jueves, 8 de septiembre de 2011

Natividad de la Virgen: Una vida de alegría y regocijo


 
La fiesta de la Natividad de la Virgen es una excelente oportunidad para reflexionar sobre la propia vocación


Toda la Iglesia cantará la alegría que el nacimiento de la Madre de Dios trae para nosotros. La liturgia de la santa misa es prueba latente de esa felicidad.

Hace 14 siglos, san Juan Damasceno pronunció una homilía sobre el nacimiento de la Virgen que explica muy bien el sentido de esta fiesta:

“¡Oh feliz pareja, Joaquín y Ana, a ustedes está obligada toda la creación! Por medio de ustedes, en efecto, la creación ofreció al Creador el mejor de todos los dones, o sea, aquella augusta Madre, la única que fue digna del Creador. ¡Oh felices entrañas de Joaquín, de las que provino una descendencia absolutamente sin mancha! ¡Oh seno glorioso de Ana, en el que poco a poco fue creciendo y desarrollándose una niña completamente pura, y, después que estuvo formada, fue dada a luz! Hoy emprende su ruta la que es puerta divina de la virginidad. De Ella y por medio de Ella, Dios, que está por encima de todo cuanto existe, se hace presente en el mundo corporalmente. Sirviéndose de Ella, Dios descendió sin experimentar ninguna mutación, o mejor dicho, por su benévola condescendencia apareció en la Tierra y convivió con los hombres”

La Natividad de la Virgen nos recuerda, sobre todo, que Dios nos ha elegido para una labor concreta desde toda la eternidad. Todos los seres humanos tienen una vocación muy particular, pero es necesario descubrirla.

Para conocer ese llamado personalísimo que Dios hace a cada uno, a cada una, es indispensable fortalecer la vida interior. Como María, nosotros debemos ser concientes de que Dios quiere de nosotros algo en particular. Y, también según el ejemplo de la Virgen, debemos trabajar para descubrir ese algo desde muy jóvenes.

San Juan Damasceno recalca que es por medio de Ella, que Dios se encarna, que, sirviéndose de Ella, Dios desciende a la Tierra. En efecto, María es instrumento divino para concretar la llegada del Salvador. Pues nosotros también somos instrumentos de Dios, con una finalidad específica.

Por eso, la felicidad humana no está completa si no conocemos para qué estamos vivos. En el trabajo, en la familia, en la vida religiosa, como laicos, como sacerdotes… todos estamos obligados a responder a ese llamado, que puede escucharse con mucha claridad o barruntarse poco a poco, sin importar la edad o condición personal.

Jóvenes, adultos y viejos, hombres y mujeres, deben estar atentos para conocer el querer de Dios. Ahí, en su vida, el Señor les pide algo, en el trabajo de todos los días, sea cual fuere.

Pero sin la oración ni la fuerza de los sacramentos, será más difícil descubrir la vocación. Los cristianos del siglo XXI tenemos el deber de descubrir ese llamado.

Y no se trata sólo de vocación al celibato. La llamada universal a la santidad es para todos: “Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”.

La Fiesta de la Natividad de Nuestra Señora es momento idóneo para revisar si estamos poniendo los medios necesarios para atender al llamado de la vocación, si de verdad estamos haciendo la voluntad de Dios.


Natividad de la Santísima Virgen María

La Iglesia nos invita hoy a celebrar el nacimiento de la Virgen María, con estas palabras: "Celebremos con jubilo el nacimiento de la Sma. Virgen María, de la cual nació Cristo, nuestro Dios y Salvador".

No hay, en efecto, mejor manera de festejar a María que postrarse ante su Hijo. Y la razón de ello es que el Hijo de María, sin dejar de ser Verdadero Hombre, es a la vez, el Hijo del Eterno Padre, y por tanto, Dios de Dios, Luz de Luz. Los que no contemplan así al Hijo de María, no pueden captar los tesoros de gracia y de amor que se encierran en esta fiesta mariana.

El nacimiento de María anuncia al mundo la dicha de la llegada del Redentor de todos y cada uno de nosotros. Pues así como el sol no sólo ilumina toda la tierra, sino también a cada uno de sus moradores, así la luz de la redención se anticipa a iluminar a la Virgen, que nació para hacer reverberar sobre el mundo las bendiciones de su redención anticipada, en cuanto "Madre del Redentor" e Intercesora y Medianera de todas las gracias.

¡Qué atmósfera tan sobrenatural de paz y de luz, de gracia y bendición envuelve esta gloriosa festividad del nacimiento de María! Realmente Ella es para los hijos e hijas de Adán, la Aurora de nuestra redención y de nuestra elevación al plano sobrenatural. La alegría se desborda en el alma cristiana que vislumbra, a través de la fe, la gloria del Señor en el nacimiento de la Virgen, y los beneficios innumerables que recibimos sin cesar de la Virgen Madre de Dios.

¿Cómo nos habríamos comportado, si hubiésemos podido escoger la madre nuestra? Pienso que hubiésemos elegido a la que tenemos, llenándola de todas las gracias. Eso hizo Cristo: siendo Omnipotente, Sapientísimo y el mismo Amor, su poder realizó todo su querer. Los teólogos han formulado con frecuencia un argumento semejante. Dicen: convenía, Dios podía hacerlo, luego lo hizo. Es la explicación más clara de por qué el Señor concedió a su Madre, desde el primer instante de su inmaculada concepción, todos los privilegios. (Beato Josemaría Escrivá)

Cantemos pues con la Iglesia: "Celebremos con alegría la natividad de la Bienaventurada Virgen María, para que ella interceda por nosotros ante Jesucristo, el Señor".


sábado, 3 de septiembre de 2011

“Un canto de esperanza”, el nuevo álbum de Sara Torres

Presentado en Madrid en la XXVI Jornada Mundial de la Juventud

MADRID, domingo 28 de agosto de 2011 (ZENIT.org).-

 Un doble concierto-testimonio lanzó su último disco, Punto y Aparte, un trabajo basado en la valentía y en la esperanza cristiana, con la gratitud hacia Dios por todos los dones recibidos. Sara Torres, cantautora cristiana de Nicaragua, actuó delante de miles de peregrinos en Madrid durante la Jornada Mundial de la Juventud.
Antes de llegar a la capital española, la artista sudamericana actuó también en Toledo, ante más de 10.000 jóvenes.
“El nuevo disco supone un cambio que nos exhorta a dejar de lamentarnos y nos invita a mirar hacia lo alto -dijo la cantautora- y doy gracias a Dios por las cosas que me da cada día”.
El nuevo álbum contiene una canción que habla a las mujeres que quieren abortar, animándolas a tener a su hijo. “Se llama Provida -explica Sara Torres- y nació de mi corazón cuando estaba embarazada de mi cuarto hijo, aunque todavía no lo sabía. Pienso sobre todo en las mujeres que probablemente no saben lo que están haciendo”.
Punto y Aparte es un álbum que recoge canciones de distintas temáticas y situaciones: hay una dedicada a la defensa de la vida, otra a las personas con depresión y a quien siente impulsos homicidas, otra que es una canción vocacional que constituye, en realidad, una verdadera oración.
En resumen, un disco muy variado que afronta todos los temas que están en el corazón de la cantautora: de la vida a la oración, de la vocación a la esperanza.
En referencia a su participación en la JMJ, Torres explicó que no fue fácil participar con dos conciertos.
“Han sido necesarias muchas solicitudes y operaciones burocráticas –dijo-. Por lo que respecta al evento, sin embargo, los jóvenes son muy entusiastas y esto me ha dado mucha energía y fuerza para seguir adelante”.
“Fui a Madrid sobre todo como peregrina -añadió- y esto fue para mí un 'sacrificio'. Pero afirmo que ha valido la pena aunque sea sólo por una persona que, gracias a mi música y a mi testimonio, haya encontrado a Dios”.
“Mi canto es tanto para una persona como para miles: el número no importa  -concluyó-. Creo que en esta Jornada Mundial de la Juventud hemos podido llegar a personas que no creen y por eso estoy muy contenta”.
Más información sobre Sara Torres: http://www.saratorres.com/
[Por Serena Sartini, traducción del italiano por Carmen Álvarez]

sábado, 27 de agosto de 2011

Cuatro hermanas de sangre y de congregación

Agradecen al unísono la próxima beatificación de su fundadora, Ana María Janer

LA SEU D’URGELL, jueves 25 de agosto de 2011 (ZENIT.org).-

Las Lorenzo, cuatro hermanas de una misma familia que pertenecen a la congregación de la Sagrada Familia de Urgel, esperan con mucha ilusión la beatificación de la fundadora, Anna Maria Janer, que tendrá lugar el próximo 8 de octubre en La Seu d’Urgell (Lérida, España).
“Lo vivimos al unísono con mis hermanas: es un momento de gracias que tenemos que agradecer a Dios y a la Iglesia”, explica Visi, que acaba de cumplir 73 años y coordina la atención espiritual y religiosa del Sant Hospital de La Seu d’Urgell.
En la siguiente entrevista a ZENIT, confiesa que ante los afanes de su vida diaria, donde muchos la solicitan y a veces no le queda ni un minuto, le piede a Dios “ser pan bueno para los demás”.
Su hermana mayor también es monja, de la congregación del Santo Ángel de la Guarda y la otra hija que completa la familia está casada.

- ¿Cómo convergieron los caminos de cuatro de las seis hermanas de su familia en la congregación fundada por la Madre Janer?

Visi Lorenzo: Aunque nacimos en un pequeño pueblo de Palencia, Santillán de la Vega, nuestros padres nos enviaron a estudiar al colegio de la congregación de la Sagrada Familia en Masnou, cerca de Barcelona, porque nuestro padre valoraba mucho que las mujeres pudieran acceder a la cultura. Fuimos entrando al noviciado por orden de edad, primero Araceli, más tarde yo misma, con 18 años, después Conchita y finalmente Enedina.

- ¿Influyó en su decisión la decisión anterior de sus hermanas mayores por la vida religiosa?

