sábado, 31 de enero de 2009

Las tribus bangwa celebran el final del luto por Chiara Lubich


Jornadas en Camerún dedicadas a la fundadora de los Focolares

ROMA, domingo, 11 de enero de 2009 (ZENIT.org).-

"Seguir viviendo la herencia dejada por Chiara" es el espíritu que anima las celebraciones organizadas por el pueblo bangwa de Lebialem, en Camerún, en las que están participando diez mil personas de distintas tribus, así como autoridades civiles y religiosas de esta región africana.


Asisten la presidenta de los Focolares Maria Voce, el copresidente Giancarlo Faletti y los responsables del Movimiento de los Focolares en África que está presente en casi todos los países del continente.


Según una tradición ancestral, los pueblos del distrito de Lebialem, celebran el "cry die", (el final del luto) de la fundadora de los Focolares, fallecida el 14 de marzo pasado. Es "el momento en el que es solemnemente incluida entre los antepasados y, por tanto, digna de ser recordada e invocada. Su ideal de solidaridad, espiritualidad, compartir, amor, no puede morir", dice la invitación oficial.


"El evento se inscribe en un 2009 que se proyecta como año de África: justicia y paz en el continente estarán en el centro del esperado viaje de Benedicto XVI, en marzo próximo a la capital Yaundé, donde presentará a los obispos del continente el documento preparatorio del Sínodo para África, previsto para octubre próximo", explican los Focolores en un comunicado.


Los eventos programados revelan la riqueza de valores y de energías de los pueblos africanos, en su mayoría desconocidos en otros continentes.


"Dan visibilidad a un pueblo que vive una convivencia armoniosa entre cristianos y adeptos a las religiones tradicionales, entre negros y blancos, donde se han curado las heridas de la esclavitud y de la ocupación colonial; se mostrará un original modo de solidaridad y desarrollo; se sacarán a la luz los múltiples efectos, tanto en el campo espiritual como en el social de la nueva evangelización, promovida en primera persona por los líderes de este pueblo --que es en "un 80% seguidor de religiones tradicionales africanas- y los Focolares", dice el comunicado.


Se anuncia una nueva etapa de la historia que han protagonizado tribus del interior de la selva camerunesa, Chiara Lubich y el Movimiento de los Focolares. Una historia iniciada en Fontem en 1966, como respuesta al grito de abandono del pueblo bangwa, amenazado de extinción por las enfermedades.


Desde 1969, se han implicado jóvenes de muchos países, movilizados en una comunión de bienes mundial por la fundadora Lubich, movida por la urgencia de "deber hacer justicia" para contribuir "a colmar la deuda que el mundo occidental tiene hacia aquél continente".


En Fontem, surge ahora una ciudad con más de seiscientas casas, escuelas, actividades laborales, hospital e iglesia. Desde aquí, la espiritualidad evangélica de la unidad se irradia a todos los países del continente.
El 9 de enero se inauguró la Fundación Chiara Lubich, para dar continuidad a sus ideales: Los fondos se destinan a ayudas en el campo educativo, sanitario e iniciativas encaminadas a prevenir las lacras del hambre, conflictos étnicos y otros males.

Las celebraciones culminaron el 10 de enero, en una gran reunión popular. En su último viaje a Fontem, en 2000, Chiara Lubich recibió el título de "Mafua Ndem" (reina enviada por Dios), en señal de gratitud por la espiritualidad de unidad y sus frutos de reconciliación y profunda conciencia moral en esta población, más que por las muchas obras realizadas en Fontem por el Movimiento y el pueblo bangwa .

En la cultura de las religiones tradicionales africanas, el espíritu de Chiara sigue viviendo en quien le sucede: la nueva presidenta Maria Voce. Con una solemne ceremonia, con danzas, cantos y discursos, la nueva presidenta será reconocida como Mafua Ndem II.

En recuerdo de Chiara, los bangwa han erigido una estatura en bronce en la plaza del hospital. Se descubrió, tras la celebración eucarística en la Iglesia de Santa Clara de Asís, presidida por el obispo Francis Teke Lysinge, de la diócesis de Manfe.


Antes, se celebró el encuentro con las Religiones Tradicionales Africanas, en Fontem del 3 al 7 de enero, sobre "La Naturaleza, lugar de encuentro con Dios" en la visión cristiana y en las religiones locales, con intercambio de testimonios, reflexiones espirituales y culturales, y una intervención grabada en vídeo de la fundadora de los Focolares.


Traducido del italiano por Nieves San Martín

domingo, 25 de enero de 2009

De monjita en monjita 9

(Tensa calma; entrevista exprés)

Arturo Guerra

En una choza en pleno conflicto

…Así que al otro lado del charco, zona de los Grandes Charcos (perdón, Lagos) Canadá, 1649.

En plena guerra hurón-iroqués. Llegué a una de las poblaciones donde percibí un ambiente de tensa calma. Pregunté a un niño de la tribu sobre Juan de Brébeuf y me llevó, casi de la mano, a una choza, en cuya entrada una cruz del tamaño del niño estaba clavada cerca de la puerta. Le di las gracias y me despejé la garganta:

– ¿Sí?... ¿Hay alguien aquí?... Buenos días...

Salió un cura ensotanado. Lo saludé:

– ¡Ah!, buenos días, mire, busco a un tal Juan de Brébeuf.

– Soy yo, ¿en qué puedo ayudarte?

– ¡Ah!, ¡qué coincidencia! Mire, estoy haciendo unas investigaciones y quisiera plantearle una duda.

– Bien, con gusto.

– Señor de Brébeuf, sigo sin entender cómo un hombre se abandona en manos de la muerte por una mera cuestión de fe. ¿Cómo me lo explica?

