se extienden durante casi dos horas antes de ir a desayunar. Esa misma rutina, que realizan con dedicación y alegría, se repite previo al almuerzo y al terminar la tarde.

El resto de la mañana las hermanas lo dedican a sus labores, que incluyen la limpieza de la casa, atender la puerta y el teléfono, hacerse cargo de la enfermería, de la cocina o de cortar la leña para abastecer las salamandras. Además, para generar ingresos hacen dulces, salsas y conservas, tareas de costura y hostias.

"Nuestra vida es muy simple, por opción es sencillez y pobreza. Lo principal es trabajar para recibir el sustento, aunque también acogemos limosna", explica Celina.

Las hostias, que venden a los talleres Don Bosco en Montevideo y en varias parroquias de Maldonado, son el ingreso más significativo de la congregación. Para uno de los últimos pedidos elaboraron 30 mil hostias chicas y 300 grandes. Casi todos los alimentos que preparan los venden en un puesto sobre la Ruta 5. "Nos acogen todo y nos pagan en el momento, lo que nos sirve para ir viviendo".

Además, desde hace unos meses la hermana Josefina (40) pinta unas "babitas" de bautismo que tienen mucho éxito en la iglesia de Pando. Por cada una perciben 80 pesos.

El tiempo de "recreo"
Las monjas de clausura no suelen conversar entre ellas, salvo en los momentos de "recreo", como se refieren a las instancias más distendidas que se dan luego del almuerzo o la cena. "Ahí hablamos", dice María de Jesús dejando escapar la risa. Justamente, agrega, ese es un tiempo para reír y jugar.

Para los "recreos comunitarios", que tienen lugar los domingos, las hermanas organizan juegos de mesa o pelota, rondas de chistes y adivinanzas o salidas a caminar o correr. También celebran los cumpleaños, con torta casera, algunos globos y sesión de cine con películas "con enseñanzas".

Los lunes pueden ver noticias
En ningún momento viven la clausura con angustia ni cuestionan la eficacia de sus reiteradas conversaciones con Dios. Ni siquiera los lunes, día que tienen permitido mirar el informativo.

"No es todo fracaso, hay mucho bien escondido", dice la madre Celina y ejemplifica con los triunfos de Uruguay en el fútbol y el esfuerzo de muchos grupos de jóvenes que en Montevideo trabajan por las noches para acercar un plato de comida a la "gente necesitada".

En esa apuesta hacia una vida más integrada a la sociedad, las clarisas también tienen una computadora con acceso a Internet, algo impensable hace algunos años o en otras congregaciones más conservadoras.

"A través de Internet las hermanas se informan bastante, podemos imprimir alguna noticia destacada, como el conflicto en la zona de Gaza... nada se nos escapa, ningún ser humano, y entonces lo incluimos en nuestras plegarias", justifica la superiora.

Además, este año están recibiendo un curso de antropología y teología espiritual. "Porque nuestra vida tiene que estar renovándose cada día y tenemos que estar actualizadas".

Las salidas son excepcionales, para ir al médico -se atienden en salud pública- o hacer un trámite. Y las visitas, previa coordinación, son casi siempre de familiares. "Una vez vino desde España una sobrina de sor Juana que estaba buscando a su familia", recuerda Celina.

Familias con fe... que se oponen a la vocación
En tiempos en que la merma de aspirantes a la vida religiosa preocupa a la Iglesia Católica, la elección de la clausura despierta caras de asombro, miradas reprobatorias e incluso burlas. Desde afuera, parece difícil comprender una elección tan radical, incluso para los propios católicos.

María de Jesús proviene de una familia cristiana y aún así tuvo sus obstáculos. "Mi mamá es una mujer de mucha fe y mi papá es muy creyente, pero de los que decían `mi hija no`. Él fue el más tenaz para interponerse, pero al final el Señor lo doblegó y accedió".