Visi Lorenzo: Reconozco que quizás sí, pero es Dios quien se sirve de intermediarios que pone en la vida de cada persona para que descubra su vocación.
Después, cada una ha hecho su propia opción personal y su propio camino. Yo, por ejemplo, fui muy joven a Latinoamérica. Asumir lo que significa entregarse plenamente al Señor lo he ido aprendiendo día a día, ha sido un camino.
Y estoy muy contenta, mi vida es un continuo agradecer a Dios, no podría escoger otra cosa porque es lo que he vivido profundamente y lo que me ha llenado.
Mientras el Señor nos quiera regalar salud y las fuerzas, nuestra vida es para Él, ya se lo dijimos un día y para siempre, siguiendo el carisma de la Madre Janer, Servirte siempre y en todo.
El entorno, el pueblo, también ayudaba: no había ninguna diversión, estaba rodeada de cuidados y nos educaban desde pequeñitas en todos los ámbitos: todo queda dentro y va creciendo.
En mi decisión por la vida religiosa también influyeron el maestro y el párroco de nuestro pueblo, las religiosas de la escuela donde estudié y sobre todo, nuestros padres.

- ¿En concreto qué función desempeñaron sus padres en su vocación?

Visi Lorenzo: Realmente a ellos les debemos nuestra vocación a la vida y a la vida religiosa. Eran unos padres que vivían profundamente lo religioso.
Cada día, al anochecer, nuestra madre nos leía la vida del santo del día y nos daba indicaciones para que intentáramos vivir sus virtudes más específicas el día siguiente.
Cuando llegaba nuestro padre, rezábamos el rosario. Si alguna se había dormido, él le daba el rosario para que contara las avemarías.
Rezábamos antes de irnos a dormir, dábamos gracias al levantarnos por la mañana, bendecíamos la mesa, … lo normal en una familia cristiana de aquel momento. Pero sobre todo, ellos nos educaron con el ejemplo.
Ahora mi vida es un continuo dar gracias al Señor porque no puedo hacer otra cosa. Y espero que sigamos ayudándonos todos mutuamente para hacer este mundo nuestro cada día más bonito, donde se pueda vivir mejor y más en paz.

- ¿Actualmente se encuentran las hermanas algunas veces? ¿Comparten momentos familiares?

Visi Lorenzo: No muy a menudo, pero por ejemplo la tercera semana de agosto pasamos cuatro días juntas, con las comunidades de mis dos hermanas que viven en Barcelona y en L’Hospitalet de Llobregat. Pudimos seguir por televisión la Jornada Mundial de la Juventud que se celebraba en Madrid.

- ¿Qué les pareció ese encuentro juvenil con el Papa?

Visi Lorenzo: A mí me impactó muchísimo. Sí que esperara que fuera muy fuerte para los jóvenes, pero no me imaginaba las proporciones de profundidad, de vivencia profunda. Se veía en las imágenes cómo rezaban, con qué recogimiento.
Rezamos para que dé frutos, para que los jóvenes se despierten y quieran ser mejores y transformen nuestras sociedades. También dimos gracias porque un acontecimiento tan grandioso y con tanta gente pudiera celebrarse de una manera tan ordenada, y por la devoción de esos jóvenes.
Ha sido un momento de gracias y yo he pensado mucho en la próxima beatificación de nuestra fundadora, la Madre Janer. Creo que, en pequeño, también se manifestará la vida del Espíritu, como se manifestó en Madrid.

- ¿Qué representa para usted la próxima beatificación de la Madre Janer?

Visi Lorenzo: Para mí significa un momento muy importante en la vida personal, comunitaria y de la congregación, un momento de profundizar más en el carisma de Ana María, que es de seguimiento de Jesús, y dejarnos llevar más por él, retomar esa opción que hicimos un día, muy jovencitas.
Me interpela a vivir en mi vida, con más generosidad, más comprometida, lo que realmente dice el lema escogido ara la betatificación: Amar y servir siempre y en todo, especialmente a los más débiles. Eso es lo que he intentado hacer pero es un momento de gracia para vivirlo con más profundidad.
Es muy importante Ana María, personalmente y por lo que ha significado para la humanidad, en su tiempo. Es una figura señera de alguien que ama a Dios y a los hermanos profundamente porque se deja amar por Dios. En la medida en que me deje amar por Dios, seré capaz de amar a los otros como hizo ella.
Es un momento para dar gracias a Dios, que quiere, a través de la Iglesia, poner de manifiesto y hacer más visible esa figura que ha dado tanto al mundo, que ha dejado tanta huella con su amor y su entrega, como hizo Jesús.
Para mí es una interpelación constante este año para el futuro. ¡Hay tanta gente que nos necesita como personas que aman de verdad! Ana María Janer tiene una frase muy bonita que dice: “Firmeza cuando haga falta, dulzura y caridad, siempre”.
La próxima beatificación la vivimos al unísono con mis hermanas: es un momento de gracias que tenemos que agradecer a Dios y a la Iglesia y si nos dejamos, nos puede marcar.
Al menos aquí en La Seu d’Urgell se está viviendo, la gente pregunta más por ella,… se está redescubriendo su figura. Dios pasa a través de Ana María para decirnos: ¡despertaos!, Dios os quiere a punto como ella, pan para los demás.
Yo me siento muchas veces como pan que come la gente y le pido: que sea pan bueno para los demás. No tienes un minuto, pero te necesitan los demás y lo hago con gozo; si he dado este paso, ha sido para ser para los demás.

- ¿Qué le diría a un joven que se está preguntando sobre su posible vocación a consagrarse a Dios?

Visi Lorenzo: Desde mi experiencia personal y desde el cariño que tengo a los jóvenes, que no tengan miedo si sienten esta llamada de Jesús; que la sigan, que la cultiven, que busquen ayuda, que Jesús está con ellos.
Cuando pienso cómo ha ido conduciendo mi vida, es como un milagro continuo. Que no tengan miedo a dejarle entrar en sus vidas porque hará maravillas en ellos. Si sienten esta llamada, se han de sentir privilegiados.
También que creen clima con la oración, el silencio, apartándose un poco de estos ruidos que la sociedad nos pone, dejándose guiar por un guía, o con buenas amistades. Es Él quien hace todo.
Es muy bonito poder consagrar la vida a Dios. Mi experiencia en mi familia es que estamos muy gozosas de haber dado este paso y de haber dado nuestra vida al Señor.
Y les diría: “la sociedad os necesita, necesitamos vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa”, y que si quieren venir a la congregación de la Sagrada Familia, que las acogeremos con los brazos abiertos porque estamos abiertas a acoger a todos como lo hizo Ana María Janer.
Y también a los que rodeamos a los jóvenes, les diría que les ayudemos en estos planteamientos que a veces ellos se hacen, que nos hagamos cercanos a ellos porque también necesitan ayuda de la sociedad -como hizo Ana María Janer, que ayudó a muchas jóvenes y las condujo a algo que valía la pena-, que sepamos despertar en los jóvenes esa necesidad de darse a los demás.

Por Patricia Navas

sábado, 20 de agosto de 2011

Joven religiosa tras encuentro en El Escorial: "Dios me llamó en una JMJ

MADRID, 19 Ago. 11 / 04:30 pm (ACI)

La hermana Almudena Ríos, de las Esclavas de Cristo Rey, vivió con especial emoción el encuentro del viernes con el Papa Benedicto XVI con religiosas de todo el mundo en El Escorial porque su vocación maduró en una JMJ. Decidió dar el paso hacia la vida consagrada durante la Jornada Mundial de la Juventud que se celebró en Colonia (Alemania) en agosto de 2005.
En una entrevista concedida a ACI Prensa, la joven de 22 años explicó que "la vocación no es un momento de golpe sino que va teniendo sus pasos. Para mí un momento importante fue la jornada de Colonia".
En ese entonces vivía en la diócesis de Málaga y tenía 17 años. "Me cuestionaba muchas cosas. Rezaba y no sentía nada. Era católica, pero me preguntaba ¿cómo puedo saber si Dios me habla si no lo siento? La Jornada supuso entonces una respuesta para mí", recordó.
Almudena, cuyo nombre se debe a la Virgen Patrona de Madrid (España), relató que en aquella ocasión se encontró con jóvenes de China y Corea con quienes hablaba en inglés sobre su vida cristiana en estos países comunistas en donde los fieles son perseguidos.
La religiosa relató que esos muchachos le contaron que arriesgaban su vida para ir a Misa. "¿Yo arriesgaría mi vida así? Uno no arriesga su vida por nada", se cuestionó.
Sus experiencias en la JMJ Colonia 2005 marcaron un hito en su vida. "Me llenaron de alegría. Cuando volví a España vi que estaba distinta, que tenía una alegría distinta, pero todavía no entendía bien por qué".
Un año después de Colonia, Almudena participó de unos ejercicios espirituales de su actual congregación.
"Me enseñaron a reconocer la voz de Dios en la oración. Me di cuenta que Dios me quería sobre todas las cosas. Con ese amor de Dios, experimenté el deseo de entregarme yo también de la misma manera".
Al descubrir su vocación a la vida consagrada quiso ser misionera, pero luego optó por las Esclavas de Cristo Rey, una congregación que se dedica a dar ejercicios espirituales y acompañamiento espiritual.
La religiosa alentó a los participantes de la JMJ Madrid 2011 a no tener "miedo y que se dejen acompañar en el camino hacia su vocación, ya sea la vida consagrada o la matrimonial. Sin oración no puede haber vocación. Si no me pongo a la escucha de Dios no puedo comprender nada".
Esta "es mi primera JMJ como consagrada y se vive de una manera distinta. Escuchar la voz del Papa es una manera de fortalecer la fe que me permite saber por dónde caminar", concluyó.

lunes, 15 de agosto de 2011

María ha subido al cielo en cuerpo y alma


Ahí nos espera; en ninguna otra parte, con los brazos abiertos para abrirnos la puerta de la gloria.

El triunfo de María es también el triunfo de sus hijos. María ha subido al cielo en cuerpo y alma para decirnos que un día estaremos con Ella, de manera semejante. Ahí nos espera; en ninguna otra parte, con los brazos abiertos para abrirnos la puerta de la gloria.