– Mira, te invito a conocer el caso de Fidel de Sigmaringa. A mis 29 años, él murió martirizado.

– Bueno, gracias.

Me interné en un bosque, lejos de la guerra, y me fui a la letra S del santoral: Sigmaringa, Fidel de.

Lo mataron por su fe

A la edad de 34 años, después de ejercer sus carreras de filosofía y derecho con éxito, se hizo monje franciscano capuchino en tierras suizas (yo creía que capuchino era sólo un café). Le tocó trabajar en una zona donde la reforma protestante de Calvino tenía muchos seguidores. Un día daba un sermón a campo abierto y escuchó una detonación. Él siguió su prédica y cuando terminó se encaminó hacia su convento. A medio trayecto le detuvieron unos calvinistas y le exigieron que se retractara de lo que acababa de predicar. Él les dijo que no podía, que se trataba de la fe de sus padres y la de los padres de ellos y que, además, daría con gusto su vida con tal de lograr que ellos volvieran a su fe primera. Le golpearon en la cabeza y lo remataron con la espada.

Lo que son las cosas...

A Friburgo, Suiza, 1614: dejé América y volví a la Vieja Europa. La encontré más joven. Ahí, en un convento franciscano, estaba Fidel. El monasterio me trajo recuerdos de mi estancia en Lisieux. Toqué la puerta y enseguida un monje abrió una ventanita. Le expliqué mis intenciones. A los cinco minutos apareció el hombre que yo buscaba y, sin vanas dilaciones, le solté mi pregunta:

– Señor Fidel, ¿realmente existe Dios? ¿Dónde está?

– El que busca a Dios quiere encontrarlo. Juan de la Cruz, un carmelita español, podrá responderte mejor. Él murió cuando yo apenas era un adolescente de 13 años. Dejó algunos escritos.

– ¿Me dijo... español?

– Sí, de Fontiveros.

Di fin a mi entrevista exprés. Salí del convento y me senté a unos cuantos metros. Recurrí al santoral. Juan de la Cruz me sonaba familiar... No sé si en primero de bachillerato o segundo leímos una de sus obras en la clase de literatura... Y ahora, lo que son las cosas, iba a poder entrevistarlo personalmente... De la Cruz, Juan.

Un místico que secundó la reforma emprendida por Teresa de Jesús en los conventos de carmelitas. Es conocido sobre todo por sus poesías que tratan de contar sus experiencias místicas. Un monje perseguido y encarcelado por envidias y calumnias humanas, demasiado humanas. Una de sus obras es Noche oscura, que retrata a un alma, (que bien podría ser la suya) en plena búsqueda de Dios en medio del sufrimiento. Esto es, más o menos, lo que entendí del santoral. Para Juan, por lo visto, Dios no era una duda... (Continuará).




La mujer y el futuro humano


La mujer tiene entre sus manos un “poder” insustituible para que permanezca la vida humana en el mundo: su apertura a la acogida, al amor, al servicio.

Fernando Pascual

El poder de la mujer entre el amor grandioso y el temor ideológico

Esa apertura se vive de modo especial en la maternidad. Ser madre implica una invitación que afecta a la mujer en todas sus dimensiones: física, psicológica, espiritual.

Cuando inicia el embarazo, el cuerpo de la mujer acoge los mensajes que lanza el hijo para asegurar su propio bienestar. El embrión, en cierto modo, “gestiona” a su madre. A la vez, el hijo depende en todo de su madre, de lo que hace, de lo que toma, incluso de lo que siente.

La psicología materna también entra en el mundo del hijo. No es lo mismo llevar adelante un embarazo entre esperanzas y alegrías que llevarlo entre miedos y angustias. Los estudios sobre esta temática son recientes, pero no hacen falta muchas pruebas para convencerse de esto.

El influjo espiritual llega mucho más lejos. La madre que recibe al hijo como un regalo, como una señal de amor, como una esperanza, como una tarea que comparte con su esposo, penetra, de un modo íntimo, en el corazón del hijo, y recibe ella misma un influjo desde la vida que inicia gracias al cariño materno y paterno.

Si algunas sociedades han desarrollado el “miedo a la maternidad” es debido, en buena parte, al hecho de que no conocen esa maravillosa vocación humana a la acogida y a la entrega de uno mismo para el bien del otro. Acogida y entrega que llegan a niveles casi sublimes en la experiencia de la maternidad y de la paternidad.

Otras veces nos sorprende la presión continua de grupos ideológicos que buscan destruir o marginar la apertura al amor propia de la mujer. Promueven la difusión de métodos anticonceptivos y el acceso a los mismos como un camino para “liberar” a las mujeres de pesos que las atarían, en el pasado, a la “pesada carga” de los hijos, según dicen.

Otros grupos han llegado a defender el “derecho” al aborto, a ese acto homicida que destruye la vida de un hijo, como si fuese una “solución” para casos de emergencia. Otros, ante el silencio de no pocas asociaciones que se atribuyen el título de “feministas”, marginan o excluyen a las mujeres que desean tener hijos, incluso impidiéndoles contratos laborales.

La sociedades sin esperanza

Divulgar y promover este tipo de ideas lleva a la destrucción del mundo. Porque las sociedades que no saben amar al hijo y que no valoran la generosa donación de la mujer en la maternidad no pueden madurar en el bien ni en la justicia. Serán sociedades anquilosadas. Muchas veces, darán mayor importancia al placer que a la responsabilidad, a los bienes materiales que a la vida, a la salud y belleza física que a la grandeza de alma.

En sociedades así no hay esperanza. Poco a poco apagan la vida y ahogan la alegría. El aumento del placer aparente y pasajero genera, a la larga, angustias escondidas y penas destructoras. Si el hombre y la mujer tienen una vocación constitutiva al amor, la pretensión de vivir para uno mismo y de renunciar a la entrega a los hijos en el matrimonio es avanzar hacia el fracaso y hacia la ruina de las personas y de los pueblos.