Ella definió su vocación cuando aún estaba en México, ni bien terminó la secundaria, a los 15 años. "Es una experiencia que te atrae pero que a la vez tiene que tener un momento de encuentro. Yo viví ese encuentro con el Señor a través de una mirada. Claro que no lo tenía enfrente, pero cuando sentí que Él me miró se me quitaron todas las dudas... todo lo que se interponía en el camino para dar el sí a esta vida de clausura desapareció".

La hermana Celina lleva cincuenta años de clausura, una vocación que siempre tuvo clara. Se educó en el colegio San José de la Providencia, pero no cree que eso haya sido decisivo. "Porque éramos muchas y solo dos entramos de monjas", recuerda.

Primero conoció a un grupo de hermanas capuchinas, luego a las clarisas. "No sé qué me pasó, pero sentí en mi interior y en mi corazón que ese era mi lugar". Ingresó de forma definitiva al terminar el liceo. "Hay algo que te atrae, algo muy fuerte que uno ni se da cuenta cuando es pequeño pero después va creciendo con uno. Y uno percibe que ese es el llamado".

Historias de vocación
A comienzos de agosto llegó al monasterio María del Valle (30), una joven de Maldonado con voluntad de experimentar la vida de clausura. "Es la forma de ir sintiendo y viviendo si este es tu lugar. Con sus dificultades, con sus virtudes, esa es la idea... por ahora estoy re-contenta". Antes, María había cursado unos años de Medicina y trabajaba como profesora de inglés en una UTU. "He hecho de todo, tuve mis compañeros, mi casa, mi trabajo, pero nada me llenaba", dice para explicar el cambio de rumbo.

Aunque viene de una familia creyente, su decisión no contó con el visto bueno de algunos parientes y amigos.
"No es un camino lisito, tiene sus espinas, como gente que te dice `¿te vas a encerrar?` o `¡estás loca!` y eso te queda en la cabeza, te hace cuestionarte, pero también te ayuda a ir madurando la vocación".

Si se decide por la clausura, le espera un largo proceso de formación que entre aspirantado, postulantado y noviciado se puede extender por una década y culmina con el compromiso definitivo.

En ese "casamiento" con Dios las monjas realizan los votos de castidad, obediencia y pobreza. María sabe de qué se trata y se la nota entusiasmada. Dice que hace tiempo que viene regalando ropa y objetos, dejando lo imprescindible para no pasar frío.

"De repente, estando en el mundo uno compra y compra, tiene el ropero lleno y después se da cuenta de que no precisa tanto".

Allí, viviendo como una hermana más, estará hasta noviembre. "Cuando se termine vuelvo a casa a pensar un poco. Pienso yo y piensan ellas", dice entre risas. "Y quizás después vuelva".

El día que ellas son anfitrionas
El lunes 11 de agosto en el Monasterio Santa María de los Ángeles, a pocos kilómetros de la ciudad de Canelones, hay más movimiento que el habitual. Sobre las 15.30 llegan los primeros visitantes, que se acomodan en los bancos de la capilla, aún vacía y donde el frío cala hondo en los huesos.

Algunos fieles hacen una breve escala en la pequeña gruta de Lourdes, repleta de mensajes de agradecimiento y donde las velas encendidas son una constante. Pero ese día la protagonista es Santa Clara, figura que le da nombre a la congregación de once hermanas clarisas capuchinas que llevan una vida "de clausura" dedicada a la oración. Esa tarde la rutina cambia y ellas abren las puertas de su casa.

Las enganchadas al móvil
Desde la entrada de la capilla María de Jesús da la bienvenida y conversa con cada uno de los visitantes. Cuatro adolescentes llegan a las risas y se ubican en uno de los últimos bancos. Están tentados y no pueden evitar revisar el celular. Se los nota familiarizados con el entorno, aunque poco compenetrados con la actividad que está por comenzar. Una de las hermanas los invita a ayudar con los preparativos. Reparten las carpetas con los cantos y preparan algunas canastas para la limosna, sin dejar de reír.