La mujer que podemos definir como Amor vivió en este mundo sólo amando: amando a Dios, a su Hijo Jesús desde que lo llevaba en su seno hasta que lo tuvo en brazos desclavado de la cruz. Amó a su querido esposo san José, y amó a todos y cada uno de sus hijos desde que Jesús la proclamó madre de todos ellos.

Desde su asunción a los cielos ha seguido amando durante dos mil años a Dios y a los hombres: Es un amor muy largo y profundo. Y apenas ha comenzado la eternidad de su amor.

Dentro de ese océano de ternura que es el Corazón de María estamos tú y yo para alegrarnos infinitamente. Desde el cielo una Madre nos ama con singular predilección. La fe en este amor debe llenar nuestra vida de alegría, de paz y de esperanza.

Dios adelantó el reloj de la eternidad para que María pudiese inaugurar con su hijo nuestra eternidad. Mientras nosotros esperamos, Ella goza de Dios con su cuerpo inmaculado, el que fue cuna de Jesús durante nueve meses.

El cuerpo en el que Dios habitó es digno de todo respeto. Está eternizado en el cielo, incorrupto, feliz como estará un día el nuestro. El cuerpo que vivirá eternamente en el cielo es digno de todo respeto. No se debe degradar lo que será tan dignamente tratado. Pasará por la corrupción, pero sólo para resucitar en nueva espiga y nuevo cuerpo inmortal, incorrupto, puro y santo.

"Voy a prepararos un lugar": Así hablaba Jesús a los apóstoles con emoción contenida. Personalmente se encargaría de tener listo ese lugar. Pero sabemos quién le ayudaría cariñosamente a preparar dicho lugar: María Santísima. Ella le ayudó -y de qué manera tan eficaz- en sus primeros pasos a la Iglesia militante. Ella sigue ayudando con su amorosa intercesión a la Iglesia purgante y, de manera muy particular, a preparar la definitiva estancia a la Iglesia triunfante.

Podremos estar seguros de ver un ramo de flores con una tarjeta y nuestro nombre: Hijo, hija, cuánto me costaste. Pero ya estás aquí. También habrá un crucifijo con esta leyenda: “Te amé y me entregué a la muerte por ti”. Jesús. Habrá un ramo de almendro florido colocado por Jesús de parte de María.

El premio de los justos es el cielo, la felicidad eterna. Poco lo pensamos. Mucho lo ponemos en peligro. “Alegraos más bien de que vuestros nombres estén escritos en el cielo”. Sabremos entonces por qué decía Jesús estas solemnes palabras, cuando veamos con los ojos extasiados lo que ha preparado Dios a sus hijos. Si les dio su sangre y su vida, ¿no les iba a dar el cielo?

Pero aquí andamos distraídos, perdidos, olvidados, comiendo los frutos agraces del pecado que pudre la sangre y envenena el alma. Cuantas veces emprendimos el camino del infierno. Tantas otras una mano cariñosa y firme nos hizo volver al camino del cielo. Pensamos en todo menos en los mejor y lo más hermoso. ¡Pobres ignorantes, ingratos, desconsiderados!


El cielo es cielo por Dios y María. Al fin nos encontraremos cara a cara con los dos más grandes amores de nuestra vida. Entonces sabremos lo que es estar locamente enamorados y para siempre de las personas más dignas de ser amadas. Enamorados de Dios, en un éxtasis eterno de amor: amados por el Amor Infinito, la Bondad Infinita. Ahí comprenderemos los misterios del amor aquí muy poco comprendidos. Volveremos a Belén a amar infinitamente, eternamente a aquel Dios hecho niño por nosotros. Volveremos a la fuente de Nazareth donde Jesús llenó el cántaro de María tantas veces. Volveremos al Cenáculo a quedar de rodillas y extasiados ante la institución de la Eucaristía, y comprenderemos las palabras del evangelista Juan: “Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo”.

Volveremos al Calvario y querremos quedarnos allí mucho, mucho tiempo, siglos para contemplar con el corazón en llamas el amor más grande, la ternura más delicada, y comprenderemos cada uno lo que Pablo decía: “Líbreme Dios de gloriarme en nada si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo”. Pediremos permiso de bajar a la tierra para visitar los Santos lugares no como turistas sino como locamente enamorados.

Al cielo subió la Puerta del cielo. Sueño en ese momento en que tocaré a la puerta. Y saldrá a abrirme con los brazos abiertos y una sonrisa celestial María Santísima. Tendré que sostenerme para no morir otra vez, pero de puro gozo al ver sus ojos de cielo, su rostro bellísimo, su amor increíble pero real.

María es la mujer más triunfadora. La humilde esclava del Señor ha logrado lo que ninguna mujer famosa ha conseguido. Eligió como meta cumplir la voluntad de Dios; como motivación el amor. El Premio: La Asunción los cielos en cuerpo y alma. Así nos enseña de forma contundente la mejor forma de vivir.


sábado, 13 de agosto de 2011

Frutos de la política antinatalista China: cosificación de la mujer y tráfico de niños


A las 5:04 PM, por Juanjo Romero
Categorías : Contracepción

Ian Malcom, el matemático de Parque Jurásico, descubre que hay un problema cuando observa que la población de dinosaurios es normal. Cuando el hombre violenta el sistema, el sistema suele reaccionar para recuperar la normalidad, y sólo el hombre, ser libre, puede violentarlo, el resto de las criaturas siempre tienen un comportamiento natural de estímulo-respuesta.

La distribución de dinosaurios nunca podía haber sido normal, en origen eran todo hembras.

Con la política antinatalista del régimen socialista chino va a terminar ocurriendo lo mismo, el propio sistema se rebelará. La tragedia reside en que no son saurios de ficción quienes pagarán y ya están pagando las consecuencias.

Quizá una de las aberraciones más visibles de la «política de un solo hijo» sea la antinatural desproporción entre varones y mujeres. Puestos a tener solamente un hijo, se escoge —por que la técnica lo permite— al hombre, que por razones de supervivencia les parece que satisface mejor las necesidades de las parejas.

Los efectos de la carestía de mujeres empiezan a mostrar los primeros síntomas. La BBC contaba el impacto negativo en la economía mundial que tiene el esfuerzo de un chino para encontrar china. Y es que a la tradicional naturaleza ahorradora hay que añadir el sobrecoste que supone tener una hucha bien provisionada que facilite la tarea de acceder a una esposa.

Ese ahorro anormal retrae consumo, y en el caso de China un consumo brutal. Supongo que todavía no se admiten préstamos para poder encontrar ‘media naranja’, pero todo se andará, aunque en si se diera la situación, no sé cuál sería la garantía. O sí, lo intuyo, y prefiero ni imaginármelo.

En cualquier caso la visión de la mujer como un bien de lujo, accesible a pocos, acrecentará la cosificación de la persona y no es descartable un efecto rebote que tienda a una mayor producción de hembras tanto para el mercado matrimonial como para el sexual. Eso sí, ya serán hembras, cosas, no mujeres.

Lo que ya no es una hipótesis es que el tráfico de personas ha empezado. Según informa la revista Caixin, hace unos años la violación de las leyes antinatalistas suponía una sanción, que hasta 1997 se traducía en el peor de los casos en el derribo de la vivienda. Pero a partir de 2000 comenzaron a ‘embargar‘ a los niños.

Los llevan a los orfanatos que reciben entre 3.000 y 5.000 dólares por criatura colocada en el extranjero. De ese modo las autoridades locales cumplen un doble objetivo: muestran su celo en el cumplimiento de las políticas del socialismo real y obtienen unos ingresos ilegales extras a expensas de la violación de la más elemental dignidad de la persona.

Como Ian Malcom dice en uno de los diálogos:

Dios crea al dinosaurio. Dios destruye al dinosaurio. Dios crea al hombre. El hombre destruye a Dios. El hombre crea al dinosaurio.

sábado, 6 de agosto de 2011

Nueva lotería en el Reino Unido: un bebé por 20 libras

A las 12:34 AM, por Juanjo Romero
Categorías : Cultura de la Vida, Reino Unido

Embrión. Sorteo de un bebé fecundación in vitro en el Reino Unido¿Dónde está el límite? En Gran Bretaña se ha lanzado la primera lotería del mundo que sortea un tratamiento de «fecundación in vitro» —FIV–. Se ofrece a los futuros padres la oportunidad de ganar un bebé, según cuenta The Sun.

A finales de mes saldrán a la venta las primeras papeletas por 20£. Se prevé que el sorteo sea mensual, pero en función de resultados podría ser semanal.

Además se intenta ‘asegurar el premio‘. Si el tratamiento FIV falla o no es aconsejable (por ejemplo porque la mujer tenga 45 años, según el estándar británico), se les ofrecerá donación de óvulos y cirugía reproductiva. Ya se dispone de autorización de la Comisión de Apuestas.

Como no podía ser de otra manera el juego es no-discriminatorio, podrán participar solteros y ancianos y gays.

Inevitablemente me vienen a la cabeza las palabras del Santo Padre en la entrevista de P. Seewald, «Dios y el mundo», y que en alguna otra ocasión he citado:

Ahora presenciamos cómo los seres humanos empiezan a disponer del código genético, a servirse realmente del árbol de la vida y convertirse a sí mismos en dueños de la vida y de la muerte, a montar la vida de nuevo; desde luego es necesario prevenir de verdad al ser humano sobre lo que está ocurriendo: está traspasando la última frontera.

Con esta manipulación, un ser humano convierte a otro en su criatura. Entonces el ser humano ya no surge del misterio del amor, mediante el proceso en definitiva misterioso de la generación y del nacimiento, sino como un producto industrial hecho por otros seres humanos. Con ello queda degradado y privado del verdadero esplendor de su creación.

Ignoramos lo que sucederá en el futuro en este ámbito, pero una de una cosa estamos convencidos: Dios se opondrá al último desafuero, a la última autodestrucción impía de la persona. Existen fronteras últimas que no debemos traspasar sin convertirnos personalmente en destructores de la creación, superando de ese modo con creces el pecado original y sus consecuencias negativas.