En las manos de hombres y mujeres de todas las razas, de todos los pueblos, de todas las religiones y de todas las clases sociales está la posibilidad de romper esquemas de muerte promovidos por pseudoprofetas del progreso, para promover un mundo donde el dinamismo femenino de la donación y la entrega genere sociedades abiertas a la vida, capaces de relanzar el futuro humano.

Sólo así algunos países mal llamados desarrollados recuperarán un dinamismo profundo que llenará las calles de bebés felices y de madres y padres decididos a gastar lo mejor de su tiempo y de sus vidas en la misión más hermosa: amar y transmitir amor a las nuevas generaciones humanas.

La cruz de una religiosa italiana mártir llega al Memorial de los Testigos de la Fe


Leonella Sgorbati, Religiosa de la Consolata, fue asesinada hace dos años en Mogadiscio

ROMA, martes, 14 octubre 2008 (ZENIT.org).-

La cruz de sor Leonella Sgorbati, asesinada hace dos años en Mogadiscio, Somalia, entró este domingo en la basílica de San Bartolomé en la Isla, de Roma, lugar memorial de los testigos de la fe del siglo XX y XXI.

La religiosa, de 66 años, misionera de la Consolata, fue asesinada el 17 de septiembre de 2006, inmediatamente después de haber terminado su clase en la Escuela de Enfermeras que había fundado, en el hospital de Mogadiscio.

Fué alcanza por siete proyectiles, disparados por una banda armada. Con ella, fue herido también Mohamed Mahamud, su guardaespaldas, musulmán y padre de cuatro hijos. Fueron trasladados rápidamente al quirófano pero no hubo nada que hacer. Las últimas palabras de Leonella fueron: “Perdono, perdono, perdono”.

La entrada de la cruz de la religiosa, expuesta junto a muchas otras reliquias de los testigos del del siglo pasado en la iglesia romana confiada al cuidado de la Comunidad de San Egidio, fue acompañado por una celebración eucarística en la que participaron, entre otros, la superiora general de las Religiosas Misioneras de la Consolata, sor Gabriella Bono, con todo el Consejo General, la responsable regional de Kenia, sor Jacinta Theuri, que conoció personalmente a sor Leonella, y un grupo de jóvenes religiosas de Kenia, de cuya formación ella misma se había ocupado.

Traducido del italiano por Nieves San Martín

De monjita en monjita 8


(A pura pluma tras, la tempestad)

Arturo Guerra

Ejemplo de rectitud y austeridad

…Así que a Nápoles, 1749. Lo encontré en su casa escribiendo. A pura pluma. Éste estaba peor que yo; yo al menos usaba la máquina de escribir. Le pedí el permiso de entrevistarlo brevemente. Dijo que sí. Le pregunté:

– ¿Cómo se puede creer en una institución donde hay corrupción y abuso de poder?

– Los hombres a veces ayudamos y otras veces estorbamos a Dios... Pero, ¿por qué no mejor conoces la vida de Gregorio Barbarigo? Murió cuando yo apenas andaba en mi primer año de vida.

Cada vez los nombres se iban volviendo más raros. Por un momento dudé si lo iba a encontrar en mi fiel santoral... Ahí estaba.

Barbarigo, Gregorio. Entre 1656 y 1657, en la zona romana del Transtíber, brotó una epidemia de peste bubónica que con gran rapidez comenzó a cobrarse muchas víctimas. El papa pidió a un joven sacerdote, Gregorio, que fuera a esa zona para ayudar a los apestados. En una carta que escribió a su padre, no esconde su miedo de ir a mezclarse con los enfermos: él, que venía de una familia senatorial, que había sido secretario de un embajador, y magistrado... Sin embargo, aceptó el encargo y se entregó con todas sus fuerzas. Posteriormente, le nombraron obispo de Bérgamo y luego pasó a Padua. Padua era una diócesis en decadencia y el nuevo obispo luchó por reformarla. Fue muy tajante a la hora de cortar con abusos y vicios arraigados en varios clérigos, monjes y monjas. Tanto que hasta le hicieron varias rebeliones los canónigos y un párroco escribió una sátira sobre él y la expuso en lugares públicos. Barbarigo repartía muchas limosnas y era muy austero en sus costumbres.

Lo absurdo del martirio

Viajé a Roma, 1657. Llegué después de la tempestad: la peste ya estaba amainando. ¡Qué bueno que no llegué antes! Me topé con Gregorio que venía de un sepelio masivo. Me presenté y le solicité permiso para una entrevista breve. Accedió amablemente, no sin antes sorprenderse de mi exótica indumentaria. Le expuse:

– Señor Barbarigo, ¿por qué renunciar a la vida por una ideología como es el caso de eso que ustedes los católicos llaman martirio? ¿No vale más la vida que la adhesión a una idea?

– Si piensas así lo mejor será que conozcas algo sobre Juan de Brébeuf. Cuando yo tenía veinticuatro años, Juan murió mártir.

Le di las gracias, me alejé y me senté a orillas del río Tíber. La historia de Kolbe se estaba poniendo interesante...

Niepokalanów, allá en Polonia, crecía y crecía. Las ampliaciones continuaban. Era uno de los principios de Kolbe: “La Inmaculada, lógicamente, correrá con los gastos de lo que desea”. Algunas cartas Kolbe las firmaba así: “El medio-loco de María”.