El obispo de Canelones, Alberto Sanguinetti, es el encargado de oficiar la misa, que comienza puntualmente a las 16 horas. Cada una de las hermanas ocupa su lugar en el oratorio, separado de la capilla por una ventana con rejas que en otros tiempos supo permanecer cerrada. Es que hoy la clausura de las clarisas ya no es tan estricta como en los años de su fundación, hace más de ocho décadas.

Detrás de esa ventana asoma el rostro arrugado y rozagante de la hermana Juana, la mayor de la congregación, que con 100 años está autorizada a permanecer sentada durante todo el servicio.

María de Jesús es la organista y el resto conforma el orgulloso coro. La celebración dura casi dos horas y termina con una oración a Santa Clara y la invitación de la madre superiora, Celina, a compartir una merienda en el locutorio. Así, entre chocolate caliente y pasta frola casera, transcurre una de las pocas instancias en que las hermanas pueden interactuar con gente fuera de la congregación.

Uruguay: el país menos católico de Sudamérica
Uruguay es el país menos católico del continente más católico del mundo: 47% de la población se declara parte de esa feligresía. Además, es el único de la región donde se produce "un proceso de secularización acelerada", según las conclusiones de la Corporación Latinobarómetro en su informe "Las religiones en tiempos del Papa Francisco", presentado este año.

Pero más allá de los fieles, es difícil cuantificar cuántas personas entregan su vida a la religión. La Conferencia de Religiosos y Religiosas del Uruguay (Confru) tiene unas 60 congregaciones de hermanas registradas con 429 monjas, aunque podría haber más que no están en esta base de datos.

"En los tiempos que corren hay que gritar que encontrarse con Dios vale la pena, y que Dios puede llenar a una persona", opina el obispo de Canelones, Alberto Sanguinetti, sobre la progresiva disminución de religiosos y fieles en todo el país.

Facebook, una herramienta útil para ayudar a discernir
En los tiempos de Internet, la clausura es cada vez más relativa. Con el visto bueno de la congregación, desde hace un año la hermana María de Jesús gestiona una página en Facebook a la que bautizó Jesús te llama hoy y a través de la cual "sube" mensajes y fotos para toda la comunidad, pero sobre todo para los jóvenes. "Hoy la vocación es muy difícil, a los muchachos les cuesta el compromiso, lo viven con mucha inseguridad", explica.

Además, "el Face" le resulta una herramienta útil para "ayudar a discernir" a aquellas chicas "que sienten el llamado pero tienen miedo". Es que en los últimos años las clarisas no han tenido nuevas incorporaciones; María de Jesús fue la última, hace ya casi una década.

En esa misma búsqueda la congregación está haciendo una experiencia de tres meses con un grupo de chicos de la zona, a los que dos sacerdotes imparten charlas y María de Jesús forma en canto, sin traspasar los muros del monasterio. Al comienzo eran 20, pero el invierno hizo menguar la asistencia. Al servicio por el día de Santa Clara, solo asistieron cuatro de ellos. "Es difícil, son adolescentes y, como parte de su naturaleza, adolecen de todo", dice María de Jesús.


sábado, 23 de agosto de 2014

Sor Bonetti coordina en Italia cien casas dedicadas a acoger y devolver la dignidad a exprostitutas

Combate el tráfico de seres humanos y lucha en favor de la dignidad de la mujer desde hace más de veinte años. Por esto, sor Eugenia Bonetti –misionera de la Consolata, coordinadora de la Oficina “Trata de mujeres y menores” de la Unión de las Superioras Mayores de Italia (Usmi) y presidente de la asociación Slaves no More– ha recibido numerosos reconocimientos: del Departamento de Estado de los Estados Unidos (2004 y 2007), del Observatorio permanente de la Santa Sede en la ONU en 2011, de la Unión Europea en 2013 y del presidente Giorgio Napolitano el pasado 8 de marzo. “Desde principios de los años 90 –dice sor Eugenia– y posteriormente con mayor eficacia desde el año 2000, cuando se creó la Oficina para la Trata de mujeres y menores de la Usmi, muchísimas congregaciones han abierto las puertas de sus conventos para acoger a las nuevas esclavas: mujeres con las que se ha traficado, a las que se ha obligado a prostituirse, reducidas a mercancía, compradas y vendidas por explotadores y clientes”.