¿Dónde está el límite? Yo creo que lo hemos traspasado hace tiempo.

sábado, 30 de julio de 2011

Dan último adiós a madre india de seis sacerdotes y cuatro religiosas


ROMA, 25 Jul. 11 / 08:01 am (ACI)

Elizabeth Anikuzhikattil falleció el 14 de julio pasado en Kerala (India) a los 94 años de edad. Esta piadosa mujer católica dedicó toda su vida a atender a su familia y crió 15 hijos, de los cuales seis varones se hicieron sacerdotes –uno llegó a obispo– y cuatro mujeres abrazaron la vida religiosa.

La vida de Aleykutty, como la llamaban sus amigos, ha despertado el interés de católicos en diversos lugares de India gracias a la Congregación Salesiana que le dedicó emotivos obituarios por ser la madre del sacerdote Joseph Anikuzhikattil, rector de uno de sus colegios en el país asiático.

Otro de los hijos de Aleykutty es Mons. Mathew Anikuzhikattil, Obispo católico siro-malabar de Idukki, una diócesis con 170 sacerdotes, donde 260 000 personas (un tercio de la población) son católicos de rito siro-malabar, según informa ReligiónenLibertad.com.

De sus siete hijas, cuatro son religiosas: dos son hermanas del Sagrado Corazón, una salesiana y otra es franciscana misionera de María.

El más joven de sus hijos sacerdotes murió atropellado por un camión en 1992, cuando volvía en motocicleta de dar catequesis en un pueblo. Era misionero de Santo Tomás Apóstol.

El Padre Joseph, rector de un colegio salesiano y doctorado en misionología por la Gregoriana de Roma, recordó su infancia familiar en la selva.

"Él nació en pleno bosque hace 53 años: sus padres estaban entre los pioneros que colonizaron la densa jungla de Idukki. En aquellos días hacían casas en los árboles para defenderse de las fieras y de los elefantes salvajes. "Mi padre, con otros pioneros, limpió el terreno boscoso y se asentaron en Idukki. Recuerdo crecer en una gran casa-árbol", explicó a DonBoscoIndia.com.

Según informa ReL, la valiente Aleykutty dio a luz a 15 bebés en la selva y los crió "con mucho éxito", según afirma el Padre Joseph.

"La prueba más dura para la familia fue quizá cuando en más joven de los chicos, Savio, fue atacado a los 19 años por el síndrome de Gillen Barry, que causa grave debilidad muscular y ataca al sistema nervioso. ‘Estuvo 15 años postrado, y mi madre le cuidó sin que él nunca tuviese ni una llaga por estar en cama’", recuerda el sacerdote.

El Arzobispo de Shillong, cerca a Udukki, Mons. Dominic Jala, recordó a propósito de la muerte de Aleykutty una promesa de San Juan Bosco, fundador de los salesianos: "Un sacerdote es la mayor bendición para una familia y todos los que ofrecen sus hijos a la Iglesia serán bendecidos por muchas generaciones. Tienen el cielo asegurado".

sábado, 23 de julio de 2011

Brigitte Bardot acusa a Laetitia Casta de ser madre

A las 1:28 PM, por Juanjo Romero
Categorías : Cultura de la Vida

Derrière Les Murs, Leticia CastaSí, sí. Como lo oyen. L. Casta reapareció el 6 de julio en la presentación de su nueva película «Detrás de las paredes» (traducción mía, desconozco el título en España).

Venía de interpretar el personaje de Bardot en la película sobre Gainsbourg. En la entrevista entre las dos actrices sobre el compositor, Bardot le espeta:

«¿Sabes lo que te pasa? ¿Estás llena de niños! No entiendo como has podido hacer eso»

Sin amilanarse, la joven le responde:

«Lo que yo no entiendo es por qué te gustan tanto a ti los perros»

Entre perros y niños, Bardot y Casta han hecho su elección. Leticia es madre de tres, la Bardot de uno, pero, eso sí, llena de perritos.

Lo que en un principio no deja de ser un cruce de puñales florentinos, me ha parecido un diálogo de drama griego, un fiel reflejo de la sociedad actual: el papel de ecologismo, de la progresía, la dislocación de la mujer, en especial cuando renuncia a la maternidad.

E incluyo a la «maternidad espiritual», cuando se le arranca a la mujer su don, o ella lo desprecia, en el mejor de los casos se sustituye por perros.

sábado, 16 de julio de 2011

Formación humana y mujer profesional


¿Qué tan importante deberá ser tu formación humana para que puedas desarrollar y ejecutar con más éxito la tarea de ser una mujer profesional? ¿Cómo te ayudará una sólida formación humana a ser mejor.

Formarse a sí misma es forjar el propio temple moral, es encontrar aquellos valores con los que te identificarás y por lo tanto apoyarán en todo lo que hagas. Es muy importante que como mujer recuerdes que al trabajar para una organización trabajas para servir a la sociedad y para servirla mejor, deberemos de exigirnos a nosotras mismas lograr ser mujeres profundamente humanas. Los valores te dignifican y te humanizan, hacen de tí una mujer de carácter ya que te identificas con algo. Esto es importante por que a la hora de ser ética, entablar relaciones humanas y tomar decisiones indudablemente ellos serán los parámetros que expresarán tu conducta.
Se hace urgente que la cultura de valores se manifieste dentro de las empresas. Ante una clara caída de los mismos, hoy más que nunca se necesitan mujeres valientes, comprometidas, que quieran hacer una diferencia y realicen su trabajo de forma creativa. Como mujer decidida a hacerlo estarás más consciente de tus deberes, lucharás por ser en todo momento honesta, competente y estarás imbuida de un profundo sentido social que te hará más capaz de rechazar la inclinación hacia el egoísmo, para preferir más la riqueza del amor que el amor a la riqueza.(1)


Dentro de esa formación humana, ¿cuáles son los valores que inspiran a los demás en la empresa?
- tu generosa dedicación y empeño: siempre atenta a las exigencias de la justicia, la misericordia y la solidaridad.

- la fuerza de tu amor: como cristiana conseguirás importantes objetivos. Entre ellos iluminar con tu fuerza interior el mundo de tus colegas de una forma nueva para ellos.

- tu creatividad humana: aporta ideas dinámicas, ten iniciativas geniales y ofrece sacrificios generosos pues ellos harán que en tu departamento se respire un “aire” diferente.

- tu sensibilidad femenina: que crea un clima de paz, comprensión y fraternidad.

-tu capacidad para ser amiga: en un mundo en donde lamentablemente se nos utiliza para lograr los propios objetivos, un valor que dará trascendencia a tu trabajo es convertirte en verdadera amiga de tus compañeras. ¿Siendo confidente? No. Acogiendo a cada una tal y como es, sin juzgar y sin esperar las mismas atenciones. Hay muchas mujeres que están sedientas por saber lo que es el verdadero cariño, cuando este viene de otra mujer y realmente nos motiva a mejorar, evolucionas como mujer. En tus manos está el aportar ese valor de la amistad a aquellas que no lo tienen o nunca lo han conocido.


¿Cómo hacer de estos valores parte de mi naturaleza?
Cuando hay una serie de motivos los suficientemente buenos como para movernos a cambiar de dirección o a ejecutar actividades que serán para nuestro bien, generalmente ponemos todo nuestro empeño hasta lograrlo. ¿Qué contribuye a esto? La perseverancia que no se cansa, la disciplina que repite y repite. Perseverancia, disciplina y compromiso nos ayudan a formar hábitos. Por ejemplo, si he descubierto que soy poco generosa a la hora de hacer mi trabajo y quiero hacer de este valor parte de mi vida, empezaré a enfocarme en el desarrollo de ese valor.

Puedo decidirme a hacerlo durante un período de cuatro semanas y al descubrir que se hace parte de mi naturaleza proseguir al siguiente valor. ¿Cuál será el que escojas? No lo sé, pero te aseguro que hará una gran diferencia en tu vida, sobre todo los valores que vayas practicando y desarrollando ayudaran a enriquecer tu personalidad de mujer y de mujer profesional. En el aspecto profesional, estos valores, que tu misma te decidas a perseguir te harán distinguirte entre aquellas profesionales que talvez no los tengan. La formación humana completa como te das cuenta, implica una profundización seria y comprometida del ejercicio de los valores.
Querida amiga que trabaja, gracias por asistir, ayudar, facilitar, apoyar, organizar, redactar y dignificar a la mujer en el trabajo con tu generosa entrega. Gracias por estar abierta a la posibilidad de seguirte formando humanamente para poder ser transmisora ideal de los valores humanos y espirituales que tanto necesitan nuestras empresas. Todo lo que haces es importante y sin ti los hombres dentro de las empresas se volverían literalmente “locos”.
¡Que maravilloso complemento eres! Te animo a que aparte de seguir creciendo en destrezas técnicas, aproveches cada oportunidad que se te presenta para asistir a cuantos seminarios de perfeccionamiento humano puedas y animes a su vez a tus compañeras. Tu, si puedes hacer la diferencia.

Sheila Morataya-Fleishman

sábado, 9 de julio de 2011

Sor Teresita bate el récord: 84 años de clausura


Ingresó en el convento el mismo día que nació Benedicto XVI


BUENAFUENTE DE SISTAL, miércoles, 29 de junio de 2011 (ZENIT.org).– Sor Teresita es la monja de clausura que más tiempo lleva en un monasterio: 84 años. Un verdadero récord Guinness. En la actualidad tiene 103 años y sigue viviendo en su convento de toda la vida: Buenafuente del Sistal (Guadalajara).

Pertenece a la orden del Císter y ha sido durante más de 20 años superiora de su comunidad religiosa. Española nacida en Foronda (Álava), ha participado con otros nueve monjas de clausura en un libro titulado “¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?” (LibrosLibres),para explicar la riqueza interior y la felicidad que supone la vida contemplativa.