Con todos los medios técnicos

En Japón, los pulmones de Kolbe empeoraron. Los médicos le aconsejaban internarse pero el franciscano decía que no tenía tiempo. Sus planes eran ambiciosos. En una carta explicaba su proyecto: “La letra impresa o trasmitida por las ondas de la radio, por la televisión radiofónica, por el cine, etc. [...]. [...] en todas las naciones del mundo tiene que surgir una Niepokalanów que permita a María actuar por cualquier medio, incluidos los más modernos, obligándonos a poner prioritariamente a Su servicio todo tipo de invento técnico”. Era 1931...

Luego saqué una vez más mi santoral. La investigación debía continuar. Brébeuf, Juan de.

Misionero jesuita francés. Junto a otros compañeros evangelizó en la zona de los Grandes Lagos del continente americano. El esfuerzo de Juan se centró en la tribu de los hurones. Los iroqueses, en 1640, desataron una larga guerra entre las dos tribus. En 1649, Juan y tres de sus compañeros fueron martirizados en tierras que después llegarían a ser canadienses. Los iroqueses, al ver el valor que los misioneros mostraban ante las torturas y la muerte, extraían el corazón de algunos de ellos y se lo comían, en un intento por apropiarse de la fuerza de aquellos misioneros… (Continuará).

sábado, 24 de enero de 2009

Hija de inmigrantes, premiada por la Conferencia de Obispos de Estados Unidos


Stephanie Garza, de 25 años, por su trabajo al servicio de padres de familia

WASHINGTON, miércoles 12 de noviembre de 2008 (ZENIT.org-El Observador).- Una joven de 25 años de edad, Stephanie Garza, fue elegida este año para recibir el Cardinal Bernardin New Leadership Award por su notable trabajo a favor de padres de familia inmigrantes a través del Southwest Organizing Project (SWOP) en Chicago.

El obispo Roger P. Morin, presidente del subcomité de la Campaña Católica para el Desarrollo Humano (CCHD) de la Conferencia del Episcopado de los Estados Unidos (USCCB), fue el encargado de presentar el premio y el perfil de la galardonada este año.

"Stephanie --señaló el obispo Morin-- es un ejemplo claro de un liderazgo juvenil inspirado por la fe, para ayudar a gente de bajos recursos a que trabajen en conjunto para enfrentar las causas de la pobreza en su comunidad; su testimonio nos inspira a todos"

El prelado estadounidense señaló que Garza trabaja en el SWOP, una organización civil que recibe recursos de la CCHD para ayudar a padres de familia inmigrantes a involucrarse con sus hijos en temas que tienen que ver con las causas de la pobreza de su comunidad. Hasta ahora el programa está vigente y funcionando en cuatro escuelas públicas de educación elemental en la zona deprimida del sureste de Chicago.

Stephanie Garza es hija de padre mexicano inmigrante y de madre mexicana-estadounidense; es ella el motor del programa que, sobre todo, involucra a madres inmigrantes para convertirlas en líderes del desarrollo "que hablen y actúen por sí mismas y por sus necesidades para que la gente de bajos ingresos puede hacer el cambio en sus comunidades".

Además, Garza es un miembro muy activo de la Campaña Católica para una Reforma Migratoria en la Arquidiócesis de Chicago, donde realiza jornadas pastorales en las parroquias para explicar la necesidad de una reforma migratoria integral basada en el Evangelio y en los valores que se desprenden de la Doctrina Social de la Iglesia.

También ha desempeñado un papel determinante en campañas diocesanas como son los retiros bilingües, las celebraciones de Corpus Christi y el mantenimiento de una relación de correspondencia entre parroquias de inmigrantes y parroquias de no-inmigrantes.

"Una gran cantidad de familias de inmigrantes se siente, realmente, aisladas; el proceso de encontrar soluciones comienza en crearles relaciones humanas; como católicos, necesitamos consolidar familias y comunidades, necesitamos actuar con nuestra fe para abogar unos por otros", dijo Stephanie Garza al recibir el premio el pasado lunes en Baltimore, durante la Asamblea General de Otoño de la USCCB.

Fallece sor Emmanuelle de El Cairo, "icono de la solidaridad"


A los 99 años, era la mujer más popular en Francia

CIUDAD DEL VATICANO, lunes 20 de octubre de 2008 (ZENIT.org).-

Al dar la noticia del fallecimiento de sor Emmanuelle de El Cairo, a lo 99 años, la mujer más popular en Francia, el diario del Papa la ha calificado con palabras con las que es conocida por la opinión pública: "icono de la solidaridad y apoyo de los pobres y marginados".

Según un reciente sondeo, recuerda "L'Osservatore Romano" en la edición italiana que será publicada este martes, "era la mujer más popular y querida de Francia".

Sor Emmanuelle, su nombre de pila era Madeleine Cinquin, falleció en la noche entre el domingo y el lunes en el asilo en el que residía, en Callian, en el departamento de Var.

Nacida en Bruselas de padre francés y madre belga, habría cumplido los cien años el 16 de noviembre. Según su voluntad, su entierro tendrá lugar en privado. Una misa de sufragio se celebrará en los próximos días en París.

En 1971, cuando tenía 63 años, Sor Emmanuelle decidió compartir su vida con los pobres de El Cairo, motivo por el era conocida como la "petite soeur des chiffonniers" ("la hermanita de los traperos").

"Hablaba de manera directa, sin pelos en la lengua, y esta era una de las cualidades por la que todos la querían", recuerda el diario vaticano.

"En las chabolas de Ezbet el-Nakhl, en El Cairo, se entregó totalmente para construir escuelas, asilos de ancianos y casas de acogida. La asociación que lleva su nombre ("Asmae-Association Soeur Emmanuelle"), fundada por ella misma en 1980, sigue ayudando a miles de niños pobres en todo el mundo", constata "L'Osservatore Romano".