Sor Eugenia, por fin las Naciones Unidas han convocado una Jornada Internacional contra el tráfico de seres humanos…
 

Es muy importante, porque ayuda a crear una conciencia sobre un fenómeno amplísimo, que muchos siguen sin querer ver. El tráfico de seres humanos es una de las peores esclavitudes de nuestro siglo. Una vergüenza para la humanidad. La misma ONU tendría que hacer mucho más, pidiendo a los países que están involucrados -y casi todos los están, por origen, tránsito o destino- que firmen y respeten las convenciones internacionales, y que aprueben e implementen leyes nacionales más eficaces.

En Italia y en el mundo, una red capilar de congregaciones religiosas está trabajando contra esta vergonzosa esclavitud. ¿De qué manera?
 

Junto a muchísimas otras religiosas en toda Italia -pero también en Europa y en el mundo- intentamos devolver la dignidad y la legalidad a muchas mujeres que han sido privadas de su libertad y que han sido obligadas a prostituirse, reducidas literalmente en esclavas. Sólo en Italia más de seis mil mujeres han sido acogidas en nuestras comunidades y han sido acompañadas en su recorrido de integración. Además, en el último año, gracias a una contribución de la Conferencia Episcopal Italiana y a la colaboración de Caritas nacional hemos puesto en marcha, como Asociación Slaves no More, un proyecto de repatriación para mujeres nigerianas que quieren volver a su país de origen. Un desafío nuevo y arduo que, sin embargo, demuestra que el viaje de la esclavitud no tiene un único sentido. También se puede volver a casa con dignidad.

Estas intervenciones a escala internacional requieren un gran trabajo en red…
 

Es lo fundamental para no desperdiciar energías y obtener resultados. En Italia, la Oficina Trata de la Usmi coordina un red de casi 250 religiosas pertenecientes a unas setenta congregaciones que gestionan aproximadamente una centenar de casas de acogida. Además existe una red europea, Renate, y una internacional, Talita Kum. Más otros varios grupos y comités que trabajan también a nivel de la ONU, donde hacen presión y actúan a nivel jurídico. Esta Jornada internacional creo que es también fruto de sus esfuerzos.

Además de las religiosas, ¿la Iglesia está haciendo algo más contra la trata?
 

A veces, a nuestras propias realidades de Iglesia les cuesta acoger el grito del Papa Francisco, que en diversas ocasiones ha hablado contra esta nueva esclavitud. Pero muchas cosas se están moviendo. Se está organizando en el Vaticano un segundo Simposium que implica aún más a los jóvenes. Y junto a Talita Kum –que es parte de la Unión Internacional de las Superioras Generales (Uisg)– y a otras organizaciones estamos trabajando para llegar a una Jornada de oración y reflexión contra la trata, que se celebrará por primera vez en toda la Iglesia católica el próximo 8 de febrero, fiesta de Santa Bakhita, la pequeña esclava, liberada de sus verdugos y convertida en santa.

(Traducción de Helena Faccia Serrano, Alcalá de Henares)


 Anna Pozzi - Avvenire / ReL

lunes, 18 de agosto de 2014

El emotivo encuentro del Papa con una anciana que fue esclava sexual durante la II Guerra Mundial

El Papa saludó de manera muy emotiva a una anciana víctima de la esclavitud sexual durante la II Guerra Mundial en la catedral de Myeongdong en Seúl, donde Francisco celebró la última misa de su visita de cinco días a Corea del Sur.
 
El pontífice pasó varios minutos estrechando la mano de Kim Bok-dong, de 89 años, que atendió a la misa en silla de ruedas, y que fue una de las siete "esclavas sexuales" que participaron en la ceremonia.
 