“No sabía nada de monjas”

El día quenació Benedicto XVI, sor Teresita ingresaba en el Convento Cisterciense de Buenafuente. “Me dio miedo entrar. Pero el Señor me ayudó. Yo venía 'zote', no sabía nada de monjas, pero Él y santa Teresita me ayudaron y entre ellos se las arreglaron para que no me acobardara”.

Dedica su vida a la oración por los demás y al trabajo en el Convento. Según sus propias palabras, “aunque rezo mucho, tengo mis fugas… Tengo una imaginación muy loca. En cuanto me descuido, ya estoy distraída. Entonces vuelvo a rezar a la Virgen María y ella me trae a la oración o a mi trabajo.

“Siempre he sido un poco 'trasto' y lo seguiré siendo. Por eso le digo a la Virgen tantas veces: Quiero mirar en tus ojos, hablar con tu boca, oír con tus oídos y amar con tu corazón”. Vivo en su corazón, porque sé cómo soy yo...”.

“No puedo vivir aburrida en el Convento”

Sor Teresita es la imagen de lafelicidad: “No se puede vivir aburrida en el Convento. Terminas mal. O eres feliz o nada”.


¿Su secreto para la felicidad?: “Cada uno es feliz en su profesión. La felicidad se siente siguiendo cada uno su vocación. Eso sólo lo sabe quién lo vive”.


Sor Teresita (Valeria de nombre de civil), sin embargo tuvo una vocación tardía: “No me gustaban las monjas, ¡con lo bien que se estaba en casa! Éramos labradores. Estábamos en el campo de la mañana a la noche, trabajando, pero lo pasábamos bien. Yo era la mayor de 7 hermanos y con mi hermana me pasaba el día haciendo bromas, éramos felices”.

“Pero mi padre, viendo la vida que llevábamos en el campo, ¡y pensando que las monjas no trabajaban!, nos decía a mi hermana y a mí: ¿y no querríais ser monjas…? Y yo, por contentar a mi padre, le recé a la patrona de Vitoria y le pedí que me diese vocación… ¡Y vaya si me la dio!”.

“Una vez tuve la tentación de imaginar cómo hubiera sido mi vida fuera, porque me pareció que aquí no hacía nada. Es una crisis que pasamos muchas, pensar que aquí no hacemos nada. Pero lo hablé con un sacerdote y me dijo que tenía una vocación muy hermosa. Merece la pena, no tiene ni punto de comparación darle tu vida a Dios con nada más. Yo soy muy feliz y no envidio nada de fuera. Es una gracia de Dios. La vocación y la perseverancia. Son dos gracias que me ha dado Dios”.

Esta experta en tortilla de patatas (las mejores según el resto de las hermanas del Convento), todos los días recibe y lee la prensa y cree que todavía le quedan cosas por hacer: “Si Dios me sigue teniendo aquí, por algo será”. “Sé que muchos no entenderán mi manera de vivir, pero yo no entiendo otra”.

¿El resumen de su vida?: “El don más grande que he recibido en estos más de 100 años ha sido la oración. Sin ella no se puede sostener uno. Cada día es una opción de oración. Yo no dejo de repetir: “Gracias, perdón, Gracias, perdón”.

Un periodista traspasa los muros del convento

Por primera vez en España, un periodista ha traspasado los muros de varios monasterios de clausura para entrevistar a diez religiosas.Es algo único que no se había dado anteriormente. Pertenecen a distintas congregaciones y carismas. Hay testimonios de religiosas Agustinas, Clarisas, Carmelitas Descalzas, de la Inmaculada Concepción, Hijas de María Nuestra Señora, Reparadoras de la Virgen de los Dolores...

A través de las páginas del libro “¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?” (LibrosLibres), el lector se convierte en el visitante de un Monasterio de Papel, cuyas celdas están habitadas por diez mujeres auténticas de nuestro mundo y nuestro tiempo, que responden abiertamente a éstas y más preguntas sobre la vocación, explicando cómo es la vida en una clausura, qué valor tiene la pobreza, qué las hace tomar semejante decisión, o si ya cumplidos los cien años ha merecido la pena vivir casi un siglo dedicada nada menos, y nada más, que a Dios.

“¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?” es la pregunta que el propio autor se ha realizado varias veces en sus visitas a monasterios de clausura, conventos y misiones por medio mundo. Ahora, ofrece una respuesta cercana de boca de sus propias protagonistas.

sábado, 2 de julio de 2011

El Corazón generoso y tierno de María




¿Podemos, acaso, tu y yo amar y entregarnos de igual manera? El corazón humano de María pudo hacerlo.
Santa María no tuvo más corazón ni más vida que la de Jesús. Una vida y un corazón humanos pero de Jesús. ¿Podemos, acaso, tu y yo amar y entregarnos de igual manera? El corazón humano de María pudo hacerlo. Tú y yo tenemos su propio corazón como un escalón a la Puerta Santa que es Jesús. Con el ejemplo de la Santa Madre de Dios, no solo sabemos que podemos amar a Cristo, debemos amarle así porque la tenemos a Ella misma como intercesora.

Corazón generoso y tierno corazón como por naturaleza es el de toda mujer que es madre, el de María nos inspira profundamente. Y podríamos admirar a la Virgen por amar al Niño Dios, de igual manera que admiramos a cualquier madre que sostiene a su pequeño en los brazos. Pero el corazón de María ya era de Dios aún antes de la Anunciación. Había decidido reservar su corazón a Dios sin necesitar algún prodigio. En la Anunciación se consuma la previa entrega que ya se había realizado. ¿Cómo nos extraña entonces que haya podido pronunciar esas palabras que la han subido a la cúspide de la Fe "Hágase en mí según tu palabra"? Pensándolo con mayor hondura el corazón de María, sí es corazón humano, no solo era capaz de eso, sino de mucho más.

El corazón amoroso y entregado es, en su generosidad, un corazón fiel: Un corazón humano al pie de la cruz. Si con facilidad podíamos imaginar la ternura de la escena en el pesebre, con gran dificultad podemos apenas hacer un esbozo en la imaginación de la Santísima Virgen recibiendo de José de Arimatea el cuerpo ensangrentado de su hijo. ¿Cómo imaginar el dolor de una Madre que limpia, con mano trémula, la sangre de su hijo? Remueve en lo más profundo aún a nuestro propio y durísimo corazón el pensar en la mirada de María ante el rostro desfigurado y atrozmente golpeado de Jesucristo. Y su corazón dolido estaba ahí, fiel, al pie de la cruz. ¿Dónde está nuestra corazón? ¿Al pie de la cruz como el de la Santísima Virgen o escondido y alejado como el de los discípulos que abandonaron al Señor?

El corazón de María nos muestra todas las encontradas emociones que un corazón es capaz de sentir. Es el corazón de la Virgen uno tan grande y tan generoso, que es además nuestro propio refugio. Su corazón es, además de ejemplo y con dignidad sobresaliente para ser admirado, el consuelo para la aflicción. ¿Cuánto no comprenderás nuestros humanos dolores ella que enfrentó el dolor más profundo que se pueda experimentar?

Pero el corazón humano de nuestra Madre en Cristo no solo es un ejemplo de ternura amorosa o de abyecto dolor. María en su corazón es la Madre del buen consejo, y quien mejor nos puede enseñar a vivir el amor al prójimo. Poderoso corazón el de María, que puede convertir nuestro egoísmo y amor propio en caridad y amor a Dios. El corazón entregado de María debería enseñarlos a pedirle confiados a Dios: "Padre, mi corazón puede poco ¡Haz que te ame mas!".


Es a la Madre de Dios a quien hemos de acudir para pedirle que nos enseñe a amar más, a entregar más, a ser más justos, a rogarle que con su corazón dulcísimo nos proteja, nos enseñe, nos guíe.

El corazón humano de María. Humano. Como el tuyo y como el mío.

domingo, 26 de junio de 2011

Fiesta del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo



Al celebrarlo en jueves, recordamos el jueves santo, día de la institución de la eucaristía. Ambos días tienen un objetivo similar, pero no son un simple duplicado. El Corpus Christi nos proporciona una segunda oportunidad para ponderar el misterio de la eucaristía y considerar sus varios aspectos. Nos invita a manifestar nuestra fe y devoción a este sacramento, que es el "sacramento de piedad, signo de unidad, vinculo de caridad, banquete pascual en el cual se come a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la gloria venidera.1


Historia de la fiesta

Desde los albores del siglo,XII, la fe y la devoción eucarística se inclinaron notablemente hacia la doctrina de la presencia real de Cristo en la eucaristía. Esto se debió, en parte, a una reacción contra las herejías que prevalecían entonces; como la de Berengario, que minimizaba e incluso llegaba a negar tal doctrina. La práctica eucarística de aquel tiempo se caracterizaba por un fuerte deseo por parte de los fieles de ver la hostia y el cáliz en la misa. Esto iba acompañado por una sensación de temor reverencial ante la presencia real y una profunda conciencia de indignidad personal. Ver la hostia, venerar las sagradas especies, constituía una forma de comunión espiritual. La comunión sacramental, que es la mejor forma de participación en la misa, se hizo poco frecuente.

Ese era el clima religioso, un clima de lo más favorable para introducir una nueva fiesta en honor de la eucaristía, considerada especialmente bajo el aspecto de presencia real. La iniciativa no llegó "de arriba", de la jerarquía, sino "de abajo", de un movimiento del Espíritu en la Iglesia. Una monja desconocida, de vida estrictamente claustral, sería la primera en promover la institución de una nueva fiesta eucarística. Era Juliana de Mont Cornillon, de la diócesis de Lieja, en lo que hoy es Bélgica.

En 1208, Juliana tuvo su primera visión. Observó la luna llena, en la cual veía una mancha oscura. Recibió entonces la revelación, por parte de Cristo, de que aquella mancha significaba la ausencia en el calendario de una fiesta especial en honor a la eucaristía. Recibió, además, el encargo de promover esa fiesta. Pasaron varios años antes de que la vidente pudiera encontrar a alguien dispuesto a escuchar su propuesta favorablemente. En 1240, Roberto, obispo de Lieja, promulgó un decreto estableciendo la fiesta en su diócesis, para que se celebrara el segundo domingo después de pentecostés. En 1251 el legado papal cardenal Hugues de Saint-Cher inauguró la fiesta en Lieja. En adelante se celebraría el jueves después de la octava de pentecostés.