Dejó Egipto en 1993, a los 85 años, y regresó a Francia, estableciéndose en la comunidad de Nuestra Señora de Sión, congregación en la que había entrado a los 20 años, dedicando su tiempo a la oración y meditación, sin dejar nunca el apoyo a los sin techo y a los inmigrantes sin papeles.

Licenciada en la Sorbona, sor Emmanuelle había sido profesora de filosofía y letras en Estambul, Túnez, El Cairo y Alejandría.

Era también una conocida escritora. Su último libro "Tengo cien años y quisiera decíroslo" ("J'ai cent ans et je voudrais vous dire"), ha sido publicado hace dos meses.

El 31 de enero pasado el presidente francés Nicolas Sarkozy la había elevado al rango de gran oficial de la Legión de Honor.

Ceremonia de primeros votos temporales de una joven en Tayikistán

En el Instituto del Verbo Encarnado

DUCHAMBÉ, lunes, 13 octubre 2008 (ZENIT.org).-

Las religiosas del Instituto de las Servidoras del Señor y de la Virgen de Matara, de fundación argentina, presentes en la Misión Sui Iuris de Tayikistán, celebraron el día 12 de octubre en la ciudad de Duchambé, la primera profesión religiosa de la hermana María Madre del Verbo Encarnado.

Dicha celebración tuvo lugar en la parroquia de San José, con la participación del superior eclesiástico del Instituto del Verbo Encarnado, Carlos Ávila, el delegado del Asia Central, el párroco y dos sacerdotes también pertenecientes a dicho Instituto, así como los fieles de las comunidades católicas de Tayikistán.

El padre Carlos Ávila ha informado a ZENIT desde Tayikistán que “la hermana María Madre del Verbo Encarnado, es una joven religiosa oriunda de Tayikistán, y forma parte de una numerosa familia de ocho hijos, de los cuales, otros dos están haciendo el postulantado, su hermana Lubov, en la Servidoras y su hermano Misha en el Instituto del Verbo Encarnado”.

La joven profesa, ya desde los primeros tiempos de su juventud, manifestó su deseo y vocación de consagrarse a Dios, como religiosa en el Instituto de las Servidoras, quienes se desempeñan en la Misión, desde ya hace varios años, colaborando en la gran tarea de la “Plantatio Ecclesiae”.

La hermana María Madre del Verbo Encarnado, tuvo la gracia de participar en dos Jornadas Mundiales de la Juventud, una que tuvo lugar en Roma, en la que participó como delegada de Tayikistán, y la otra en Colonia.

Las religiosas del Instituto del Señor y de la Virgen de Matara, además se encuentran presentes en varios países de la ex Unión Soviética, entre ellos: Kazajstán, en la ciudad de Shimkent; en Rusia, en las ciudades de Kazán, Ulianovsk, Omsk; en Ucrania, en las ciudades de Ivano-Frankovsk y Zakarpatia.

Según el testimonio de las religiosas, Dios las ha bendecido con abundantes vocaciones, sobre todo en Ucrania, donde pertenecen al rito bizantino.

La hermana Maria Madre del Verbo Encarnado, continuará su formación en el estudiantado de las Servidoras, presente en la ciudad de Segni, Italia.

Durante la solemne celebración, el padre Ávila, destacó en la homilía “que hoy es un gran día de fiesta, de gran alegría y gozo, de gracia y bendición, para toda la pequeña comunidad católica de Tayikistán, ya que la vocación a la vida consagrada es un tesoro de la Iglesia. Si en la Iglesia hay vocaciones, esto significa que la Iglesia está viva, ya que el Señor el “Dueño de la mies”. Se hace presente entre nosotros, como en los primeros tiempos, invitando a hombres y mujeres de todos los confines de la tierra, con las mismas palabras dicha a los primeros discípulos: ‘Ven y sígueme’”.

La Familia Religiosa del Verbo Encarnado tuvo sus comienzos en Argentina, el 25 de marzo de 1984, fundada por el padre Carlos Miguel Buela.

El instituto religioso femenino lleva el nombre de “Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará”. Fue fundado en San Rafael, Argentina, en 1988 también por el padre Buela. Junto a los sacerdotes del “Instituto del Verbo Encarnado”, forman la Familia Religiosa del Verbo Encarnado, unidos por el mismo carisma.

sábado, 17 de enero de 2009

Pablo y el "genio femenino". 4

Mujeres nobles, cultas e instruidas







Remedios Falaguera


"Atravesando Anfípolis y Apolonia llegaron a Tesalónica, donde los judíos tenían una sinagoga (Hch 17, 1) ... Algunos de ellos se convencieron y se unieron a Pablo y Silas así como una gran multitud de los que adoraban a Dios y de griegos y no pocas de las mujeres principales. (Hch 17, 4) ... Por la noche, los hermanos enviaron hacia Berea a Pablo y Silas. Ellos, al llegar allí, se fueron a la sinagoga de los judíos. (Hch 17, 10 ) … Creyeron, pues, muchos de ellos y, entre los griegos, mujeres distinguidas y no pocos hombres". (Hch 17, 12).


San Pablo y la dignidad de la mujer

A pesar de que la situación de la mujer ateniense en la época de San Pablo era mucho más abierta que la del pueblo judío, es de todos conocido que, incluso las atenienses acomodadas, cultas e instruidas de las que nos habla el apóstol en este texto carecían de lo que hoy concebimos como derechos ciudadanos.

Sabido es que la vida de las mujeres estaba dirigida primordialmente al matrimonio, las labores domésticas, el hilado y a la crianza de los hijos, especialmente, hijos varones con los que perpetuar la especie. La dependencia del marido era tal que podía amonestarla, repudiarla o apedrearla en caso de adulterio, siempre que éste estuviera probado.