Kim, conocida activista por los derechos de este colectivo, entregó un pin con una mariposa a Francisco, que se lo colocó en su solapa. La mariposa es el símbolo de las niñas y adolescentes que el Imperio Japonés reclutó forzosamente en los países colonizados en Asia como esclavas sexuales para sus soldados durante la II Guerra Mundial, conocidas eufemísticamente como "mujeres de confort".
 
Se estima que hasta 200.000 mujeres, la mayoría coreanas, fueron víctimas de la esclavitud sexual de Japón, aunque poco más de medio centenar de ellas permanecen vivas y todas ellas tienen más de 80 años.
 
Éstas, junto a otros seguidores de la causa, se manifiestan cada miércoles desde hace 24 años para exigir a Tokio unas disculpas "sinceras", a pesar de que el país vecino ya se excusó oficialmente en 1993.
 
"Quiero que me ayude a conjurar el dolor"
 
Una de estas víctimas es Lee Yong-soo, una devota católica que recuerda con dolor los momentos sufridos a manos de los soldados japoneses cuando tenía 15 años. “Si tenemos la oportunidad de hablar con él, quiero acercarme llorando y pedirle que nos ayude a conjurar nuestro dolor”, dijo en una entrevista telefónica difundida previamente por AP. “Quiero pedirle que nos ayude a poner fin a este problema de manera pacífica”, expresó.

Por su parte, Kang Il-chul, de 87 años, recordó que “los coreanos, varones y mujeres, fueron arrebatados por los militares japoneses”. En ese sentido, durante la entrevista difundida antes de la Misa, dijo que “aunque esté en mi lecho de muerte, estaré feliz sabiendo que me encontraré con este gran hombre”.
 
 http://www.religionenlibertad.com/contactar.asp?idarticulo=37221

sábado, 9 de agosto de 2014

Fallece por ébola en Monrovia la misionera Chantal Pascaline, que el equipo español no rescató

La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios ha confirmado el fallecimiento esta madrugada de sábado de la hermana Chantal Pascaline Mutwamene, misionera de la Inmaculada Concepción, natural del Congo, de 47 años, como consecuencia del virus del ébola en el Hospital San José de Monrovia, en Liberia.

Según ha indicado la Orden en un comunicado, el fallecimiento se ha producido "a pesar de los cuidados que estaba recibiendo por parte de un enfermero voluntario, que es la persona que está atendiendo también al hermano Georges Combey, que también se encuentra en un estado muy preocupante de salud".

El hospital ha sido aislado por las autoridades liberianas: allí solo están los enfermos y este enfermero voluntario.

La nota de la Orden de San Juan de Dios recuerda que esta orden y su ONG Juan Ciudad intentan enviar "un equipo de profesionales sanitarios lo antes posible".

Tienen en marcha la campaña ´Paremos el Ebola en África del Oeste´ en la página web www.juanciudad.org, que recoge fondos para ayudar a sus dos hospitales en la zona: el de Monrovia (ahora colapsado bajo el ébola) y el de Sierra Leona.

Los religiosos con Ébola que se quedaron en Liberia tras la salida en la madrugada del jueves del sacerdote español y de la hermana con pasaporte español Juliana Bonoha aseguraron haber perdido la esperanza tras varios días pidiendo que también se les sacara del país a ellos y dijeron estar "esperando la muerte".

"Estamos esperando la muerte", aseguró a Europa Press la hermana Catherine, una de las religiosas que, junto a las Misioneras de la Inmaculada Concepción Chantal y Paciencia, permanecían aisladas.

Los religiosos reclamaron ser trasladados a España al igual que sus hermanos: "Llevamos cuatro o cinco días pidiendo y pidiendo y pidiendo pero no habido forma", remarcó.

Según explicó la religiosa, los que aún permanecían asilados en el convento contiguo al hospital, ella, las hermanas Chantal y Paciencia y un hermano de San Juan de Dios, se encontraban "mal". "Si no hay medicamento para esto --señalaba Catherine--, ¿recuperarnos? Estamos esperando la muerte. Los síntomas debilitan mucho".