En 1264, el papa Urbano IV extendió la celebración a toda la Iglesia. Sin embargo, el decreto papal permaneció durante cincuenta años como letra muerta. Sólo cuando el papa Clemente V confirmó el decreto de su predecesor y Juan XXII lo publicó en 1317, la nueva fiesta encontró un lugar seguro en el calendario. No tardó en llegar a ser una de las fiestas más populares en el año litúrgico de la Iglesia.

Al principio no se hacía procesión. La primera noticia que se tiene de esta práctica se remonta al año 1279, en Colonia. Pronto siguieron su ejemplo otras iglesias. La hostia consagrada se llevaba procesionalmente por las calles y los campos, tributando así público homenaje a Cristo presente en el sacramento. Para exhibir la hostia se usaban entonces los relicarios. Más tarde comenzó a elaborarse lo que hoy conocemos con el nombre de custodias.


La procesión


Según el Ritual de la sagrada comunión y del culto a la eucaristía fuera de la misa, "el pueblo cristiano da testimonio de fe y piedad religiosa ante el Santísimo Sacramento con las procesiones en que se lleva la eucaristía por las calles con solemnidad y con cantos" (101).

Desde luego, la procesión es opcional. El tráfico y abarrotamiento de nuestras ciudades y otros muchos núcleos urbanos importantes presentan algunas dificultades. Para asegurar una procesión más ordenada y digna, los pastores pueden transferirla al domingo siguiente y a una hora más tranquila por la tarde. Donde la procesión no es viable, se pueden considerar otros modos para tributar honor públicamente en este día a la presencia eucarística de Cristo. Una prolongada exposición del Santísimo en la iglesia podría, en tal caso, sustituir a la procesión.

Pero donde no hay inconvenientes para que se lleve a cabo con dignidad y reverencia, conviene hacerla. Es la procesión un hermoso acto público de homenaje a Cristo presente en la eucaristía y de acción de gracias a Dios por tan inmenso don. Constituye, además, una viva manifestación de la iglesia local.

Es importante enfatizar la íntima conexión que existe entre la misa y la procesión. El mencionado ritual, en el número 103, afirma: "Conviene que la procesión con el Santísimo Sacramento se celebre a continuación de la misa en la que se consagre la hostia que se ha de trasladar en procesión". No se trata de una mera rúbrica, sino de manifestar que la procesión es una prolongación de la misa y, por consiguiente, no debe considerarse separada. Viene a ser una acción de gracias más amplia. Toda devoción eucarística debe partir de la misa y conducir de nuevo a ella. Nos lo recuerda la instrucción de mayo de 1967 Adoración del misterio eucarístico, n 3 E: "La celebración de la eucaristía en el sacrificio de la misa es verdaderamente el origen y el fin de la adoración que se tributa a la eucaristía fuera de la misa".

La hostia que se lleva en procesión es el pan vivo y dador de vida. Con razón recibe culto público, y su finalidad principal es ser recibida como alimento espiritual para unirnos con Cristo y asociarnos a su sacrificio. La hostia llevada en triunfo con luces e incienso está destinada a ser consumida por uno de los fieles, tal vez por un niño...

Durante la procesión se pueden hacer estaciones o paradas donde se da la bendición eucarística. "Los cantos y oraciones que se tengan se ordenen a que todos manifiesten su fe en Cristo y se entreguen solamente al Señor" (104). "Al final se da la bendición con el santísimo Sacramento en la iglesia en que acaba la procesión, o en otro lugar oportuno; y se reserva el santísimo Sacramento" (108).

VINCENT RYAN
PASCUA. FIESTAS DEL SEÑOR
Ediciones Paulinas. Madrid 1985, pág. 106-117

Constitución sobre liturgia, n 47, citando a san Agustín



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domingo, 19 de junio de 2011

Domingo de la Santísima Trinidad





El domingo después de pentecostés se dedica a la Santísima Trinidad. Es el lugar más apropiado del año litúrgico para esta celebración. El papa san León, en sus sermones de pentecostés, gustaba detenerse a considerar la Trinidad. Y es lógico, puesto que por el Espíritu Santo llegamos a creer y a reconocer la trinidad de personas en el único Dios. Habiendo celebrado todos los misterios de Cristo, la Iglesia echa una mirada retrospectiva de agradecimiento a la obra completa de la redención. Desde la contemplación de las obras maravillosas de Dios nos volvemos a considerar la vida interna de la Divinidad.


Historia de la fiesta

Comenzó a celebrarse esta fiesta hacia el año 1000, tal vez un poco antes. Parece ser que fueron los monjes los que asignaron el domingo después de pentecostés para su celebración. Anteriormente existía misa votiva y oficio en honor de la Trinidad, pero no día de su fiesta como tal. Las iglesias diocesanas comenzaron a seguir el ejemplo de los benedictinos y los cistercienses, y, en los dos siglos siguientes, la celebración se extendió por toda Europa. Roma, siempre tan conservadora en cuestión de liturgia, tardó en admitir la nueva fiesta. Por fin, en 1334, el papa Juan XXII la introdujo como fiesta de la Iglesia universal.

El domingo de la Santísima Trinidad es de institución relativamente tardía, pero fue precedido por siglos de devoción al misterio que celebra. Tal devoción arranca del mismo Nuevo Testamento; pero lo que le dio especial impulso fue la lucha de la Iglesia contra las herejías de los siglos IV y V. El arrianismo negaba la divinidad de Cristo. En 325, el concilio de Nicea afirmó que Cristo es coeterno y consustancial con el Padre, y así condenó el arrianismo. Esto fue reafirmado en el concilio de Constantinopla, en 381, que declaró además que el Espíritu Santo es distinto del Padre y del Hijo, pero consustancial, igual y coeterno con ellos.


Significado de la fiesta

El objeto de la fiesta no es una realidad abstracta. Lo que adoramos es el Dios vivo, el Dios en que vivimos, nos movemos y existimos. Las personas divinas de la Trinidad no son extrañas. Por el bautismo participamos en la vida de Dios; entramos en relación personal con el Dios uno y trino. La gracia bautismal nos incorpora a Cristo, nos llena con su Espíritu, nos hace hijos de Dios. En una meditación sobre la Trinidad, santo Tomás de Aquino afirma que por la gracia no sólo el Hijo, sino también el Padre y el Espíritu Santo vienen a morar en la mente y el corazón. El Padre viene fortaleciéndonos con su poder; el Hijo, iluminándonos con su sabiduría; el Espíritu Santo, con su bondad llena de amor nuestros corazones.

La Santísima Trinidad es ciertamente un misterio, pero un misterio en el cual nosotros estamos inmersos. Es un océano que no podemos esperar abarcar en esta vida. Incluso la eternidad entera será insuficiente para agotar sus riquezas. A la luz de la gloria veremos a Dios cara a cara; pero no será una visión estática, sino una exploración sin fin.

¿De qué manera hemos de aproximarnos a este misterio? ¿Comenzaremos por la unidad de naturaleza o por la trinidad de personas? Probablemente nos inclinaremos a comenzar por lo primero. Durante siglos la enseñanza de la Iglesia ha acentuado la unidad del ser. Así se hacía también en la catequesis popular. Una oración popular irlandesa, traducida por Tomás Kinsella, ilustra esta idea:

Tres pliegues en una sola tela,
pero no hay más que una tela.
Tres falanges en un dedo,
pero no hay más que un dedo.
Tres hojas en un trébol,
pero no hay más que un trébol.
Escarcha, nieve, hielo...,
los tres son agua.
Tres personas en Dios
son asimismo un solo Dios.

En contraste con esta idea podemos considerar el famoso icono ruso de la Trinidad pintado por Rublev. Representa la escena descrita en Gén 18,1-18 en la que Yavé se aparece a Abrahán bajo la forma de tres ángeles. Es éste un hermoso retrato místico de la Trinidad, en el que la distinción de las personas y sus relaciones mutuas se transmiten utilizando gran delicadeza de colores y formas.

El padre Cipriano Vagaggini, en su gran obra Las dimensiones teológicas de la liturgia, sostiene esta última aproximación, que, según él, es más escriturística y tradicional. Se comienza, dice, por la trinidad de personas. Así se encuentra básicamente en la liturgia, como se desprende de la Escritura y de los más antiguos padres de la Iglesia. Las polémicas antiarrianas de lo s siglos IV y V cambiaron este punto de vista, ya que se juzgó sumamente necesario acentuar más y más la unidad de naturaleza de la Divinidad. Esto tuvo como resultado que la distinción de personas retrocediera, en cierta medida, a un segundo término de la consciencia cristiana. En su nueva forma, la fiesta de la Santísima Trinidad tiende, en cierto modo, a restablecer un equilibrio.

Según el punto de vista escriturístico y litúrgico, el centro del interés no es tanto la Santísima Trinidad en sí misma cuanto en sus relaciones con el mundo y la historia sagrada. Se intenta determinar cuál es el papel específico de cada una de las personas divinas en la historia de la salvación. Esa historia abraza la vida de cada uno de nosotros. El padre Vagaggini ha pergeñado una fórmula para expresar la forma en que el Dios uno y trino actúa fuera de sí mismo:

Todo bien nos viene del Padre, por mediación de su Hijo encarnado, Jesucristo, por medio de la presencia del Espíritu Santo en nosotros; y del mismo modo, por la presencia en nosotros del Espíritu Santo, a través de la mediación del Hijo de Dios encarnado, Jesucristo, todo retorna al Padre.