Normalmente estaban encerradas en casa. Se les negaba la entrada en el templo, aprender la ciencia sagrada ni como entretenimiento ni para su educación, dar testimonio de su fe; y lo que es peor aun, sus opiniones eran rechazadas e ignoradas, incluso por su padre o su marido.
Pues bien, en este ambiente, entendido veinte siglos después como discriminatorio y radical, cada palabra, cada gesto, cada silencio de San Pablo, al igual que hizo Jesucristo, supuso una revolución. Una revolución que, a pesar de los prejuicios de la época, el apóstol no abandonó ni un instante hasta volver a situar a las mujeres en un lugar relevante de la historia de la Iglesia, como se puede observar dando un ligero repaso a las páginas del Nuevo Testamento.

En el caso de estas mujeres, cultas e instruidas, nobles de espíritu, los textos sagrados no nos las presentan como mujeres engreídas y orgullosas de su condición que desprecian a los que les rodean; ni en actitud distante y rígida que mira a los demás por encima del hombro. Al contrario; son mujeres que no se conforman con el honor, la gloria y la riqueza de su condición; ni mucho menos; buscan algo más. Buscan la Verdad.

Y debió ser esto precisamente lo que les ocurrió puesto que, al escuchar a San Pablo en la sinagoga, Dios conquistó su corazón, abrió su inteligencia para comprender y les colmó de dones. De tal manera que se "convencieron y se unieron" a él en su fascinante misión.

Unas mujeres que alimentaron, a través del mensaje de Cristo, la fuerza de su amor y de sus ansias de felicidad. Y que, conscientes de sus cualidades y defectos, toman el camino de trasformar su realidad cotidiana en busca de un proyecto divino, cueste lo que cueste, y digan lo que digan. Ya que, movidas por el amor y la responsabilidad, deciden libremente dar lo mejor que poseen.

Valía personal no les faltaba para llevarla a cabo. Ya que, como suele ocurrir, el corazón inquieto y abierto de las personas instruidas no solo recibe con celo y entusiasmo todo lo que le suponga un enriquecimiento personal, sino que lo hace vida y lo defiende con argumentos sólidos.

Comprometidas con el futuro y la verdad

De tal forma que, como pasa hoy en día, las buenas lecturas, las audiciones musicales, el teatro, la mirada a una obra de arte, los debates, etc. no solo les llena de un placer inmenso, sino que al mismo tiempo "engrandece a la persona; incluyendo su dimensión religiosa", como afirma Benedicto XVI, puesto que cultivar la verdad, la bondad y la belleza de todo lo que nos rodea engrandece nuestro corazón y ennoblece el espíritu.

Dicho de otro modo, este afán de saber no es un placer únicamente sensible, lleno de afectos y sentimientos, sino que para descubrir la grandeza de la obra de Dios, una obra llena de luz y de Amor eterno, debe actuar la inteligencia y la voluntad, potencias sine qua non para el aprendizaje.

Y puesto que tanto el hombre como la mujer "buscan la verdad", como nos recuerda el Santo Padre, y "la verdad que nos hace libres es Cristo, porque sólo él puede responder plenamente a la sed de vida y de amor que existe en el corazón humano", me complace observar que, San Pablo, Maestro de Fe y Verdad, nos presenta a estas mujeres como protagonistas de un gran desafió para el futuro de la fe, de la Iglesia y del cristianismo.

Es más, me atrevo a afirmar que, hoy como hace dos mil años, existen muchas mujeres que se "apasionan por su mensaje, experimenta el deseo incontenible de compartir y comunicar esta verdad". Y como es propio en ellas, no permitirán que se apague la Luz que ilumina su razón y que mengüen sus fuerzas del corazón ante el nuevo horizonte que se abre ante nosotros. Porque "allí donde está Dios, allí hay futuro".



sábado, 10 de enero de 2009

Lecciones del corazón (II)


Mercedes Malavé González

Mujer Nueva


"Con los ojos del corazón"

Corazón y proyecto de vida

Decíamos que el acto de amar es un acto del corazón que consiste en recordar, y que en ese acto confluyen la inteligencia y la voluntad. Por eso, el corazón tiene una dinámica unificadora de la persona, que le hace orientar las demás potencias del alma hacia el ser amado. Si reflexionamos un poco notaremos que todos los proyectos que nos fijamos los hacemos a partir de un acto del corazón. Por ejemplo, para elegir una carrera universitaria no basta tener un conocimiento de las diversas materias que estudiaremos, ni tampoco es suficiente saber que contamos con una serie de hábitos y aptitudes que nos aseguran el éxito profesional. Más bien, lo que hace falta es un deseo de orientar nuestra vida hacia ese fin. La elección profesional consiste mucho más en una aspiración de futuro que en unas aptitudes y conocimientos, que apenas se tienen cuando se está comenzando.

Los deseos y aspiraciones también son una especie de recuerdo. Se desea lo que se trae continuamente a la memoria, lo que no se olvida. Si se olvida deja de ser deseado. Por eso, aspirar a algo es un acto de hacer presente al corazón. El amor tiene mucho de deseo, de sed de satisfacción. El corazón, en la medida en que ama, quiere amar más, no se cansa de amar, no se sacia de contemplar lo amado.

Cuando el corazón está enamorado, las potencias del alma actúan empapadas de aquello que se está constantemente contemplando con la mirada interior. Un enamorado es aquel que trabaja, estudia, viaja, descansa, fomenta un tipo de amistades, de aficiones, de diversiones, etc. permaneciendo anclado en lo que ama. Y esto tiende a ser naturalmente así, no hacen falta grandes esfuerzos ni propósitos de recordar, para que las personas vivan orientadas interiormente hacia el ser amado. En el interior del verdadero amante, todas las cosas terminan siempre refiriéndose al ser amado, y allí encuentran un sentido y un significado más pleno para nosotros. Se entienden bien, bajo esta perspectiva, el consejo del Zorro al Principito: “no se ve bien –dijo el Zorro al Principito– sino con los ojos del corazón. Lo esencial es invisible a los ojos”. En la vida de una persona que ama todas la cosas adquieren su justo valor y realce cuando son compartidas con el ser amado. Todo lo quiere para el amado, y sin él nada le llena plenamente.