Este modo de considerar la Trinidad puede decirse más dinámico, comparado con el otro, que era más estático. Es como un proceso de vida y movimiento. La Trinidad no es una realidad remota y abstracta, algo que está "ahí fuera". Está mucho más aquí, abrazando y penetrando mi vida. Para san Pablo y los otros escritores del Nuevo Testamento, la vida cristiana y moral es profundamente trinitaria hasta la médula. Todo cuanto tenemos lo recibimos del Padre, que es la fuente de nuestro ser; pero lo recibimos por Jesucristo, nuestro mediador. El Espíritu Santo es quien nos une a Cristo, y sin él no podemos acercarnos al Padre ni volver a él como a nuestro fin último.


La liturgia


Consideremos ante todo la Liturgia de las horas. El texto escriturístico del oficio de lecturas es de la primera carta de san Pablo a los Corintios (2,1-16). Bien elegido para introducirnos en el meollo de esta celebración, san Pablo habla de "una sabiduría divina, misteriosa, escondida", que se le ha encomendado impartir. Nos insinúa cosas que Dios nos ha revelado a través del Espíritu, "pues el Espíritu lo escudriña todo, aun las profundidades divinas".

Podemos recordar aquí nuestra analogía del océano. La naturaleza divina es como un mar profundo, insondable para la mente humana. Pero el Espíritu Santo, que está en nosotros, es como un buceador que penetra las profundidades y nos revela sus misterios. Por la luz del Espíritu Santo y por la revelación de Jesús se nos da un indicio del misterio, porque, como dice el Apóstol concluyendo este pasaje, "nosotros tenemos la mente de Cristo".

La lectura patrística es de san Atanasio. Este padre de la Iglesia es un testigo auténtico de la fe católica. Defendió la ortodoxia católica contra el arrianismo y otros errores, y jugó un papel preponderante en los concilios que definieron las doctrinas verdaderas de la encarnación y la trinidad. Sufrió persecución y exilio por su fe. En esta lectura, el santo describe la luz, esplendor y gracia en la Trinidad y desde la Trinidad. Por eso nos dice: "Como la gracia se nos da por el Padre, a través del Hijo, así también no podemos recibir ningún don si no es en el Espíritu Santo, ya que, hechos partícipes del mismo, poseemos el amor del Padre, la gracia del Hijo y la comunión del Espíritu Santo". En términos similares exclama una de las antífonas: "El Padre es amor, el Hijo es gracia, el Espíritu Santo es comunión, oh santa Trinidad". El responsorio de la primera lectura contiene la oración de san Pablo del capítulo primero a los Efesios: "El Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, nos dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo". Nada hay tan misterioso como la Trinidad; y, sin embargo, no estamos completamente a oscuras. Tenemos la revelación de Jesús, la luz del Espíritu Santo y el magisterio de la Iglesia. Con fe y humildad podemos también investigar este misterio.

Los textos de la misa declaran no lo que Dios ha ocultado al hombre, sino lo que le ha revelado. A través de las Escrituras aprendemos quién es Dios. Es un Dios de amor. En la lectura del Antiguo Testamento para el ciclo A tenemos la maravillosa revelación a Moisés en el monte Sinaí: "Señor, Señor, Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y lealtad". En el evangelio de san Juan para el mismo ciclo, Jesús dice a Nicodemo: "Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna".

La vida de la comunidad cristiana debería ser un reflejo de la comunidad de vida de la Santísima Trinidad. En la segunda lectura del ciclo A, san Pablo exhorta a los corintios: "Tened un mismo sentir y vivid en paz, y el Dios del amor y de la paz estará con vosotros". Se da testimonio de Dios y se lo reconoce en las comunidades donde hay unidad de mente y corazón y se practica la tolerancia. San Pablo cierra su exhortación con una bendición hermosa: "La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo esté siempre con todos vosotros".

También se encuentra en la misa el tema de la revelación. La oración colecta nos indica que por Jesucristo y por su Espíritu se nos da la capacidad de conocer los misterios de la vida de Dios. El prefacio, que es la fórmula más antigua de esta misa (del siglo V o del VI), declara: "Lo que creemos de tu gloria, porque tú lo revelaste, lo afirmamos también de tu Hijo y también del Espíritu Santo".

Creemos en un Dios, pero nuestro Dios no es solitario ni aislado. Es un Dios que desea compartir su vida; es pura bondad, y la propiedad de la bondad es comunicarse. El creó el universo e hizo al hombre a su imagen y semejanza. Entró en diálogo con sus criaturas, eligió a Israel y estableció con él una alianza. Por eso Moisés pregunta en la lectura del Deuteronomio (ciclo B): "¿Hay algún pueblo que haya oído, como tú has oído, la voz del Dios vivo...? ¿Algún dios intentó jamás venir a buscarse una nación entre las otras?"

No, no es un Dios remoto. En la lectura del libro de los Proverbios (ciclo C), la sabiduría personificada grita: "Yo estaba junto a él, como aprendiz, yo era su encanto cotidiano, todo el tiempo jugaba en 'su presencia: jugaba con la bola de la tierra, gozaba con los hijos de los hombres". Dios está tan cerca de nosotros, por su Espíritu, que bien podemos gritar: "Abba, Padre" (lectura segunda, ciclo B); su amor ha sido derramado en nuestros corazones por ese mismo Espíritu (lectura de la carta a los Romanos, ciclo C).

Vincent Ryan
Pascua, Fiestas del Señor
Paulinas, Madrid-1987, págs. 98-105

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sábado, 18 de junio de 2011

Juzgan el posible martirio de una joven asesinada por defender su castidad


Apertura oficial de su proceso de beatificación en Burgos


BURGOS, viernes 10 de junio de 2011 (ZENIT.org).-

El proceso diocesano de la causa de beatificación de la joven Marta Obregón, asesinada en Burgos en 1992 por resistirse a ser violada, comenzará este martes 14 de junio en la capilla de la facultad de Teología de Burgos.

Un tribunal eclesiástico tratará de probar su santidad por vía de martirio por defender la virtud de la castidad, informó a ZENIT el postulador diocesano de la causa, Saturnino López.

López destacó la valentía final de Marta, estudiante de 5º de Periodismo en el momento de su muerte, al defender los valores y virtudes cristianas y no ceder ante la agresión en defensa de la dignidad de la persona.

“La santidad es por vía de virtudes o por vía de martirio -explicó-. Y el martirio es por defender la fe bajo dos aspectos: por odio a la fe o por defensa de virtudes, como es el caso de santa Maria Goretti”.

Son muchas las personas que se encomiendan a ella pidiéndole favores de todo tipo. Entre los testimonios recogidos en la web de la causa, su amiga Rosi escribe: “Tu martirio no es porque sí, no es algo vano, sino que es un grito de Dios al mundo que ya no valora la grandeza de la Santa Pureza”.

Al iniciar su causa 2007, el arzobispado de Burgos declaró: “Sometiendo los datos al parecer de la Santa Madre Iglesia, todo nos sugiere que la joven estudiante de periodismo, Marta Obregón, nos dejó un hermoso ejemplo, tanto en una vida agradecida al amor y misericordia de Dios, como en su valerosa muerte”.

Espontánea y atractiva

Marta Obregón nació en La Coruña el 1 de marzo de 1969. Era la segunda de cuatro hermanas de una familia cristiana.

Por razones laborales del padre, su familia vivió un año en Barcelona y se estableció definitivamente en Burgos en diciembre de 1970.

Chica espontánea, de carácter abierto y aspecto atractivo, estudió con buenas notas en el Colegio de Jesús María, desarrolló aficiones deportivas y destacaba por su buena voz y sentido musical.

En su infancia, frecuentó junto a su hermana el Club Arlanza de Burgos, de la prelatura del Opus Dei.

Debilidad y reconversión

En 1988 inició su primera relación con un chico “ante quien experimentó la debilidad ante la pasión hasta que, en una ocasión, llegó el peligro en el mismo rellano del portal en el que en otra tarde ofrecerá su vida antes que ofender a Dios y consentir degradar su dignidad”.

Saturnino López lo explica en una breve biografía publicada en el boletín del arzobispado de Burgos en 2007, cuando empezó la causa de beatificación.

Empezó sus estudios universitarios en Madrid con la ilusión de llegar a ser una periodista famosa. Más tarde cambió sus aspiraciones y confesó abiertamente que sólo pensaba en Dios y en agradarle.

Durante las vacaciones de verano de 1990 participó en un viaje a Taizé organizado por un grupo neocatecumenal.

En Taizé tuvo lugar una prodigiosa reconversión de Marta y al volver decidió confesarse. Aún se sentía “sucia” por lo sucedido hacía más de dos años.

Pero por motivos desconocidos, el confesor no la absolvió, lo cual le produjo gran sufrimiento y una lucha entre su voluntad de entregarse a Dios y su sentimiento de abandono de Él.

Poco después, un encuentro casual con un sacerdote del Camino Neocatecumenal que la escuchó le permitió experimentar el perdón y la misericordia de Dios.

A partir de entonces empezó a defender los valores cristianos con valentía, en privado y en público, con los amigos, en la universidad y en medios de comunicación.

Llegó a conocer a otro joven católico, con quien mantuvo una bella relación y con quien ella quiso ser misionera itinerante, pero un tiempo después él rompió la relación sin demasiadas razones que lo justificaran.

Tras la muerte de Marta, el joven reconoció: “Dios la apartó afectivamente de mí, para que mi sufrimiento no fuera mayor”.

Hágase”

Para el postulador, reviste mucha importancia el hecho de que Marta repitiera a menudo “Señor, hágase”: “Era su búsqueda de la vocación, lo repetía muy emocionada”, explica.

En uno de sus cuadernos, Marta anotó en una ocasión: “Ayúdame pronto a encontrarme. Ábreme bien los ojos y mi corazón, porque parece ser que todo aquel que nos rodea eres tú mismo, y eso, Dios mío, cuesta muchísimo entenderlo”.

El último año de su vida, acudía todas las tardes a estudiar al centro del Opus Dei que había dejado por unos años. Siempre acababa la jornada con media hora de oración de rodillas ante el Santísimo.

El día de su entrega definitiva, pidió que dejaran los libros sobre la mesa de estudio con la intención de volver por la mañana para celebrar la misa, comulgar y seguir preparándose para los exámenes de febrero.

Ya no pudo regresar. Sobre las diez de la noche, una vecina suya oyó un grito desgarrador, pero al no repetirse no salió a comprobar lo que sucedía.

Cinco días después, el cadáver de la Sierva de Dios Marta Obregón fue hallado cubierto de nieve a unos cinco kilómetros de Burgos. Tenía 22 años.

El informe forense indica que Marta murió en las primeras horas del día 22 de enero, fiesta de la mártir santa Inés, por intentar evadir la agresión.

Su cuerpo apareció con numerosos golpes y 14 heridas de un arma blanca tipo bisturí, una de las cuales penetró en el centro del corazón.

También el condenado por el crimen, que sigue en la cárcel, dio a entender que si ella hubiera cedido a la agresión, como varias víctimas anteriores, no la hubiera matado.

Serenidad y perdón

La despedida de Marta fue multitudinaria y muy emotiva. El dolor se mezclaba con la alegría y la paz.

Algunos testigos que vieron el rostro de la fallecida, afirman impresionados que lo tenía profundamente sereno y dulce, como si no hubiera sufrido el terror de los golpes y presiones que aparecieron en su cuerpo.

“Si ella hubiera muerto, era imposible esa expresión en su cara”, comenta Saturnino López.

Muchas otras personas quedaron profundamente impresionadas por la serenidad de la familia de la joven y por las palabras de perdón de su madre.

“Esa es la fuerza del espíritu”, explica el postulador, y añade: “¿Quién no ha sentido humanamente la muerte de un ser querido y al mismo tiempo se ha sabido más cerca que antes de esa persona?”.

López considera que hay que “seguir pidiendo por el agresor porque es el que más lo necesita”.

Respecto al testimonio de la familia de la joven, destaca que “a Marta se la han quitado por un tiempo determinado, pero, por la fe, tienen la certeza de que ha pasado ya por el misterio pascual”.

“Si ella murió por ser fiel a Cristo y defender una virtud -afirma-, eso a sus padres les da fortaleza”.

Por Patricia Navas

domingo, 12 de junio de 2011

Especial de Pentecostés




Origen de la fiesta


Los judíos celebraban una fiesta para dar gracias por las cosechas, 50 días después de la pascua. De ahí viene el nombre de Pentecostés. Luego, el sentido de la celebración cambió por el dar gracias por la Ley entregada a Moisés.

En esta fiesta recordaban el día en que Moisés subió al Monte Sinaí y recibió las tablas de la Ley y le enseñó al pueblo de Israel lo que Dios quería de ellos. Celebraban así, la alianza del Antiguo Testamento que el pueblo estableció con Dios: ellos se comprometieron a vivir según sus mandamientos y Dios se comprometió a estar con ellos siempre.

La gente venía de muchos lugares al Templo de Jerusalén, a celebrar la fiesta de Pentecostés.

En el marco de esta fiesta judía es donde surge nuestra fiesta cristiana de Pentecostés.

La Promesa del Espíritu Santo

Durante la Última Cena, Jesús les promete a sus apóstoles: “Mi Padre os dará otro Abogado, que estará con vosotros para siempre: el espíritu de Verdad” (San Juan 14, 16-17).

Más adelante les dice: “Les he dicho estas cosas mientras estoy con ustedes; pero el Abogado, El Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, ése les enseñará todo y traerá a la memoria todo lo que yo les he dicho.” (San Juan 14, 25-26).

Al terminar la cena, les vuelve a hacer la misma promesa: “Les conviene que yo me vaya, pues al irme vendrá el Abogado,... muchas cosas tengo todavía que decirles, pero no se las diré ahora. Cuando venga Aquél, el Espíritu de Verdad, os guiará hasta la verdad completa,... y os comunicará las cosas que están por venir” (San Juan 16, 7-14).

En el calendario del Año Litúrgico, después de la fiesta de la Ascensión, a los cincuenta días de la Resurrección de Jesús, celebramos la fiesta de Pentecostés.

Explicación de la fiesta:

Después de la Ascensión de Jesús, se encontraban reunidos los apóstoles con la Madre de Jesús. Era el día de la fiesta de Pentecostés. Tenían miedo de salir a predicar. Repentinamente, se escuchó un fuerte viento y pequeñas lenguas de fuego se posaron sobre cada uno de ellos.

Quedaron llenos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas desconocidas.

En esos días, había muchos extranjeros y visitantes en Jerusalén, que venían de todas partes del mundo a celebrar la fiesta de Pentecostés judía. Cada uno oía hablar a los apóstoles en su propio idioma y entendían a la perfección lo que ellos hablaban.

Todos ellos, desde ese día, ya no tuvieron miedo y salieron a predicar a todo el mundo las enseñanzas de Jesús. El Espíritu Santo les dio fuerzas para la gran misión que tenían que cumplir: Llevar la palabra de Jesús a todas las naciones, y bautizar a todos los hombres en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Es este día cuando comenzó a existir la Iglesia como tal.

¿Quién es el Espírtu Santo?

El Espíritu Santo es Dios, es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad. La Iglesia nos enseña que el Espíritu Santo es el amor que existe entre el Padre y el Hijo. Este amor es tan grande y tan perfecto que forma una tercera persona. El Espíritu Santo llena nuestras almas en el Bautismo y después, de manera perfecta, en la Confirmación. Con el amor divino de Dios dentro de nosotros, somos capaces de amar a Dios y al prójimo. El Espíritu Santo nos ayuda a cumplir nuestro compromiso de vida con Jesús.

Los siete dones del Espíritu Santo:

Estos dones son regalos de Dios y sólo con nuestro esfuerzo no podemos hacer que crezcan o se desarrollen. Necesitan de la acción directa del Espíritu Santo para poder actuar con ellos.


  1. SABIDURÍA: Nos permite entender, experimentar y saborear las cosas divinas, para poder juzgarlas rectamente.

  2. ENTENDIMIENTO: Por él, nuestra inteligencia se hace apta para entender intuitivamente las verdades reveladas y las naturales de acuerdo al fin sobrenatural que tienen. Nos ayuda a entender el por qué de las cosas que nos manda Dios.

  3. CIENCIA: Hace capaz a nuestra inteligencia de juzgar rectamente las cosas creadas de acuerdo con su fin sobrenatural. Nos ayuda a pensar bien y a entender con fe las cosas del mundo.

  4. CONSEJO: Permite que el alma intuya rectamente lo que debe de hacer en una circunstancia determinada. Nos ayuda a ser buenos consejeros de los demás, guiándolos por el camino del bien.

  5. FORTALEZA: Fortalece al alma para practicar toda clase de virtudes heroicas con invencible confianza en superar los mayores peligros o dificultades que puedan surgir. Nos ayuda a no caer en las tentaciones que nos ponga el demonio.

  6. PIEDAD: Es un regalo que le da Dios al alma para ayudarle a amar a Dios como Padre y a los hombres como hermanos, ayudándolos y respetándolos.

  7. TEMOR DE DIOS: Le da al alma la docilidad para apartarse del pecado por temor a disgustar a Dios que es su supremo bien. Nos ayuda a respetar a Dios, a darle su lugar como la persona más importante y buena del mundo, a nunca decir nada contra Él.


Oración al Espíritu Santo

Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor; envía Señor tu Espíritu Creador y se renovará la faz de la tierra.
OH Dios, que quisiste ilustrar los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo, concédenos que, guiados por este mismo Espíritu, obremos rectamente y gocemos de tu consuelo.
Por Jesucristo, nuestro Señor

sábado, 4 de junio de 2011

Junio: Mes del Sagrado Corazón de Jesús



Las promesas del Sagrado Corazón de Jesús:

Jesús le prometió a Santa Margarita de Alacoque, que si una persona comulga los primeros viernes de mes, durante nueve meses seguidos, le concederá lo siguiente:

1. Les daré todas las gracias necesarias a su estado (casado(a), soltero(a), viudo(a) o consagrado(a) a Dios).
2. Pondré paz en sus familias.
3. Los consolaré en todas las aflicciones.
4. Seré su refugio durante la vida y, sobre todo, a la hora de la muerte.
5. Bendeciré abundantemente sus empresas.
6. Los pecadores hallarán misericordia.
7. Los tibios se harán fervorosos.
8. Los fervorosos se elevarán rápidamente a gran perfección.
9. Bendeciré los lugares donde la imagen de mi Corazón sea expuesta y venerada.
10. Les daré la gracia de mover los corazones más endurecidos.
11. Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón y jamás será borrado de Él.
12. La gracia de la penitencia final: es decir, no morirán en desgracia y sin haber recibido los Sacramentos.

Oración de Consagración al Sagrado Corazón de Jesús

Podemos conseguir una estampa o una figura en donde se vea el Sagrado Corazón de Jesús y, ante ella, llevar a cabo la consagración familiar a su Sagrado Corazón, de la siguiente manera:

Señor Jesucristo, arrodillados a tus pies,
renovamos alegremente la Consagración
de nuestra familia a tu Divino Corazón.

Sé, hoy y siempre, nuestro Guía,
el Jefe protector de nuestro hogar,
el Rey y Centro de nuestros corazones.

Bendice a nuestra familia, nuestra casa,
a nuestros vecinos, parientes y amigos.

Ayúdanos a cumplir fielmente nuestros deberes, y participa de nuestras alegrías y angustias, de nuestras esperanzas y dudas, de nuestro trabajo y de nuestras diversiones.

Danos fuerza, Señor, para que carguemos nuestra cruz de cada día y sepamos ofrecer todos nuestros actos, junto con tu sacrificio, al Padre.

Que la justicia, la fraternidad, el perdón y la misericordia estén presentes en nuestro hogar y en nuestras comunidades.
Queremos ser instrumentos de paz y de vida.

Que nuestro amor a tu Corazón compense,
de alguna manera, la frialdad y la indiferencia, la ingratitud y la falta de amor de quienes no te conocen, te desprecian o rechazan.

Sagrado Corazón de Jesús, tenemos confianza en Ti.
Confianza profunda, ilimitada.