Por eso ¡qué necesario es que el objeto amado esté a la altura de las potencialidades del hombre! Que sea capaz de colmar todos los deseos y aspiraciones humanas. Cuando hablamos de proyecto de vida nos referimos, sobre todo, a esa fuente de amor en la que se desea fijar la mirada interior. El dinero, la honra, la fama, los hijos, las obras de caridad, Dios, cada uno de ellos constituye la aspiración de muchas personas, pero no todos son en realidad fines que nos colman de amor. Sabemos que el corazón no crece ni se sacia con el dinero, ni con la fama, ni con la honra, al contrario, tiende a empequeñecerse. Por su parte, los hijos, la familia, la amistad y las obras de caridad hacia el prójimo, proporcionan relaciones de amistad y amor muy plenas. Sin embargo, también exigen mucha grandeza de corazón, porque pueden llegar a ser, justamente ellas, la principal fuente de discordias y de dolor humano.

Amor a Dios

La complejidad de las relaciones humanas, esa estructura dramática de la vida que todos experimentamos cada vez que pasamos de la alegría a la tristeza, de la satisfacción al hastío, de la compañía a la soledad, del amor al odio, no son otra cosa que la dinamis, el movimiento, del corazón. Es un proceso que exige un continuo ascenso en la escala del amor, que comporta dolor y sacrificio. Incluso el amor de los buenos esposos, que llena el corazón de satisfacción y plenitud, tampoco está exento de experimentar estos pequeños o grandes "dramas" que debe superar con un poco de dolor y a veces de lágrimas.

Por eso, el amor humano, para que sea pleno, necesita también alimentarse de Dios. Sólo Dios puede colmar los deseos del corazón humano y, al mismo tiempo, dejarlo abierto a los demás. Amar a Dios significa buscarlo con el corazón, re-cordarlo, contemplarlo. Cuando el corazón está fundamentado en Dios, todas las relaciones interpersonales mejoran y adquieren un peso, una fidelidad y una riqueza “a prueba de balas”.

Cualquier proyecto de vida, de compromiso estable, que quiera ser definitivo debe tener a Dios como centro y norte de toda la dinámica del amor interior. Vivir en la esperanza, ser fuerte, paciente, optimista, consiste en mantenerse firme en el recuerdo de que algún día nos encontraremos con Dios, plenitud de todos los deseos del corazón.

martes, 6 de enero de 2009

Fiesta de la Epifanía o Día de Reyes


Los pastores y reyes del Oriente visitan a Jesús el Mesias, le llevan regalos y lo adoran con oro, incienso y mirra.

Origen de la fiesta:

El 6 de enero se celebraba desde tiempos inmemoriales en Oriente, pero con un sentido pagano: En Egipto y Arabia, durante la noche del 5 al 6 de enero se recordaba el nacimiento del dios Aion. Creían que él se manifestaba especialmente al renacer el sol, en el solsticio de invierno que coincidía hacia el 6 de Enero. En esta misma fecha, se celebraban los prodigios del dios Dionisio en favor de sus devotos.
La fiesta de la Epifanía sustituyó a los cultos paganos de Oriente relacionados con el solsticio de invierno, celebrando ese día la manifestación de Jesús como Hijo de Dios a los sabios que vinieron de Oriente a adorarlo. La tradición pasó a Occidente a mediados del siglo IV, a través de lo que hoy es Francia.

La historia de los Reyes Magos se puede encontrar en San Mateo 2, 1-11.

“Después de haber nacido Jesús en Belén de Judea, en el tiempo del Rey Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén diciendo: ¿dónde está el que ha nacido, el Rey de los Judíos? Porque hemos visto su estrella en el Oriente y venimos a adorarlo.
Al oír esto, el Rey Herodes se puso muy preocupado; entonces llamó a unos señores que se llamaban Pontífices y Escribas (que eran los que conocían las escrituras) y les preguntó el lugar del nacimiento del Mesías, del Salvador que el pueblo judío esperaba hacia mucho tiempo.
Ellos contestaron: En Belén de Judá, pues así está escrito por el Profeta:

Y tú, Belén tierra de Judá
de ningún modo eres la menor
entre las principales ciudades de Judá
porque de ti saldrá un jefe
que será el pastor de mi pueblo Israel

Entonces Herodes, llamando aparte a los magos, los envió a la ciudad de Belén y les dijo: Vayan e infórmense muy bien sobre ese niño; y cuando lo encuentren, avísenme para que yo también vaya a adorarlo.
Los Reyes Magos se marcharon y la estrella que habían visto en el Oriente, iba delante de ellos hasta que fue a pararse sobre el lugar donde estaba el Niño. Al ver la estrella, sintieron una gran alegría.
Entraron en la casa y vieron al niño con María su madre. Se hincaron y lo adoraron. Abrieron sus tesoros y le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Luego, habiendo sido avisados en sueños que no volvieran a Herodes, (pues él quería buscar al Niño para matarlo), regresaron a su país por otro camino.”

Podemos aprovechar esta fiesta de la Iglesia para reflexionar en las enseñanzas que nos da este pasaje evangélico:

*Los magos representan a todos aquellos que buscan, sin cansarse, la luz de Dios, siguen sus señales y, cuando encuentran a Jesucristo, luz de los hombres, le ofrecen con alegría todo lo que tienen.

* La estrella anunció la venida de Jesús a todos los pueblos. Hoy en día, el Evangelio es lo que anuncia a todos los pueblos el mensaje de Jesús.

* Los Reyes Magos no eran judíos como José y María. Venían de otras tierras lejanas (de Oriente: Persia y Babilonia), siguiendo a la estrella que les llevaría a encontrar al Salvador del Mundo. Representan a todos los pueblos de la tierra que desde el paganismo han llegado al conocimiento del Evangelio.

* Los Reyes Magos dejaron su patria, casa, comodidades, familia, para adorar al Niño Dios. Perseveraron a pesar de las dificultades que se les presentaron. Era un camino largo, difícil, incómodo, cansado. El seguir a Dios implica sacrificio, pero cuando se trata de Dios cualquier esfuerzo y trabajo vale la pena.

* Los Reyes
Magos tuvieron fe en Dios. Creyeron aunque no veían, aunque no entendían. Quizá ellos pensaban encontrar a Dios en un palacio, lleno de riquezas y no fue así, sino que lo encontraron en un pesebre y así lo adoraron y le entregaron sus regalos. Nos enseñan la importancia de estar siempre pendientes de los signos de Dios para reconocerlos.

Los Reyes Magos fueron generosos al ir a ver a Jesús, no llegaron con las manos vacías. Le llevaron:

· oro: que se les da a los reyes, ya que Jesús ha venido de parte de Dios, como rey del mundo, para traer la justicia y la paz a todos los pueblos;

· incienso: que se le da a Dios, ya que Jesús es el hijo de Dios hecho hombre;

· mirra: que se untaba a los hombres escogidos, ya que adoraron a Jesús como Hombre entre los hombres.


Esto nos ayuda a reflexionar en la clase de regalos que nosotros le ofrecemos a Dios y a reconocer que lo importante no es el regalo en sí, sino el saber darse a los demás. En la vida debemos buscar a Dios sin cansarnos y ofrecerle con alegría todo lo que tenemos.

* Los Reyes Magos sintieron una gran alegría al ver al niño Jesús. Supieron valorar el gran amor de Dios por el hombre.

* Debemos ser estrella que conduzca a los demás hacia Dios.

Significado de la fiesta:

Antes de la llegada del Señor, los hombres vivían en tinieblas, sin esperanza. Pero el Señor ha venido, y es como si una gran luz hubiera amanecido sobre todos y la alegría y la paz, la felicidad y el amor hubieran iluminado todos los corazones. Jesús es la luz que ha venido a iluminar y transformar a todos los hombres.

Con la venida de Cristo se cumplieron las promesas hechas a Israel. En la Epifanía celebramos que Jesús vino a salvar no sólo a Israel sino a todos los pueblos.
Epifanía quiere decir "manifestación", iluminación. Celebramos la manifestación de Dios a todos los hombres del mundo, a todas las regiones de la tierra. Jesús ha venido para revelar el amor de Dios a todos los pueblos y ser luz de todas las naciones.

En la Epifanía celebramos el amor de Dios que se revela a todos los hombres. Dios quiere la felicidad del mundo entero. Él ama a cada uno de los hombres, y ha venido a salvar a todos los hombres, sin importar su nacionalidad, su color o su raza.
Es un día de alegría y agradecimiento porque al ver la luz del Evangelio, salimos al encuentro de Jesús, lo encontramos y le rendimos nuestra adoración como los magos.

Origen de la Rosca de Reyes


Después de que los Reyes adoraron a Jesús, un ángel les avisó que no regresaran donde Herodes y ellos regresaron por otro camino. Herodes al enterarse que había nacido el Rey que todos esperaban, tuvo miedo de perder su puesto y ordenó matar a todos los niños menores de dos años entre los cuales se encontraría dicho Rey.
La Sagrada Familia huyó a Egipto y el niño Dios se salvó, otras familias escondieron a los bebés en tinajas de harina y así no fueron vistios y salvaron sus vidas. Desde entonces, los judíos comían pan ázimo el 6 de enero en el que escondían un muñeco de barro recordando este acontecimiento.

Los primeros cristianos tomaron un poco de esta tradición y la mezclaron con la historia de la visita de los Reyes Magos para la celebración de la Epifanía: cambiaron el pan ázimo por pan de harina blanca y levadura, cocida en forma de Rosca, endulzándolo con miel y adornándolo con frutos del desierto, como higos, dátiles y algunas nueces.

Para los cristianos, la forma circular de la rosca simboliza el amor eterno de Dios, que no tiene principio ni fin. Los confites son las distracciones del mundo que nos impiden encontrar a Jesús.

El muñequito escondido dentro de la rosca, simboliza al Niño Jesús que los reyes no encontraban porque la estrella desaparecía.

Esta costumbre de los cristianos de Palestina llegó a Europa y posteriormente a América.

En México, el que encuentra el muñequito de la rosca se convierte en el centro de la fiesta: se le pone una corona hecha de cartón y cubierta de papel dorado y se le da el nombramiento de “padrino del Niño Jesús”.

El padrino deberá vestir con ropas nuevas a la imagen del niño Jesús del nacimiento y presentarlo en la Iglesia el día 2 de Febrero, día de la Candelaria. Después hará una fiesta con tamales y atole.

Sugerencias para vivir esta fiesta

· Reflexionar y contestar las siguientes preguntas: ¿qué regalo le voy a dar a Jesús este año que comienza?; ¿qué puedo cambiar para ser mejor?; ,qué regalos le voy a ofrecer a Jesús?; ¿me encuentro alegre porque Dios me ama?; ¿tengo fe en Dios?; ¿sé vivir en la pobreza?; ¿soy generoso (con mi tiempo, con mi persona, con los demás)?; ¿suelo perseverar en mi vida espiritual a pesar de las dificultades que se me presentan?; ¿obedezco a Dios con prontitud?